Cantabria aprueba su ley de derechos LGTBI con el único voto en contra de Vox
La norma, que ha salido adelante con 53 enmiendas planteadas, ha sido calificada por distintos grupos parlamentarios como un “primer paso” hacia la igualdad y la lucha contra la discriminación del colectivo LGTBI.
Buenas noticias que nos llegan desde Cantabria, donde El Pleno del Parlamento regional ha aprobado este lunes la Ley de Cantabria de Garantía de Derechos de Personas Lesbianas, Gais, Trans, Transgénero, Bisexuales e Intersexuales (LGTBI) con el apoyo de todos los grupos de la Cámara excepto Vox, que ha votado en contra porque, a su juicio, la ve “innecesaria”, considera que “atenta contra derechos fundamentales” y se “introduce” en el ámbito privado de las personas.
El Parlamento de Cantabria ha aprobado este lunes la ley LGTBI autonómica con el voto a favor de PRC, PP, PSOE y Ciudadanos, que han destacado el consenso alcanzado para dar “este primer paso” hacia la igualdad y la lucha contra la discriminación de esos colectivos, y el único rechazo de Vox, que la ha tachado de “ideológica” y que considera que solo busca generar “discordia“.
Esta ley, ha atravesado numerosas vicisitudes y costado varios años aprobar. En 2017 se presentó el primer anteproyecto, se ha aprobado dos veces en Consejo de Gobierno y, finalmente, se ha aprobado tras dos trámites parlamentarios.
Por parte del Gobierno, su portavoz, el vicepresidente y consejero de Igualdad, Pablo Zuloaga (PSOE), ha presentado esta ley como una “conquista social” que, según ha asegurado durante su exposición en el Pleno, recoge “muchas” de las reivindicaciones del colectivo LGTBI y que supone un “paso adelante” en la “mejora de la convivencia en Cantabria”. Zuloaga ha reivindicado la necesidad de esta ley, que ha enmarcado en el compromiso del Ejecutivo regional con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, y que representa un “paso adelante” en la mejora del modelo de convivencia en Cantabria, que acerca a la región a una sociedad más justa.se ha felicitado de la “amplia mayoría” con la que se aprueba esta norma y ha opinado que se trata de un día “de orgullo y para el orgullo”.
“Hoy es un día de orgullo. De orgullo por que debemos al colectivo LGTBI un reconocimiento y protección a su participación plena en la ciudadanía”, ha subrayado Zuloaga, quien ha recordado que fue el PSOE el que impulsó esta ley, que no pudo salir adelante en la pasada legislatura, y que ha agradecido a los colectivos implicados y a los grupos parlamentarios su trabajo intenso para lograr un acuerdo.
Tanto el Gobierno como los cuatro grupos parlamentarios que han dicho ‘sí’ a esta norma consideran que se trata de una “buena ley”, que contribuye a una Cantabria “mejor”, “más libre, segura, diversa y rica”. También, a diferencia de Vox, consideran que es “necesaria”, incluso “más que nunca”, como han defendido alguno de ellos, porque “en la calle hay mucha LGTBIfobia”.
En la misma línea, los diputados Emilia Aguirre (PRC), César Pascual (PP), Noelia Cobo (PSOE) y Diego Marañón (Cs) ha incidido en la necesidad de una ley que, han subrayado, es una ley “para todos” los cántabros ya que no solo busca garantizar la “igualdad legal” del colectivo LGTBI sino generar una “transformación de los marcos culturales” que es lo que, según han señalado varios de los grupos, llevará a una igualdad real, pero que, según han precisado, “no representa el final, sino el principio”, por lo que han reclamado la implicación de las instituciones y de toda la sociedad cántabra en la lucha contra la discriminación de los colectivos LGTBI. Han coincidido en que la norma “no es la solución a todos los problemas” ni una “meta” sino solo un “paso adelante” para “mejorar la convivencia” y la “cohesión social” en la comunidad y han advertido que ahora se abre una “nueva etapa” con retos para garantizar la aplicación de esta norma y sacar adelante las políticas que la materialicen.
Todos los grupos que han votado a favor se han felicitado del “amplio consenso” que se ha alcanzado con esta ley y han resaltado el trabajo realizado durante la tramitación parlamentaria por cuatro partidos con “formas de pensar diferente” (PRC, PP, PSOE y Cs) en pos de un “objetivo común”, que era lograr esta “buena ley”. Para ello, se han introducido en la ley 53 enmiendas que han llegado ya aprobadas por PP, PRC, PSOE y Cs a este debate final.
De esta felicitación los grupos solo han excluido a Vox, al que algunos de ellos, como Cs, han reprochado su falta de trabajo y de “tolerancia”. “Mientras el resto de los grupos hacían su trabajo, Vox no hacía absolutamente nada”, le ha afeado el diputado de Cs Diego Marañón al grupo mixto-Vox.
