Apartan al cura homófobo de L’Hospitalet de su parroquia
“Permiso de ausencia” para el cura homófobo
El cardenal Omella da un “año sabático” al polémico Custodio Ballester
El sacerdote se había hecho conocido las últimas semanas al hacerse viral un vídeo de una homilía con comentarios homófobos.
Conocido por su ideología franquista, ya había protagonizado otros actos polémicos.
Tiene narices que sea la propia Iglesia quien aparte a este individuo de sus funciones mientras la Generalitat archiva el caso sin hacer absolutamente nada. ¿Para qué sirve la Ley aprobada? Y es que el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha apartado de sus funciones al polémico sacerdote de Hospitalet, Custodio Ballester, concediéndole un “permiso de ausencia” para que se tome “un año sabático”.
El cardenal Juan José Omella ha apartado al cura Custodio Ballester de la parroquia Inmaculada Concepción de L’Hospitalet de Llobregat donde llevaba deiciséis años como sacerdote tras el escándalo provocado por sus declaraciones homófobas, tras afirmar en una misa, entre otras cosas, que “la homosexualidad es un pecado gravísimo” porque “va contra la naturaleza del ser humano”.
Al parecer el cardenal le ha “invitado” a irse a estudiar a Jerusalén durante un año pero Ballester afirma que ha declinado la invitación y ha decidido que se va a coger unas vacaciones para “cuidar a su madre y terminar su tesis doctoral”. Eso sí, ha agradecido la oferta del cardenal que ha calificado de “generosa“.
En el siguiente video puede verse el cariz de sus homilías…
Esta misa parece haber sido la gota que ha colmado el vaso ya que el sacerdote es conocido por sus loas al franquismo. El pasado año, además, fue objeto de denuncia por celebrar una eucaristía en memoria de la División Azul llenando la iglesia de simbología franquista y fascista. El Arzobispado de Barcelona ya anunció a finales de 2016 que tomaría medidas contra el cura Ballester por oficiar esta misa, en la que se exhibieron enseñas franquistas y los asistentes alzaron el brazo en saludos fascistas. Pero siguió apoyando acciones similares como las procesiones de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Cristo junto a los de HazteOír.
Sin embargo, el sacerdote continuó al frente de la parroquia y en junio volvió a desatar la polémica con una misa homófoba. La Generalitat incluso abrió un expediente sancionador al párroco por sus manifestaciones y las remitió a la Fiscalía de Delitos de Odio por si constituían un delito. Finalmente, se desestimó la posibilidad de delito.
Omella ha decidido ahora mover ficha y apartar a Ballester de sus funciones, concediéndole “permiso para un año sabático“, según consta en el boletín de la archidiócesis.
Pero él, ni corto ni perezoso, nos ha dedicado una carta en la que expone su particular versión, que publicamos íntegra con nuestro afectuoso Good Bye!:
Hace unos dias me entrevisté con D. Juan José Omella. El Sr. Cardenal me ofreció completar mis estudios teológicos en el Instituto Bíblico de Jerusalén, el más prestigioso del mundo en esta materia, o en el Instituto Católico de Lyon, más cercano.
Creo que D. Juan José me ha querido preservar de las posibles dificultades suscitadas por las diversas tensiones sociopoliticas y también pastorales que se viven en la Archidiócesis y que podrian afectar a mi ministerio sacerdotal. Ese periodo de estudios ciertamente podía repercutir posivamente en mi preparación intelectual y ministerial.
He sido yo mismo el que le he pedido este año sabático para completar mi tesis doctoral en Teología Fundamental y poder atender a la vez a mi anciana madre.Sólo poderosos motivos familiares me han impedido aceptar el ofrecimiento de mi Arzobispo. Lo primero es el sacerdocio y la esencial obediencia a las indicaciones del legítimo pastor.
Por ello, os pido que nadie juzgue las intenciones de D. Juan José. Sólo Dios puede hacerlo. Yo acepto su decisión. Os pido que lo hagáis también vosotros, no tanto por mí, sino pensando en las necesidades de mi madre. Muchos de vosotros también la tenéis y podréis comprenderme.
El Sr. Cardenal puede equivocarse, pero yo no me equivocaré obedeciéndole. Soy sacerdote y debo ser agradecido por el don de una vocación que he recibido del Señor Jesús sin mèrito propio . Es Dios quien me llamó y me ungió sacerdote eterno por manos del cardenal Ricardo Mª Carles al que tanto aprecié. Estoy seguro que desde el Cielo pide que nuestra Iglesia de Barcelona se dirija unida y con paso firme hacia ese Reino de Justicia y Paz que el Señor promete a los que le son fieles.
Que nadie entristezca a la Santa Iglesia católica con un espectáculo de maledicencia, difamación y juicios temerarios. Si sois amigos míos y amáis a la Iglesia de Cristo aceptad mi nueva situación. La pedí yo mismo a D. Juan José como un favor personal y el accedió gustosamente.
No hagáis juicios de valor y ayudad a que nuestro Arzobispo pueda ser, con la ayuda de Dios y la vuestra, el pastor de todos.
Fuente El País, vía Religión Digital/Agencias)
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