El gobierno de EE.UU. demanda a Gilead, fabricante de la Truvada
El gobierno de Estados Unidos cree que Gilead ha infringido su patente y que deberían estar recibiendo parte del dinero que está ganando la farmacéutica gracias a la pastilla
El Departamento de Salud de los Estados Unidos acaba de demandar a la farmacéutica Gilead, fabricante de la Truvada y la Descovy oba, que son las dos pastillas que en EE.UU. se administran como tratamiento de la PrEP, la profilaxis pre-exposición. .
Según el gobierno estadounidense, Gilead ha infringido de forma “consciente y deliberada” las patentes que el gobierno norteamericano tiene sobre el tratamiento. Según la demanda, el tratamiento PrEP fue desarrollado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades estadounidense (CDC) y de ahí surgieron cuatro patentes “que protegen el trabajo del CDC y la inversión de los contribuyentes”.
Es por ello que el Departamento de Salud de EE.UU. entienda que lo que ha hecho Gilead al comercializar las pastillas para su uso como PrEP ha sido aprovecharse de la investigación financiada con dinero público para “cosechar miles de millones” vendiendo las pastillas: “Estas patentes dan derecho al Departamento de Salud a licenciar la PrEP del CDC y recibir una cantidad de rotyalties razonable por su uso”. Añaden, además, que “dos otras compañías que fabrican los equivalentes genéricos a la Truvada para PrEP en países extranjeros ya han accedido a pagar esa licencia del Departamento de Salud.”
El tratamiento PrEP anual de una persona a base de Truvada cuesta unos 20.000 dólares al año, lo que hizo que la compañía, a la que se ha criticado duramente por especular con el precio de los medicamentos, ganara unos tres mil millones de dólares vendiendo Truvada en 2018.
James Krellenstein, el co-fundador de la organización PrEP4All, fue uno de los primeros en denunciar que Gilead no solo estaba especulando con el precio de la Truvada sino que además debía pagar esas patentes puesto que la PrEP fue una investigación pública del CDC y no una invención de la compañía. Krellenstein ha explicado a la revista Out que “una de las cosas que siempre hemos resaltado desde que fundamos la organización es que si Gilead devolviera todo el dinero que debe al gobierno, o si dejara de inflar el precio del tratamiento, podríamos redirigir todo ese dinero a un programa de PrEP universal y asegurar que cada persona que necesite la PrEP en este país la consiga gratis”.
El problema, como apunta Krellenstein, es que nadie asegura que de salirse con la suya el gobierno de Trump vaya a usar ese dinero para lo que debería usarse: “Necesitamos un compromiso por parte del Departamento de Salud de que incluirá a todas las comunidades en las discusiones sobre cómo debería utilizarse todo ese dinero”.
Según el Financial Times, la cifra que Gilead debe al gobierno estadounidense es de, al menos, mil millones de dólares.
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