El único voto en contra ha llegado de Vox, cuyo diputado Armando Blanco ha argumentado esta decisión en que se trata de una ley “innecesaria”, que tiene, a su juicio, como “único objetivo” el de “crear víctimas” para eliminar derechos fundamentales recogidos en la Constitución Española como el de que los padres puedan educar a sus hijos conforme a sus valores.
Y es que, en opinión de Vox, cuando el resto de partidos “señalan con el dedo” a las personas gays, lesbianas, heterosexuales o transexuales “buscan fomentar la división de los españoles”; “generar desigualdad y discordia social”; “atentar contra la libertad de las familias” y contra “la libertad de educación”; “alimentar la falsa ideología de genero”, y “atentar contra la libertad de pensamiento”.
Este argumento ha tenido la respuesta del resto de grupos, que le han replicado que el objetivo de esta ley es la igualdad y los derechos de los colectivos afectados y que le han reprochado a este partido que se ha quedado solo “dando la espalda” a los cántabros. La diputada regionalista Emi Aguirre ha defendido que “las víctimas existen” -nos la crea la ley- y hay que “defenderlas”. Por su parte, el PSOE ha acusado a Vox de tener unos “discursos medievales”.
La aprobación de esta ley llega más de tres años después de que el Gobierno de Cantabria (PRC-PSOE) aprobara en 2017 su anteproyecto. De hecho, tras este anteproyecto hubo que esperar hasta octubre de 2018 para que se aprobara en el seno del Consejo de Gobierno -el mismo bipartito PRC-PSOE- como proyecto de ley para iniciar su tramitación parlamentaria.
Acabó la legislatura sin aprobar dicha ley, poe las trabas que Cs y PRC impusieron, tras lo que el texto volvió al Gobierno, que en noviembre de 2019 lo volvió a aprobar por segunda vez como proyecto de ley. De esta forma, se volvió a iniciar de nuevo la tramitación parlamentaria -la segunda- que, esta vez sí, ha acabado casi otro año después con la aprobación de la ley.
La ley de Cantabria de garantía de derechos de las personas lesbianas, gais, trans, transgénero, bisexuales e intersexuales y no discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género está compuesta por un título, un preámbulo, 58 artículos, una disposición adicional, otra derogatoria, tres disposiciones finales y una exposición de motivos, y pretende garantizar la igualdad de derechos y oportunidades de las personas LGTBI y promover el desarrollo de políticas públicas contra la discriminación por orientación sexual, identidad de género o cualquier otra forma de expresión o vivencia de la sexualidad en Cantabria.
El texto recoge medidas para amparar a todas las personas víctimas de discriminaciones y agresiones por identidad u orientación sexual en cualquier ámbito, incluyendo para ello un catálogo de sanciones e infracciones.
También, a través de esta ley, se crea el Consejo Cántabro LGTBI como órgano consultivo y “plural” que buscará “dar voz” a todo el colectivo y “no solo a una asociación”
La norma ha salido adelante con 53 enmiendas planteadas por los distintos grupos parlamentarios al texto inicial aprobado por el Gobierno de Cantabria y que llegó al Parlamento regional.
Izquierda Unida, formación que no tiene representación en el Parlamento cántabro, ha manifestado su apoyo a la ley «como punto de partida para ampliar derechos», en la línea en que se viene manifestando Alega, la asociación que lucha en Cantabria por los derechos de estas personas. En una nota de prensa, el partido ha reivindicado el trabajo de años del colectivo para arrancar una norma «de mínimos» para igualar a todas las personas.
La coordinadora autonómica Leticia Martínez ha mostrado su satisfacción por el logro alcanzado «por fin» en Cantabria, «tras los bloqueos» a la norma en la legislatura pasada «por parte de todos los partidos del Parlamento». «A partir de hoy, Cantabria garantizará más derechos dotando a una parte de la población, históricamente estigmatizada, maltratada y con consecuencias peores, de los mismos derechos que cualquier otra persona», ha mantenido.
UGT, por su parte, ha felicitado a la Asociación de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Alega) por «su constante esfuerzo por ver en Cantabria por fin una Ley LGTBI propia, tras cuatro años de trabajo y reuniones en dos legislaturas políticas».
El sindicato subraya que apoya la nueva Ley LGTBI cántabra «aunque sea una normativa legal de mínimos y confirme que aún queda mucho camino por recorrer porque todo queda en medidas futuribles pero sin compromisos cerrados». A sus ojos, esta ley «es mejor que nada» ya que «al menos garantiza unos derechos ante futuras políticas que no lleven por bandera el respeto a los derechos de los demás, aunque parece que surge más por cubrir el expediente que por una preocupación real en el colectivo LGTBI».
De todos modos, el sindicato celebra que, «de una vez por todas, se prohíban las terapias de aversión y advierte que el colectivo trans sigue siendo el más vulnerable por la patologización al que se le somete».
Fuente Agencias
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