El que fuera primer Defensor del Pueblo en Panamá se manifiesta duramente contra el matrimonio igualitario
Ítalo Isaac Antinori Bolaños, el que fuera primer Defensor del Pueblo en Panamá, se manifiesta duramente contra el matrimonio igualitario, alineándose con la postura homofóbica de Fabricio Alvarado y con su sugerencia de abandonar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
«Cada pueblo es dueño de su destino», afirma el que fuera primer Defensor del Pueblo de Panamá entre 1997 y 2001, Ítalo Isaac Antinori Bolaños, Doctor en Derecho Constitucional por la Universidad Complutense de Madrid. En medio del debate sobre si el país centroamericano debería acatar la sugerencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de legalizar el matrimonio igualitario, este martes, 7 de febrero, el abogado reclama que su país debería abandonar este organismo. De esta manera se suma a la postura de Fabricio Alvarado, que tras imponerse como el candidato más votado en la primera vuelta de las elecciones de Costa Rica ha adelantando igualmente su intención de abandonar la CIDH si se vuelve a ganar la segunda vuelta.
«Si me eligieran presidente, no me temblaría la mano para sacar a Panamá de esa Convención de Derechos Humanos, porque yo no voy a aceptar que 5 o 6 señores refrigerados en Costa Rica vengan ahora a sostener aspectos que no estaban en la convención que Panamá aprobó», declara Antinori, sugiriendo que en las próximas elecciones de Panamá, previstas en el año 2019, se incluya una papeleta que sirva como plebiscito de la legalización del matrimonio igualitario«para que el pueblo decida».
Según Artinori la sugerencia del CIDH no debería aplicarse en Panamá ni en ningún otro país que no esté vinculado directamente con la consulta en función del artículo 68 de la propia Comisión, que establece que sólo son vinculantes las decisiones de las que un estado sea parte; en este caso se produce como respuesta a una consulta de Costa Rica. Para acreditar su punto de vista se remonta a septiembre de 1982, cuando la propia CIDH afirmaba entonces que las opiniones consultivas no tienen el efecto vinculante de las sentencias.
Por otro lado, el abogado señala que cuando Panamá se adhiere al organismo, el 22 de noviembre de 1969, la Comisión no reconocía las uniones legales entre personas del mismo sexo, por lo que, según su opinión, está ignorándose a sí misma y recuerda que el artículo 17, numeral 2 de la Comisión, reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y fundar una familia; así como el artículo 19 de la Constitución Nacional de Panamá defiende que no se infiera en ningún privilegio ni discriminación en función de raza, nacimiento, discapacidad, clase social, sexo, religión o ideas políticas, «pero no se menciona orientación sexual».
Países como Venezuela o Trinidad y Tobago ya se desvincularon de la CIDH, explicando Antinori que para que Panamá siguiera el mismo camino tan sólo tiene que recurrir al artículo 78 de la convención, mediante el que tras anunciar su intención de abandonar el organismo, la salida se haría efectiva tan sólo un año después. Asimismo, Antinori no ha querido desaprovechar la oportunidad de arremeter duramente contra aquellos políticos que se han manifestado a favor de la legalización del matrimonio igualitario, así como demonizar a las personas homosexuales con argumentos que mezclan de manera tendenciosa anatomía con religión al afirmar que « no es un problema solamente religioso, es un problema de carácter fisiológico (…). Existe en el aparato digestivo un órgano que es el recto. Se hizo y está científicamente diseñado para desechar lo que el organismo no necesita. No puede ser utilizado como instrumento sexual. Lo correcto es hombre y mujer. Adán y Eva; si no, no existiéramos».
Figuras relevantes, como el jurista Pedro Sittón, no han dudado en responder a estas declaraciones, publicando en su cuenta de Twitter que no entiende cómo un «verdadero cavernícola en derechos humanos» ha llegado a ser defensor del pueblo en Panamá.
Fuente Universogay
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