El 65 % de las personas homosexuales en Argentina cree que salir del armario sigue siendo un problema en el trabajo
Sin embargo, sólo el 15 por ciento reconoció haber sido discriminado por esa causa en el ámbito laboral, según un informe de la Federación Argentina LGBT.
El informe ha sido difundido por la Federación Argentina LGBT (FALGBT) a cinco años de la sanción de la ley Matrimonio Igualitario. Esta norma y la de Identidad de Género, sancionadas en 2010 y 2012 respectivamente, no sólo permitieron que se celebraran en el país un gran número de casamientos (que la Falgbt estima en más de 10.000) y 4.000 reconocimientos de identidad de género, también abrieron el surco hacia otros derechos: la salud, la educación y el trabajo.
“El 65 por ciento de lesbianas, gays y bisexuales dijeron creer que ‘abrirse’ en el trabajo dificultaría su situación laboral; no obstante, sólo el 15 por ciento dijo haber sido perjudicado en ese ámbito por ‘salir del armario’, lo que muestra el peso de la historia de discriminación que ha tenido el colectivo”, dijo a Télam Esteban Paulón, titular de la Falgbt.
El informe “Orgullo en el trabajo en Argentina”, que según la Federación es “el primero en su tipo a nivel mundial”, mostró los avances y los desafíos que hay que enfrentar para una real inclusión del colectivo” durante un encuentro que contó con la presencia del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y representantes de tres centrales obreras, además de legisladores y responsables de organismos que trabajan por la diversidad sexual en Argentina.
“El trabajo es la llave que posibilita la inclusión y la cohesión social”, manifestó Tomada, y consideró que “no hay economía ni democracia sostenible si no creamos trabajo de calidad, si no hay un piso de protección social“.
“Es por eso que nuestro Gobierno aborda ‘el trabajo y diversidad sexual’ para atender los problemas de desigualdad que vive la comunidad LGBT respecto de los derechos básicos en el ámbito laboral y de seguridad social“, agregó el ministro.
El informe que arrojó esa percepción tan alejada de las denuncias reales de discriminación por orientación sexual se hizo sobre una encuesta a 400 gays, lesbianas y personas bisexuales con empleo.
Otra fue la mirada del colectivo trans (travestis, transgénero y transexuales), que “es el que encuentra mayores dificultades en el acceso al trabajo”. “Las participantes trans expresaron sentirse denigradas de una forma constante y, por eso, muchas de ellas aseguraron que no se animaban ni a acercar el currículum”, señala el informe. La exclusión de sus hogares, dice el documento, “se encadena a su vez con otras exclusiones: la de la escuela, la de otros espacios de socialización, la de oportunidades de formación profesional y por último la del acceso al mercado de trabajo”.
En realidad, la jerarquía que hoy por hoy impone el mercado laboral a la hora del acceso al empleo es, según la encuesta: “primero el hombre, segundo la mujer casada (heterosexual), tercero la mujer soltera (heterosexual), cuarto la lesbiana femenina, quinto la lesbiana masculina, y por último las personas trans”.
No obstante, “el 60 por ciento del colectivo LGBT señaló que para facilitar el acceso a los puestos de trabajo deberían intensificarse dispositivos como ‘los delegados de la diversidad’, o las ‘defensorías por la diversidad’, entre otras herramientas”, afirmó Paulón al abrir el encuentro acompañado por Hugo Yaski, titular de la CTA; Pedro Mouratián, titular del Inadi; el director de Organización Internacional del Trabajo (OIT) para Argentina, Pedro Américo Furtado de Oliveira; y Alberto Stella, director de Onusida para Paraguay, Uruguay, Chile y Argentina.
En base al mapa de la discriminación del Inadi de 2013, el informe señaló que la orientación sexual y la identidad de género ocupan el quinto lugar en las denuncias después de la discapacidad, la forma de pensar o ideología, el estado de salud y la condición de migrantes.
También estaría en quinto lugar en cuanto a la percepción de discriminación después del nivel socioeconómico, el sobrepeso u obesidad, la condición de migrantes y el VIH/SIDA.
La legisladora porteña María Rachid estimó que “las Leyes de Matrimonio y de Identidad de Género han provocado un salto histórico para las personas LGBT en Argentina”, aunque opinó que “aún falta mucho por hacer para que la igualdad legal se transforme en igualdad real”.
En particular, añadió la diputada, “el ámbito laboral plantea grandes desafíos, y para lograr cambios profundos debemos sumar esfuerzos desde todos los poderes del estado, de organizaciones de trabajadores y de la sociedad civil”.
Fuente Télam
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