Diez consejos de Frei Betto para enfrentar la reclusión
“Durante la dictadura estuve detenido en celdas de aislamiento”
Leer, una buena ocasión que proporciona la cuarentena
“Escribir un diario es profundamente terapéutico”
“Aprenda a meditar, pues eso limpia la mente, retiene la imaginación, evita la ansiedad y alivia tensiones”
“No se quede todo el día en la TV o en la computadora. Diversifique sus ocupaciones”
“Use o teléfono para llamar a parientes y amigos, sobre todo a los más viejos, los vulnerables y los que viven solos. Entreténgalos, le hará bien a ellos y a usted”
Estuve detenido bajo la dictadura militar. En los cuatro años de prisión me encerraron en celdas en aislamiento en los DOPs de Porto Alegre y de la capital paulista (São Paulo), y en también en el estado de São Paulo, en el cuartel general de la PM, en el Batallón de la ROTA, en la Penitenciaría del Estado, tanto en Carandirú como en la de Presidente Venceslau.
Comparto, por lo tanto, diez consejos para poder soportar mejor este período de reclusión forzada por la pandemia:
Mantenga cuerpo y cabeza juntos. Estar con el cuerpo confinado en casa y la mente enfocada allá, fuera, puede causar depresión.
Cree rutina. No se quede en pijama todo el día, como si estuviera enfermo. Impóngase una agenda de actividades: Ejercicios físicos, especialmente aeróbicos (para estimular el aparato respiratorio), lecturas, acomodar armarios, limpieza de la casa, cocinar, investigar en internet, etc.
No se quede todo el día en la TV o en la computadora. Diversifique sus ocupaciones. No banque al pasajero que se queda todo el día en la estación sin tener ni la menor idea el horario del tren.
Use o teléfono para llamar a parientes y amigos, sobre todo a los más viejos, los vulnerables y los que viven solos. Entreténgalos, le hará bien a ellos y a usted.
Dedíquese a un trabajo manual: reparar artefactos, armar rompecabezas, coser, cocinar etc.
Entreténgase con juegos. Se está en compañía de otras personas, establezcan un momento del día para jugar al ajedrez, damas, naipes etc.
Escriba un diario de la cuarentena. Por más que sea sin ninguna intención de que otros lean, hágalo para usted mismo. Colocar en el papel o en la computadora ideas y sentimientos es profundamente terapéutico.
Si hay niños u otros adultos en casa, reparta con ellos las tareas domésticas. Establezca un programa de actividades, con momentos comunes y momentos de tiempo libre para cada uno.
Medite. Por más que usted no sea religioso, aprenda a meditar, pues eso limpia la mente, retiene la imaginación, evita la ansiedad y alivia tensiones. Dedique al menos 30 minutos del día a la meditación.
No se convenza de que la pandemia cesará rápido o durará tantos meses. Actúe como si el período de reclusión fuese a durar mucho tiempo. En prisión, no hay nada peor que el abogado que garantice al cliente que él recuperará la libertad dentro de dos o tres meses. Eso desencadena una expectativa desgastante. Así, prepárese para un largo viaje dentro de su propia casa.
“Actúe como si el período de reclusión fuese a durar mucho tiempo”
Traducción: Néstor Juárez
Fuente Religión Digital
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