El Ministerio de Justicia polaco quiere prohibir la adopciones a las parejas del mimo sexo “por el bien del niño”
Al explicar las razones del proyecto de ley, Zbigniew Ziobro, dijo que el entorno natural para la crianza de los hijos era una familia tradicional y que la constitución reconocía el matrimonio solo como una unión entre una mujer y un hombre.
El Ministerio de Justicia de Polonia está preparando un proyecto de ley que prohíbe a las parejas homosexuales adoptar niños.
El ministro de Justicia, Zbigniew Ziobro, cuyo partido Polonia Solidaria es parte de la coalición de derechas unidas en el poder de Polonia, liderada por el partido firmemente conservador Ley y Justicia, dijo el jueves que el proyecto de ley fue diseñado para proteger a los niños de la adopción por homosexuales. “Sin dejar de respetar el derecho de las personas cuya orientación sexual es diferente (…) tenemos que recordar que hay siempre un valor superior, el bien del niño”. Claro, porque que un niño o niña no tenga padres ni madres y crezca en una institución (o en un sitio peor) siempre será mejor que que lo haga dentro de una familia de personas del mismo sexo.
El gobierno de Polonia ha hecho de la protección de lo que considera los valores tradicionales del país de las tendencias liberales y cosmopolitas una piedra angular de sus políticas, a pesar de haber generado fuertes críticas nacionales e internacionales.
En una conferencia de prensa, agregó que el proyecto de ley correspondía “a los deseos de la mayoría de los polacos” y que la medida estaba en consonancia con la constitución polaca, que colocó el bienestar de los niños como una prioridad clave.
Al explicar las razones del proyecto de ley, Ziobro dijo que el entorno natural para la crianza de los hijos era una familia tradicional y que la constitución reconocía el matrimonio solo como una unión entre una mujer y un hombre. Explica el ministro que este borrador de legislación que han puesto sobre la mesa es que los niños sean acogidos en una familia “donde estén rodeados de amor y cariño que garanticen un desarrollo y crianza adecuados”. También señaló que la gran mayoría de los polacos compartía puntos de vista similares.
Pero el gobierno conservador del país tiene claro que hecha la ley (que todavía no está hecha), hecha la trampa, de ahí que se haya propuesto incorporar matices para cortar de raíz el acceso de personas homosexuales a los programas de adopción. O lo que es lo mismo, que no podrán adoptar ni parejas homosexuales ni personas solteras si estas mantienen una relación con alguien del mismo sexo.
En Polonia no existe el matrimonio igualitario. Es más, ni siquiera la opción de unión civil, restringiendo el matrimonio entre hombre y mujer.
Pero la propuesta generó críticas inmediatas de la oposición política.
Michał Kobosko, del grupo Polonia 2050, dijo que el proyecto de ley era perjudicial y solo sembraría la discordia social. Kobosko agregó que la política del gobierno de la Derecha Unida se basaba en “causar conflictos en la sociedad y hacer que las personas se enfrentaran entre sí” y podría traer “efectos devastadores”. “Cada día que pasa bajo este gobierno es perjudicial para Polonia”, advirtió Kobosko.
¿Qué dice Europa de todo esto? La FRA, también conocida como Agencia europea de Derechos Fundamentales, estima que el 43% del colectivo LGTBI se ha sentido discriminado en el último año, subiendo este porcentaje hasta el 60% para personas trans. Asimismo, llama a los gobiernos a instaurar una cultura de tolerancia cero contra la violencia y la discriminación, además de formar a la policía para un mejor tratamiento de los delitos de odio. Desgraciadamente no queda más que en un estudio y buenas palabras, pero pocas acciones que lleven a detenerlo.
LGBTfobia de Estado
En Polonia y Hungría, la situación de las personas LGBT + es cada día más difícil. Los gobiernos en el poder han implementado una política abiertamente LGBTfóbica. Los activistas LGBT + piden a las instituciones europeas que los protejan. Margot, una activista no binaria que se ha convertido en un símbolo en Polonia, anunció que “nuestra investigación muestra que el 70% de los polacos LGBT + tienen pensamientos suicidas” antes de abordar un SOS. “Cuando nos unimos a la Unión, firmamos los tratados y dimos nuestro acuerdo sobre el respeto de los derechos humanos, la igualdad, la libertad, el estado de derecho. Estos valores no son respetados por Polonia hoy. Una de las respuestas debe ser financiera: es una de las herramientas más efectivas “, dijo a TÊTU el eurodiputado abiertamente gay Robert Biedroń.
Con respecto a Polonia, cerca de 100 municipios, alentados por el gobierno, se han declarado “libres de LGBT“. El poder en el lugar no oculta su hostilidad hacia las personas LGBT +. Durante la campaña presidencial para su reelección, Andrzej Duda comparó a las personas LGBT + con una “ideología” comparable a “una especie de neo-bolchevismo“.
Si bien las instituciones europeas se han negado a otorgar subsidios a ciudades “no LGBT”, el ministro de Justicia polaco anunció que las financiaría. Las llamadas zonas libres de LGBT de Polonia han sido objeto de una condena global, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró que “no tienen lugar” en la Unión Europea. Los ataques contra personas LGBT + se han convertido en un tema de tensión entre la Unión Europea y Polonia.
