Comentarios desactivados en El devoto católico Joe Biden desafía al Vaticano a duplicar su apoyo a las uniones del mismo sexo
Joe Biden oficia la boda de los empleados de la Casa Blanca Brian Mosteller y Joe Mahshie. (Foto oficial)
Joe Biden, un devoto católico romano, ha confirmado que sigue apoyando las uniones entre personas del mismo sexo a pesar de la decisión del Vaticano de que la iglesia no puede bendecirlos.
El lunes (15 de marzo), la Congregación para la Doctrina de la Fe respondió a la pregunta de bendecir a las parejas del mismo sexo e insistió en que Dios “no bendice el pecado”.
En una carta, aprobada por el Papa Francisco, el Vaticano dijo: “La presencia en tales relaciones de elementos positivos, que en sí mismos deben ser valorados y apreciados, no puede justificar estas relaciones y convertirlas en objetos legítimos de una bendición eclesial, ya que lo positivo los elementos existen en el contexto de una unión no ordenada al plan del creador ”.
“[Dios] no bendice ni puede bendecir el pecado: bendice al hombre pecador, para que reconozca que es parte de su plan de amor y se deje cambiar por él”, agregó.
El mismo día, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo en una rueda de prensa que el presidente católico romano no tenía un comentario personal sobre el fallo del Vaticano, pero agregó: “Él continúa creyendo y apoyando las uniones entre personas del mismo sexo, como usted lo sé, y él ha tenido ese puesto durante mucho tiempo “.
Joe Biden está en desacuerdo con la iglesia católica cuando se trata de temas como el matrimonio entre personas del mismo sexo y el aborto.
Si bien la Iglesia católica todavía se niega a reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo, Joe Biden ha sido durante mucho tiempo un partidario de la igualdad en el matrimonio, y se convirtió en el demócrata de más alto rango en respaldar el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2012.
Biden también ha apoyado abiertamente los derechos trans durante la última década, en marcado contraste con la iglesia, que le dijo a la madre de un niño trans una semana antes de las elecciones de 2012 que la discriminación transfóbica es “la cuestión de los derechos civiles de nuestro tiempo”.
Cuando ingresó a la Casa Blanca este año, fue el primer presidente en asumir el cargo mientras apoyaba el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Biden también está firmemente a favor del aborto, y solo una semana después de su juramento, firmó una orden ejecutiva para revertir la prohibición de Donald Trump de brindar asistencia estadounidense a cualquier organización de salud en todo el mundo que brinde abortos.
Pero sus posiciones sobre LGBT + y los derechos reproductivos lo han puesto en desacuerdo con la doctrina de la iglesia católica y han llevado a intensas críticas de Joe Biden por parte de algunos líderes católicos.
En enero, el arzobispo de Los Ángeles, reverendo José H Gómez, insistió en que Biden “promovería los males morales” durante su presidencia.
En un comunicado emitido a través de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, de la cual Gómez es presidente, el arzobispo dijo: “Debo señalar que nuestro nuevo presidente se ha comprometido a seguir ciertas políticas que promoverían los males morales y amenazarían la vida y la dignidad humanas más seriamente en las áreas de aborto, anticoncepción, matrimonio y género. Es motivo de profunda preocupación la libertad de la iglesia y la libertad de los creyentes para vivir de acuerdo con sus conciencias”.
Comentarios desactivados en “Necesitamos profetas”, por Gabriel Mª Otalora
De su blog Punto de Encuentro:
Quizá hubiese sido mejor un titular que resalte la necesidad de descubrir y seguir a los profetas de nuestro tiempo, pero un titular es algo más breve. Al menos lo destacamos al principio, cuando no pocos leen los textos proféticos bíblicos como sobre una pátina de alcanfor propia de un ropaje antiguo cuando sus mensajes son atemporales. Lo cierto es que algo fuerte expresan para que, por ejemplo del profeta Jeremías, los príncipes dijeran al rey: “Muera ese Jeremías, porque desmoraliza a los soldados que quedan en la ciudad y a todo el pueblo, con semejantes discursos” (Jer 38,4).
