La recuperación católica de Martín Lutero
De su blog El Catalejo del Pepe:
Algo está cambiando
“Hay signos de superación de las tensiones emocionales y doctrinales”
(José Agustín Cabré).- Andaban los funcionarios enviados por el Vaticano (Roma, en ese entonces) vendiendo documentos que aseguraban el cielo a quienes los compraran a buen precio. Se trataba de juntar dinero para los gastos de la corte papal, de las guerras entre los estados del centro de Europa, y para enfrentar a la armada turca. La venta de “indulgencias” era un negocio redondo: aumentaba el ingreso para la jerarquía católica y dejaba a los compradores con el alma más limpia que un recién bautizado.
Observando esa situación, un cura dominico llamado Martín Lutero, se indignó. Escribió pergaminos con 95 proposiciones que señalaban las incongruencias de la predicación católica, las hizo públicas pegándolas en las puertas del templo de Todos los Santos, en la ciudad de Wittenburg, y tuvo que salir huyendo en busca de protección por parte de príncipes y gobernantes peleados con Roma.
Desde ese momento Lutero fue considerado un réprobo por parte de la iglesia católica. Su actuación marcó el inicio de la llamada Reforma Protestante que exigía más biblia que palabrería desde Roma, y más fe que acciones interesadas en “merecer” la salvación. La respuesta católica fue la declaración de guerra, tanto mental, doctrinal como también física: los diversos gobiernos europeos tomaron arcabuces y espadas y se pusieron a pelear entre ellos por asuntos de religión.
Católicos y protestantes diversificados en muchas tradiciones mas o menos parecidas, se consideraron enemigos, aunque ambas corrientes aseguraban fundarse en la persona y el mensaje de Jesús de Nazaret. Se trató de una de las calamidades más tontas en la historia de occidente.
Lutero y sus seguidores fueron marcados como demonios por la parte católica. La iglesia romana fue detestada como la gran prostituta de Babilonia por las tradiciones protestantes. Por 500 años no ha habido entendimiento, aunque desde hace un tiempo las cúpulas pensantes han estado trabajando en un plan común de acercamiento.
Esa tarea no llega aún a las bases que se siguen ignorando y despreciando mutuamente.
Pero algo está cambiando. El reconocimiento que han hecho los obispos católicos de Alemania expresando que Martín Lutero ha sido “un pionero religioso, un testigo del evangelio y un maestro de la fe”, indica que nuevos aires están limpiando el ambiente de ese clima de enfrentamiento que ha durado tanto tiempo. La iglesia católica está recuperando a Martín Lutero al reconocer la razón de su protesta por los abusos que denunciaba, por promover la Sagrada Escritura como centro orientador de toda la vida cristiana, y por proclamar a Jesús, como único mediador entre Dios y la humanidad.
Al cumplirse en el 2017 los 500 años de la Reforma, hay signos de superación de las tensiones emocionales y doctrinales. Se stá trabajando en la “sanación del recuerdo” y en la búsqueda de una unidad más visible y no solamente en una reconciliación de abrazos y promesas.
Fuente Religión Digital
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