Después de intensas semanas de negociaciones, Polonia finalmente acordó el establecimiento de un mecanismo para condicionar las subvenciones al respeto del estado de derecho. Pero el dispositivo no podrá activarse antes de 2022, señala Le Monde. En 2020, ILGA-Europa clasificó a Polonia como el país menos amigable de Europa.
Recientemente, Polonia denegaba el acceso a una de las llamadas zonas libres de LGBT a Clément Beaune, ministro de Asuntos Europeos de Francia, abiertamente gay. Y, finalmente, la Unión Europea se ha declarado “zona de libertad” LGBT + en respuesta al terrible retroceso de los derechos LGTBI en Polonia.
La situacion de las personas LGTBI en Polonia:
El Gobierno de extrema derecha de Polonia es en la actualidad, junto con el de Hungría, la punta de lanza de la involución LGTBIfoba en la Unión Europea. Nos hemos hecho eco de numerosas manifestaciones de esta oleada de hostilidad contra la comunidad. Una de las más recientes se produjo el pasado mes de abril, cuando el Parlamento votó a favor de la iniciativa de la organización LGTBIfoba Stop Pedofilia para criminalizar la educación sexual, con el apoyo del gobernante PiS. Ya el año pasado, el líder del partido y ex primer ministro Jarosław Kaczyński aprovechó una iniciativa inclusiva del alcalde de Varsovia para echar gasolina a la LGTBfobia. El político calificó los derechos LGTBI de un «ataque a la familia y a los niños» que amenaza los valores tradicionales polacos.
Sus palabras encendieron una mecha que se extendió entre los medios y el establishment ultraconservador. Una de las primeras consecuencias de este repunte de la hostilidad LGTBfoba fue la detención de la activista Elżbieta Podleśna bajo la acusación de ofender a los sentimientos religiosos. Su supuesto delito, difundir una versión modificada de la Virgen Negra de Częstochowa con un halo arcoíris en lugar del original dorado, sin embargo, la justicia polaca ha absuelto, finalmente, a las tres activistas imputadas. Dos meses más tarde, contramanifestantes de extrema derecha intentaban impedir de forma violenta la celebración de la primera manifestación del Orgullo LGTBI en Białystok, al este del país.
Hace unos días, cincuenta embajadores y representantes de organizaciones internacionales apoyan a la comunidad LGTBI en Polonia a través de una carta. Puedes ver el listado completo de firmantes y leer íntegra la carta de los embajadores y representantes de organizaciones internacionales en este enlace
Esta protesta responde a la cada vez más difícil situación de la comunidad LGTBI en Polonia, desde marzo de 2019, donde alrededor de un centenar de localidades y regiones se han declarado «libres de ideología LGTBI», una campaña de odio institucional cuyo ámbito de actuación se extiende ya por un tercio de la geografía polaca. En este sentido, la declaración de apoyo de los embajadores se suma a las recientes declaraciones de la presidenta de la Comisión Europea contra la existencia de estas zonas. La iniciativa LGTBIfoba tiene un carácter principalmente simbólico, pero conlleva una indudable carga de hostilidad y estigmatización de la comunidad. La medida de odio LGTBIfobo, que el diario italiano La Repubblica comparó con el concepto nazi de zonas judenfrei («libres de judíos»), llegó hasta el Parlamento Europeo. El 18 de diciembre del año pasado la cámara aprobó, por 463 votos a favor frente a 107 en contra, una resolución de condena. En agosto de este año, la Comisión anunciaba la retirada de las ayudas a seis localidades polacas, que requerían financiación para un programa de hermanamiento entre ciudades de distintos países, por haberse declarado «zonas libres de ideología LGTBI». La Comisión declaró que se habían negado a respetar los “valores y derechos fundamentales de la UE”. Es posible que otras áreas puedan ser penalizadas de manera similar, ya que varias ciudades de Europa han terminado los acuerdos de hermanamiento con sus homólogos polacos.
El punto de origen es el discurso abiertamente homófobo del partido gobernante en Polonia, Ley y Justicia (PiS), que agitó la campaña presidencial (que ganó su candidato Andrzej Duda por un estrecho margen de votos) identificando la defensa de los derechos de la comunidad LGTBI como una «ideología» que no dudaron en calificar de «extranjera» y «más perjudicial que el comunismo».
Durante este verano, la proclamación de estas zonas «libres de ideología LGTBI» provocaron la organización y reacción de distintos grupos LGTBI y pro-derechos humanos que desembocaron en manifestaciones pacíficas fuertemente reprimidas por la policía. La manifestación de Varsovia fue la más numerosa y acabó con el arrestó de la activista Małgorzata Prokop-Paczkowska, más conocida como Margot. Su arresto provocó más manifestaciones en las que fueron detenidas hasta 47 personas más en lo que ya se conoce como el Stonewall polaco, en referencia a las revueltas de 1969 en Nueva York que originaron lo que hoy conocemos como el Orgullo LGTBI. Margot ha sido encarcelada durante dos meses.
Por declaraciones y hechos como estos resulta especialmente llamativa la respuesta del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, a la publicación de la carta de los diplomáticos: «Discrepo por completo con la carta de los embajadores en la parte en la que dicen que hay personas en Polonia a la que de alguna forma ya no se les respeta», ha defendido. Según Morawiecki, «la tolerancia forma parte de los valores del país» y lo más sorprendente es que ha llegado a negar la existencia de las zonas «libres de ideología LGTB».
Fuente The First News/Cristianos Gays
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