Un Guardia Civil denuncia discriminación por tener VIH
Un Guardia Civil ha denunciado un posible caso de discriminación al haber sido apartado del servicio después de 31 años en la benemérita. Este hombre, que prefiere dejar su nombre en el anonimato, ha visto como un informe de la Junta Médico Pericial ha significado que no pueda seguir desarrollando su trabajo.
Según el informe, el funcionario tiene una discapacidad física del 66% a causa de una patología de oncología asociada al VIH. Para el miembro de la Guardia Civil, este virus es el verdadero causante de su despido.
Este funcionario ha convivido con el virus en su cuerpo durante más de 15 años, hasta que en el año 2008 se le diagnosticó un cáncer infeccioso que le provocó fallos multiorgánicos. El virus del VIH provocó el necrosamiento de los fémures, aunque no afectó a su grado de movilidad, y la aparición de un sarcoma de Kaposi y un linfoma en el pecho.
A pesar de recuperarse, después de superar meses en los que su vida corrió peligro, este Guardia Civil y, según consta en los informes, su adherencia al tratamiento fue positiva y total. Pero a pesar de todo, la Guardia Civil decidió prescindir de sus servicios al declarar su “inutilidad permanente para el servicio” por “insuficiencia de condiciones psicofísicas“.
El afectado ha manifestado su malestar porque su enfermedad fue filtrada a sus superiores, algo que pudo provocar que recibiera presiones de los mismos. La situación se volvió insostenible y el funcionario acusó el nerviosismo y el estrés, teniendo que acudir varias veces al servicio de urgencias con crisis de ansiedad.
Por desgracia, este Guardia Civil no es el único caso registrado de personas que teniendo VIH han terminado sin empleo. La Federación Trabajando en Positivo recibe cada día a personas seropositivas que han sufrido trato desfavorable en sus ambientes de trabajo y, según el informe ‘VIH y el mundo laboral’, elaborado por la misma federación, las principales situaciones de estigma y discriminación que sufren las personas con el virus –que no siempre desarrollan la enfermedad: el SIDA– comprometen bien al acceso a un puesto de trabajo, con pruebas de detección como requisito previo a la contratación, o bien a la permanencia en dicho empleo, con cambios en las condiciones de trabajo, trato diferenciado ante oportunidades de promoción laboral o vulneración de la confidencialidad de datos médicos.
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