Australia: la participación en la consulta postal sobre el matrimonio igualitario supera los dos tercios, con una clara ventaja del “sí” según las encuestas
La consulta por correo postal sobre matrimonio igualitario impuesta por el Gobierno australiano entre en su fase final. La fecha límite para la recepción de las respuestas en la Oficina Australiana de Estadística (ABS) es el próximo 7 de noviembre. El último avance de participación, a fecha del 13 de octubre, la sitúa en un 67,5 % y las encuestas le dan una ventaja de entre 21 y 26 puntos al “sí”. Los resultados definitivos se conocerán el 15 de noviembre. La principal incógnita es, todavía, cuándo accederá el primer ministro Malcolm Turnbull a permitir una votación libre en el Parlamento si finalmente gana la igualdad matrimonial en la consulta.
A principios de septiembre se confirmó que Turnbull se cobraba una victoria parcial en su empeño de someter a votación popular los derechos de la población LGTB: entre el 12 de septiembre y el 7 de noviembre tendría lugar en Australia una consulta postal voluntaria y no vinculante sobre el matrimonio igualitario. Era la respuesta del primer ministro al segundo fracaso parlamentario de la propuesta de referéndum que pretendía organizar el Gobierno. Poco después del anuncio del voto postal, se presentaron dos recursos ante el Tribunal Supremo para paralizar un trámite innecesario y divisivo para la sociedad, convocado además al margen del Parlamento. Finalmente, el Supremo desestimó los recursos, otorgando vía libre a la consulta. La documentación se empezó a enviar a los hogares australianos a partir del 12 de septiembre y la formulación de la pregunta que se decidió fue:
¿Debería cambiarse la ley para permitir casarse a las parejas del mismo sexo?
Una de las incógnitas del proceso era el nivel de participación. Por ahora las cifras superan las expectativas, aunque estén aún muy lejos del que se alcanzó en las últimas elecciones federales (91 %). Hasta el pasado viernes 13, la ABS había recibido unos 10,8 millones de respuestas, correspondientes a un 67,5 % del censo. Los activistas LGTB se han felicitado por una participación mayor de la esperada en una consulta en la que el voto, a diferencia de otros procesos electorales en Australia, no es obligatorio.
Con respecto a los resultados, las dos encuestas más recientes le otorgan una clara victoria a la campaña del “sí” a la igualdad. La de Newspoll revela un 59 % de respuestas afirmativas y un 38 % de negativas entre los que ya han participado en el proceso. La proporción es similar entre los que no han votado aún (56 % frente a 37 %). Según el sondeo de YouGov, los favorables a la igualdad sumarían el 61 % de los que ya han votado frente al 35 % de contrarios. Entre los que no han participado, las cifras son el 54 % y el 28 %, respectivamente, con un 18 % de indecisos.
La campaña del “no” empieza a aceptar su probable derrota, a tenor de las declaraciones de algunos de sus representantes. El ministro de Inmigración, Peter Dutton, por ejemplo, afirmó que espera una victoria del “sí”. No hay que olvidar que, pesar de la participación considerable, los ciudadanos siguen rechazando mayoritariamente que se vote sobre los derechos de una minoría, como también refleja la encuesta de Newspoll. Un 50 % se manifiesta en este sentido frente a un 43 % que apoya al Gobierno en esa decisión. Tras la presentación de los resultados el próximo 15 de noviembre, estarán en manos del primer ministro Turnbull los próximos movimientos que, esperemos, acaben de una vez con la discriminación de las parejas del mismo sexo en el acceso al matrimonio.
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