Profecía no significa prever el futuro sino la comprensión de los signos del tiempo presente a la luz de palabra de Dios. Y el don de ser verdadero profeta viene marcado por san Pablo: aunque posea el don de profecía e incluso tenga una fe que mueva montañas, si no tengo amor, no soy nada (Cor 13). Este tiempo nuestro no facilita visualizar los profetas que, sin duda, el Espíritu nos pone para iluminar el verdadero camino de la evangelización conforme a nuestros carismas, regalo también del Espíritu. Sin embargo, no somos capaces de reconocer a los profetas actuales; ni siquiera consideramos como tal al Papa Francisco. Incluso el profeta nos parece una figura anacrónica, impropia del siglo XXI cuando lo cierto es que actúa con la máxima fidelidad al evangelio. Por eso hace chirriar nuestros goznes estructurales injustos mientras tildamos a su mensaje de soflama política en lugar de como una verdadera denuncia profética.
La aspiración de toda denuncia profética es afirmar la vida, advertir y condenar los signos de muerte, pero siempre señalando senderos de esperanza con mano tendida. Y cuando es verdaderamente la voz de Dios, es también la voz del oprimido, la voz de los que no tienen voz. Recordemos que los hubo bien humildes, como Moisés, al que Dios escoge siendo tartamudo para poner en él sus palabras sagradas. O como Oseas, un pastor elegido por Dios para enfrentarse nada menos que a las autoridades religiosas de su tiempo.
La denuncia profética no busca beneficios particulares sino el cambio o conversión, la instauración de la justicia, la construcción de nuevas relaciones basadas en la dignidad humana asumiendo el dolor de otros con un profundo sentido solidario. La voz profética de la Iglesia, en suma, es un gran compromiso en medio de una sociedad compleja y desnortada que necesita escuchar la voz de Dios para reorientar sus acciones.
Aunque algunos se empeñen en obstruir el evangelio sustituyendo la esperanza por conformismo (clericalismo y pasividad), la gracia de Dios supera cualquier obstáculo para llegar a quienes ansían que Él les llene y dé sentido, abiertos a la escucha. Si admiramos al Jesús que curó y sanó con enorme compasión y misericordia a los que más sufrían, no podemos obviar a este mismo Jesús denunció con dureza la hipocresía y la manipulación del verdadero mensaje de Dios. Él no murió por sanar, perdonar y curar, sino porque cuestionó las injusticias estructurales que se bendecían en nombre de Dios. La estructura asfixiaba su Palabra y la vivencia por lo que su buena noticia fue boicoteada desde el momento en que cuestionó el poder religioso de su época.
Lejos de la conversión, no pararon hasta convencer a los romanos que había que denigrarle socialmente con lo más ignominioso que había entonces: la crucifixión. Hoy todo es más sofisticado para mantenernos en una dormidera eclesial sin salirnos de la pasividad laical y del clericalismo presbiteral y laical porque a bastantes laicos les encanta el clericalismo a pesar de haber sido duramente criticado por el Papa.
En palabras de un líder no cristiano (Abdu´l-Bahá), “Una religión que no sea causa de amor y unidad no es una religión. Todos los santos profetas fueron como médicos para el alma; prescribieron un tratamiento para la curación de la humanidad.” Quizá no seamos profetas, pero todos somos testigos desde el bautismo. Y eso implica coherencia a nivel individual pero también como comunidad que sigue a Cristo evangelizando… ¡y pidiendo al Espíritu el don de reconocer y seguir a los profetas de nuestro tiempo!.
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Mari Paz López Santos
Madrid
ECLESALIA, 22/01/21.- Antes de conocer la noticia por los medios de comunicación me llegó un comentario rápido a través de una amiga. Como no pudimos seguir conversando pensé que había entendido mal. En cuanto abrí compuertas al móvil y al ordenador la abundante información sobre el tema entró a chorro: el Papa Francisco había firmado una carta apostólica a“Motu proprio” (1) modificando el Código de Derecho Canónico sobre el acceso de las mujeres al lectorado y acolitado (2). Pensé que eso se venía haciendo desde que finalizó el Concilio Vaticano II. Quedé muy sorprendida.
Como tantísimas mujeres he participado en estos dos servicios desde que era una chica muy joven de parroquia, y de aquellos catecumenados donde faltaban sillas para sentar a tantísimos jóvenes. Participábamos en las Eucaristías, en las tareas de lectorado y de acolitado, entendiendo que no eran cuestión de sexo, sino de servicio. Nunca supe que pudiera ser una concesión subliminal a las féminas, producida por los vientos favorables del Concilio.
