Una agresión verbal que acaba por convertirse en agresión física. Por desgracia, algo que las personas transexuales, y muy especialmente las mujeres, sufren con demasiada frecuencia, en Estados Unidos y en muchos otros países. En este caso la agresión, que ocurrió en el interior de un vagón del metro de Nueva York, pudo ser documentada gracias al teléfono móvil de la víctima. Pero quizá lo que más nos llama la atención es la absoluta impasibilidad de los testigos…

Pearl Love es una mujer transexual, emigrada a Estados Unidos desde Taiwán en 1998, y que ejerce su activismo en la organización Trans Latina Network. Días antes de la agresión, de hecho, Love fue una de las activistas a las que Hillary Clinton, la probable candidata demócrata a la Casa Blanca, saludó en su visita al Centro Comunitario LGBT de Nueva York, precisamente el lugar al que se dirigía en metro el pasado jueves, 28 de abril, alrededor de las cuatro y media de la tarde.

En ese momento, una mujer que se encontraba sentada frente a ella comenzó a dirigirle insultos tránsfobos. Love decidió ignorarla, pero los insultos continuaron. Fue entonces cuando decidió dejar el libro que estaba leyendo y grabar lo que estaba sucediendo con su teléfono móvil. “Lo normal es que la gente te diga dos o tres frases desagradables y tú ni les mires”, ha contado luego en una entrevista a Gwaker. “Pero ella siguió (…) Comencé a grabar y entonces fue a más”, añade Love, para lo que lo sucedido no es más que una muestra más de la violencia cotidiana que soportan las mujeres trans.

El vídeo muestra, en efecto, a una mujer cargada de odio que se burla de la condición de mujer transexual de la víctima, a la que acaba vomitando todo tipo de insultos tránsfobos, homófobos y racistas (alusivos a sus rasgos asiáticos). Especialmente curioso, por decirlo de alguna forma, resulta que la agresora reproche a la víctima que “esta mierda no es apropiada para que la vea mi hijo”, como si su conducta fuera precisamente ejemplar. Finalmente, la mujer se levanta, intenta quitarle el móvil a Love y la agrede físicamente (afortunadamente sin consecuencias), momento en que se detiene la secuencia.

Quizá lo más impresionante de lo sucedido es la absoluta impasibilidad de los testigos de la escena. Ninguno de los ocupantes del vagón hizo nada por defender a Pearl Love o reprochar a la agresora su conducta, y eso que el episodio se extendió durante varios minutos. Según cuenta la propia Love en Facebook, únicamente un hombre mayor la ayudó luego a recoger sus pertenencias, que la agresora arrojó al suelo, y le dijo que sentía lo que había pasado. “Ahora podéis entender lo que sucede en mi vida diaria. Esto pasa continuamente. Aunque es la primera vez que lo grabo”, explica Love, que por el momento se ha limitado a divulgar públicamente parte de la grabación (al parecer cuenta con más material) con objeto de denunciar la transfobia cotidiana que soportan las mujeres trans, pero que no ha decidido todavía si ir más allá.

Insertamos a continuación la grabación, de casi dos minutos de duración…

https://www.youtube.com/watch?v=WuZJ-FJDV8Y

Fuente Dosmanzanas

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