La comunidad trans y militar sale en tromba contra Donald Trump
56 generales y almirantes retirados escriben una carta conjunta criticando la decisión de Trump de prohibir a las personas trans servir en el ejército.
El almirante de la Guardia Costera ha declarado que se niega a cumplir la orden y seguirá aceptando a las personas trans en sus filas.
Una Navy Seal trans retirada reta a Trump a decirle a la cara que no es apta para el servicio.
Hace unos días conocíamos la lamentable noticia de que Donald Trump había dicho que las personas Trump no eran aptas para servir en el ejército estadounidense porque el Pentágono no puede hacerse cargo de los gastos médicos que podrían suponer sus tratamientos.
Esa afirmación, además de ser fake news (ese coste médico es casi imperceptible para el enorme presupuesto militar), puso en peligro los puestos de más de 15.000 soldados trans que están actualmente sirviendo en el ejército. Y, además, ha provocado una oleada de reacciones contrarias a la decisión de la Casa Blanca que se rindió ante las presiones de los republicanos más LGTBfóbicos a cambio de conseguir aprobar la financiación para su polémico muro con México.
Entre las muchas reacciones que ha habido en contra de esta decisión destaca la de 56 generales y almirantes retirados del ejército que han defendido la presencia de personas trans entre el personal militar. En una carta publicada en varios medios estadounidenses este grupo de veteranos avisan de que esta prohibición “podría provocar problemas significativos, privar al ejército de talentos críticos para algunas misiones y comprometer la integridad de las tropas transgénero que se verían forzadas a vivir una mentira, así como la de sus compañeros no transgénero que se verán obligados a elegir entre reportar a sus camaradas o desobedecer una orden.” Este grupo de militares señalan que esta decisión es aún más perjudicial que el ya derogado Don’t Ask, Don’t Tell y avisan de que “los patrióticos americanos transgénero que están en servicio -o quieren servir- no deben ser rechazados, privados de un servicio de salud necesario o forzados a comprometer su integridad u ocultar su identidad.”
Además explican que la excusa puesta por Trump, la de los costes médicos, es falsa porque la cifra estimada para esos casos, unos 8 millones de dólares, es sólo una centésima parte del gasto anual en tratamientos médicos del ejército. Además recuerdan que otros países como Reino Unido o Israel permiten que personas trans sirvan en el ejército y no sólo no han supuesto ningún problema para el ejército sino que “su honorabilidad ha sido alabada ampliamente por sus camaradas.”
El almirante de la Guardia Costera norteamericana, Paul Zukunft (Foto: Patrick Kelley)
En el mismo sentido se ha expresado el Almirante de la Guardia Costera de los Estados Unidos, Paul Zukunft, que ha dicho que no aplicará esa prohibición de Trump y seguirá permitiendo que las personas trans sirvan de forma abierta.
Zukunft ha usado el caso de la teniente Taylor Miller para demostrar por qué se niega a cumplir la orden de Trump. La teniente Taylor es una mujer trans que hace poco apareció en portada del Washington Post y “si leen esa historia, sabrán que la familia de Taylor la ha repudiado. Su familia está en la Guardia Costera de los Estados Unidos. Y le he dicho a Taylor que no le daré la espalda. Hemos hecho una inversión en ella y ella ha hecho una inversión en la Guardia Costera, y no romperé esa promesa.”
Pero hay dos reacciones que resultan especilamente curiosas y significativas. La primera es la de Kristin Beck, una Navy Seal (uno de los grupos más duros del ejército estadounidense) transgénero que ha retado a Trump a decirle a la cara que no se apta para el servicio: “Encontrémonos cara a cara y me dices que no soy válida.” Beck, de 51 años, ha servido durante dos décadas en el ejército y fue la primera Navy Seal en hacer pública su identidad de género en 2013. “Ser transgénero no afecta a nadie más. Somos la luz de la Libertad. Si no puedes defender eso para cada ciudadano americano, las cosas no están bien.” Durante sus años de servicio Beck dice haber “defendido la libertad individual. La defendí para los republicanos. La defendí para los demócratas. La defendí para todo el mundo.”
Monica Helms es, además de la mujer trans que creó la bandera trans, una veterana de la marina estadounidense que también ha salido a criticar a Trump: “Lo que ha hecho ha sido servir únicamente a sus seguidores más intolerantes, nada más.”
El caso de Helms es particularmente llamativo porque, como ella misma reconoce, ni siquiera sabía lo que significaba transgénero cuando sirvió en el ejército y comenzó a travestirse en secreto en 1974: “Fue el secreto más oscuro y profundo de mi vida. Le diría a alguien que había matado a alguien antes de confesarle que me travestía.” Helms comenzó su transición en 1987, cuando entendió que era una mujer trans: “Estoy muy orgullosa de haber servido en un submarino. Los otros militares que conocí a través de los años no tienen ningún problema con el hecho de que serví junto a ellos y ahora soy una mujer trans. Hice el mismo trabajo que ellos, y aunque yo he cambiado en este aspecto todos ellos también han cambiado. Así que somos todos camaradas, como lo éramos entonces.”
Monica Helms, la veterana militar que creó la bandera trans
Helms ha defendido a las tropas trans en el ejército asegurando que “han demostrado que pueden servir bien y sin ningún tipo de problema, tanto en su país como en muchos otros alrededor del mundo.”
Fuente EstoyBailando
Comentarios recientes