Rusia se opone a que la ONU reconozca todos los matrimonios del mismo sexo de sus empleados
Ofensiva homófoba de Rusia contra la ONU. La delegación rusa en las Naciones Unidas manifestó este lunes su oposición a la resolución adoptada por su secretario general Ban Ki-moon en julio del año pasado, por la cual la organización internacional se comprometió a reconocer, a todas parejas del mismo sexo que hayan contraído matrimonio en países donde es legal, las prestaciones y beneficios establecidos para sus empleados casados.
Como informábamos entonces, antes de la aprobación de esta iniciativa de Ban Naciones Unidas tan solo reconocía los matrimonios del mismo sexo de sus empleados que provinieran de países donde el matrimonio igualitario es legal. Esto era así desde 2004, cuando el entonces secretario general Kofi Annan emitió una orden administrativa para ampliar los beneficios matrimoniales a las parejas en una unión civil que tuviera validez en el país de origen de los contrayentes. Una decisión que ya entonces recibió contestación por parte de la Santa Sede y de países de mayoría musulmana, a pesar de ser claramente discriminatoria para los empleados de la ONU procedentes de estados que no permiten las uniones entre personas del mismo sexo.
La nueva medida establece que se reconocerán todos los matrimonios entre personas del mismo sexo legalmente contraídos, sea cual sea el país de origen de los contrayentes. De esta manera, los cónyuges del mismo sexo de un empleado de Naciones Unidas pueden beneficiarse, entre otras prestaciones, de su seguro de salud o el acceso a visados de residencia extraordinarios.
Pero en su cruzada contra los derechos de los ciudadanos LGTB, Rusia ha decidido también abrir un frente en Naciones Unidas sobre este asunto. El representante Sergey Khazilov pidió el lunes la retirada de la medida, porque en su opinión, violaría la resolución de la organización que deja en manos de los Gobiernos de los países de origen de los empleados la decisión sobre a qué parejas les corresponden beneficios matrimoniales. Rusia baraja la posibilidad de forzar una votación sobre el asunto en el Comité de Presupuestos o Quinto Comité de la Asamblea Nacional, donde no existe derecho de veto (al contrario que en el Consejo de Seguridad) y podría convencer a una mayoría de países hostiles a los derechos LGTB para derogar la orden administrativa emitida por Ban.
Según Foreign Policy, muchos ven en las protestas rusas una maniobra política para tantear el grado de autoridad del secretario general de la ONU, con quien Rusia ha mantenido una serie de desencuentros en asuntos como la situación en Siria y en Ucrania. En opinión del representante ante las Naciones Unidas de Human Rights Watch, Philippe Bolopion, el resto de estados miembros deben contrarrestar “los esfuerzos de Rusia para imponer en la ONU el mismo tipo de actitudes homófobas que Moscú promueve en su país”. Los delegados de Estados Unidos y la Unión Europea, por su parte, defienden la legitimidad de Ban para emitir regulaciones sobre el personal a su cargo sin necesidad de contar con la aprobación de los estados miembros.
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