Pareja gay atacada en una iglesia evangélica
Un joven homosexual asegura que fue emboscado por miembros de una congregación religiosa que lo retuvieron, lo golpearon en el rostro y rezaron para que dejara de ser gay, situación por la cual dicha iglesia es investigada por las autoridades.
Una pareja gay dijo que fueron engañados para que asistieran a un servicio de la iglesia donde fueron atacados por la congregación, y uno de ellos fue retenido mientras oraban por él.
Desde que salió del armario en la primavera de este año, Sean Cormie había sido invitado repetidamente por su familia a asistir a un servicio en su iglesia, en Oklahoma, y a traer a su novio, Gary Gardner. Acordó que irían a un servicio el domingo 8 de septiembre.
Cormie dijo a la cadena británica News 4:“Quería ir a la iglesia para que mi mamá se sintiera orgullosa y la hiciera feliz.“
El servicio religioso procedió de forma normal, pero Cormie asegura que hacia el final del servicio en la iglesia pentecostal, Primera Asamblea de Dios Blackwell, el pastor comenzó a hacer declaraciones contra la homosexualidad mientras un grupo de 12 a 15 feligreses formaron un círculo alrededor de los hombres y comenzaron a orar en voz alta mientras el pastor seguía haciendo declaraciones antigay, calificando la homosexualidad como un pecado y una abominación, lo cual es la posición oficial de la denominación cristiana conservadora.
Según Cormie, el pastor dijo: “Es un pecado, es una abominación, necesitas darte cuenta, despertarte y verlo como un pecado”. Gardner se las arregló para irse, pero cuando Cormier trató de seguirlo, dijo que fue arrojado al suelo, golpeado en la cara y sujetado mientras la congregación oraba por él: “Me sujetan, me inmovilizan, y yo lloro, y el Espíritu Santo viene a través de mí, y siguen hablando en lenguas, orando por mí. Sólo estaba llorando,’misericordia, misericordia'”.
Gardner dijo a otro medio de comunicación, News 9, que su novio “terminó con marcas en los brazos, un ojo morado y una especie de desmayo”. Cormie le dijo a KFOR que lo golpearon en la cara. “Ellos me sujetaron, me inmovilizaron, y estaba llorando, y el Espíritu Santo viene a través de mí, y ellos siguen hablando en lenguas, y rezando por mí y yoy gritando piedad, piedad. Todos estaban rezando, llorando, en voz alta, y poniendo fuerzas en mí haciendo oración para que dejara de ser gay. Mi hermana fue la única que se levantó por mí e incluso algunos miembros de la iglesia estaban diciendo ‘esto está muy mal’”, describió Cormie en Facebook. Su hermana finalmente convenció a los feligreses para que le dejaran marcharse, agregó.
Cormie agregó que su madre y su abuela formaban parte del grupo de fieles rezando por él. Él cree que su familia lo atrajo hacia ahí y sabía del plan para rezar por que su sexualidad cambiara.
Después del incidente, el joven informó al Departamento de Policía de Blackwell, que confirmó que está investigando, pero no hizo más comentarios a los medios del área.
“No podía creerlo, que de todos los lugares posibles, una iglesia mostraría odio y no amor”, dijo Cormie a KFOR. Afirmó que cree que ser gay es un pecado, pero no puede cambiar quién es. También dijo que ha estado recibiendo llamadas amenazantes que lo instan a abandonar el asunto, pero que quiere publicitarlo y ver que la iglesia enfrenta consecuencias por sus acciones.
Gardner le dijo a KWTV que los dos hombres quieren que se cierre la Primera Asamblea. “Si van a tratar a las personas así, no necesitan estar abiertos”, dijo.
Los pastores de la iglesia, Bill y Tami McKissick, publicaron la siguiente declaración en Facebook: “First Assembly es una congregación que ama y está compuesta por personas de diferentes orígenes. En respuesta a las denuncias que se han hecho, este incidente comenzó como un asunto familiar que se intensificó. Nuestra iglesia nunca toleraría la restricción de ninguna persona a menos que se dedicara a actividades violentas. Hay mucho más en esta historia, y estamos cooperando plenamente con las fuerzas del orden para sacar a la luz todos los hechos, ya que la prisa por juzgar no beneficia a nadie “.
Cormie dijo que él conoce a los pastores y que se siente traicionado por su presunto abuso. Por ello, aunque dice tener aprecio por esas personas, el joven quiere que haya “consecuencias” por lo ocurrido. La víctima del ataque también indicó que miembros de su propia familia y otras personas le han pedido que retire el caso.
“Soy completamente gay, no pueden cambiarlo. Es mi naturaleza. Nací de esa forma, así que déjenlo ser”, expuso el joven.
Fuente The Advocate/Daily Mail
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