El triunfo de la izquierda en Islas Feroe abre la puerta al reconocimiento de las parejas del mismo sexo
Buenas noticias. El centro-izquierda se ha impuesto en las elecciones generales celebradas en las Islas Feroe el pasado 1 de septiembre, después de que el debate sobre el reconocimiento de las parejas del mismo sexo fuese uno de los puntos calientes de la campaña. Ello abre la puerta a que el único territorio escandinavo que no las reconoce lo haga por fin. Está por ver cual es la modalidad elegida.
Las Islas Feroe son parte del Reino de Dinamarca, pero constituyen un ente autónomo con lengua y cultura propias, que funciona -salvo en cuestiones de defensa y política exterior- como un estado independiente. Mantienen además una especial vinculación cultural y lingüística con Islandia. En materia LGTB, sin embargo, su legislación está lejos de la de cualquiera de los dos países, ambos con matrimonio igualitario. De hecho se trata del único territorio escandinavo que no reconoce derechos a las parejas del mismo sexo, y ello a pesar de que las encuestas le dan un apoyo mayoritario.
El triunfo del Partido Socialdemócrata en las elecciones de las Islas Feroe abre la puerta a un cambio de gobierno en este territorio autónomo de Dinamarca tras la caída de las fuerzas de centroderecha.Los socialdemócratas, que lograron el 25 % de los votos y 8 de los 33 escaños del Løgting (Parlamento autonómico), podrían gobernar junto con el proindependentista Los Republicanos, 20,8 % y 7 diputados, y el apoyo de alguna de las otras fuerzas de oposición como Progreso y el Partido del Autogobierno. Los gubernamentales Partido Unionista (liberal) y Partido Popular (conservador) perdieron dos escaños cada uno para bajar a seis, mientras que el Partido Centrista mantuvo sus dos mandatos, según el resultado difundido hoy por la Autoridad Electoral.
Una controvertida reforma fiscal favorable a las rentas altas y la caída de popularidad del presidente Kaj Leo Johannesen (liberal), acusado de mentir al Parlamento sobre los acuerdos con una compañía privada para construir un nuevo túnel entre dos de las catorce islas del archipiélago, castigaron a la coalición gubernamental.
El previsible cambio en el poder podría suponer un reclamo de más autogobierno para un territorio de casi 49.000 habitantes que tiene desde 2005 un régimen autonómico que deja únicamente en manos de Dinamarca los asuntos exteriores, de defensa y jurídicos.
Durante la campaña, Los Republicanos han propuesto la convocatoria el año que viene de un referendo sobre la independencia, una opción que los socialdemócratas no apoyan, aunque reclaman más competencias para las islas.
El vuelco electoral podría permitir también la aprobación del matrimonio homosexual en las iglesias -vigente en Dinamarca desde 2012-, una vez que ahora sí existe una mayoría a favor del cambio legal, rechazado por el Parlamento feroés hace un año.
La socialdemócrata Sonja Jógvansdóttir, que fue una de las políticas que más votos personales obtuvo, se ha convertido en la primera diputada abiertamente homosexual en entrar en el Løgting.
La clase política feroesa, sin embargo, se ha mostrado hasta la fecha mucho más conservadora que sus votantes. En marzo de 2014 el Parlamento de las Islas Feroe rechazaba una propuesta de ley de matrimonio civil igualitario por 20 votos contra 11. Los que eran entonces los dos principales partidos del archipiélago (ambos conservadores, aunque uno partidario de mantener el vínculo con Dinamarca y otro independentista) se opusieron.
La situación política ha dado un importante vuelco, sin embargo, tras las últimas elecciones. El Partido Socialdemócrata ha experimentado un fuerte crecimiento y se ha convertido en la fuerza más votada y con un mayor número de escaños, 8 (el Parlamento de las Islas Feroe tiene 33 escaños). Deberá aliarse, para gobernar, con el partido República, los independentistas de izquierda, que con 7 escaños se han convertido en la segunda fuerza del país, y con alguno de los pequeños partidos centristas. Partido Popular (conservador independentista) y Partido de la Unión (conservador unionista), que hasta ahora gobernaban en coalición, han sufrido importantes descensos, pasando a ser 3ª y 4ª fuerza, con seis escaños cada uno.
El resto de los escaños se reparten entre otros tres pequeños partidos. Uno de ellos es el Partido del Centro, conservador y cristiano, cuyo líder Jenis av Rana atrajo la atención del mundo en 2010 al negarse a asistir a una cena en honor de la entonces primera ministra de Islandia, Jóhanna Sigurðardóttir, abiertamente lesbiana, que visitaba las Feroe acompañada de su esposa. Un partido que ha sufrido también un ligero descenso en votos, aunque mantiene sus dos diputados.
Pero si recogemos este vuelco político es sobre todo porque el debate sobre el reconocimiento de las parejas del mismo sexo se había convertido en uno de los principales elementos de discusión antes de las elecciones. Finalmente, los principales partidos se han comprometido a dar libertad de voto a sus diputados en esta materia, pero el resultado electoral, claramente favorable a la izquierda, hace albergar esperanzas de que incluso en este escenario de libertad de voto será posible su aprobación. Ya veremos bajo qué forma. Otro elemento que permite ser optimistas es el contexto social. Ya en 2013 una encuesta mostraba un apoyo del 68% al matrimonio igualitario. Y el año pasado, unas 5.000 personas, según la policía local (es decir, 1 de cada 1o habitantes de las islas) se manifestaron activamente a favor de los derechos LGTB y del matrimonio igualitario en el orgullo local.
Fuente Dosmanzanas y Agencias
Comentarios recientes