Activistas LGBT “disfrazan” sus banderas para marchar por sus derechos en Rusia
Desde junio de 2013 está prohibida toda manifestación pública de la diversidad sexual en Rusia. Salir a la calle a reivindicar derechos está penado con multas y, en algunos casos, con cárcel. Sin embargo, un grupo activistas LGBT ha ideado una fórmula para poder concentrarse en espacios públicos y mostrar sus colores sin que vengas a detenerlos.
“Coming Out”, la organización LGBT más reconocida en San Petersburgo, ha “disfrazado” la bandera que tradicionalmente ha identificado al colectivo homosexual, de seis colores dispuestos en líneas paralelas de idéntico ancho, y ha diseñado una nueva, que mantiene la cromática pero modifica la geometría. Las barras horizontales son ahora para esta ONG triángulos escalenos; un original y discreto método de pasar inadvertidos ante las leyes homófobas que imperan en el país.
Además, el grupo ha repetido la fórmula ya usada otros años de lanzar globos al aire, sin ningún orden preestablecido, con la intención de que representen los colores la diversidad sexual, pero sin hacerlo directamente.
Este simbólico acto tuvo lugar este domingo (17 de mayo) en la plaza Campo de Marte de la ciudad rusa, con motivo del Día Internacional Contra la Homofobia y la Transfobia. Unas 350 personas se dieron cita según los organizadores en este enclave turístico, en representación de Coming Out, Russian LGBT Network, Side by Side LGBT festival, el Grupo de Jóvenes por los Derechos Humanos y el Centro por del Desarrollo de la Democracia y los Derechos Humanos.
En esta ocasión no se ha producido ningún incidente con la policía. “La colaboración con la institución del Ayuntamiento de San Petersburgo y la actitud de la policía eran irreprochables. Si el año pasado la policía no hizo su trabajo y su homofobia quedó patente, este año nos pareció que teníamos un verdadero aliado. Muchos factores podrían desempeñar un papel en la mejora de las actitudes, pero uno de ellos debe ser el enfoque continuo de activistas LGBT en colaboración constructiva y el diálogo con la sociedad en general”, dice Polina Andrianova, activista de Coming Out.
No es la primera vez desde la puesta en marcha de la ley “anti propaganda gay” que los manifestantes salen a la calle en un valiente gesto contra la homofobia de las autoridades. Sin ir más lejos, un festival LGBT organizado por la misma plataforma acabó con altercados violentos contra los organizadores y los asistentes.
Foto: Roman Melnyk
Fuente Ragap
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