Nadie me habló nunca de que “siguiendo una venerable tradición, la recepción de los ‘ministerios laicales’, que san Pablo VI reguló en el Motu Proprio Ministeriaquaedam (17 de agosto de 1972), precedía como preparación a la recepción del Sacramento del Orden, aunque tales ministerios se conferían a otros fieles idóneos de sexo masculino” (3).
¿He de entender que desde aquellos tiempos hasta ahora las mujeres estamos realizando este servicio fuera de la legalidad canónica? ¿He de entender que ha sido una concesión silenciosa a las mujeres en esta eterna minoría de edad en la Iglesia Católica? ¿He de aceptar que pueda ser por falta de mano de obra en tantas liturgias en donde sólo asisten mujeres, cada vez menos y de más edad?
A la sorpresa se le unió una profunda alegría: el acceso con reconocimiento oficial de las mujeres al lectorado y al acolitado fue tema en el Sínodo para la Amazonía.
“Esto oficializa y abre a un reconocimiento oficial que no es sólo la buena voluntad de quien quiere ponerse a disposición como acólito sino que es el encargo oficial que la Iglesia le reconoce por tener igual dignidad que los hombres y esto hace de este servicio ministerial un don y un encargo oficial: algo que en la preparación del Sínodo para la Amazonia había sido pedido por la gente y por los fieles, es decir, que la ministerialidad en la Iglesia encontrara igualdad entre hombres y mujeres contando con un reconocimiento oficial”, dice Eugenio Coter, obispo del Vicariato Apostólico en Pando (Bolivia), que fue el encargado de solicitar al Papa, el cambio en el Sínodo de la Amazonía celebrado en Roma del 6 al 27 de octubre de 2019, en nombre de los participantes (2).
Pensé poner punto final y firma a este escrito, pero lo archivé y me fui a dar un paseo mi barrio. Sorteando el hielo y la distancia de seguridad por los pasillos abiertos tras la avalancha de nieve, me inundó una extraña sensación de preocupación: Desde el Motu Proprio del Papa Pablo VI (17.08.1972) al del Papa Francisco (8.01.21) han pasado la friolera de cuarenta y nueve años y medio. Medio siglo.
Agradezco al papa Francisco que haya puesto esto encima de la mesa y se airee, pero no es como para echar campanas al vuelo, salvo si sirve para otros Motus Propios, avanzando en el camino del reconocimiento de la mujer en la Iglesia Católica.
Me entristece y me preocupa que la Iglesia vaya siempre renqueando.
Para finalizar, he llamado a mi nieto mayor (13 años) y le he preguntado si sabía qué es un acólito. Me ha dicho que no. Le he explicado que es la persona que ayuda al sacerdote en las misas.
La segunda pregunta que le he hecho ha sido si en las misas y oraciones en la pastoral juvenil de la parroquia ayudaban al sacerdote y catequistas. Me ha dicho que sí.
He insistido: ¿Ayudan tanto los niños como las niñas?
Con voz de asombro me ha contestado: “¡Sí, claro!”.
(1) Motu proprio”: significa literalmente ‘con movimiento propio’. Se usa con el sentido de ‘voluntariamente o por propia iniciativa’ (Fuente: Diccionario RAE)
(2) Acólito/Acolitar: en la Iglesia católica, seglar que ha recibido el segundo de los dos ministerios establecidos por ella y cuyo oficio es servir al altar y administrar la eucaristía como ministro extraordinario.(Fuente: Diccionario RAE)
(3) De la Carta Apostólica “SpirituDomini” en forma “Motu Proprio” sobre la modificación del canon 230 – 1 del Código de Derecho Canónico acerca del acceso de las mujeres al ministerio instituido del lectorado y acolitado, 11.01.2021 (Papa Francisco, Roma, en San Pedro, el 10 de enero de 2021, fiesta del Bautismo del Señor, octavo del pontificado), Párrafo tercero. (Fuente: https://press.vatican.va)
Comentarios desactivados en Un solo bautismo para… Que todos sean uno.
Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2021
“Permaneced en mi amor y daréis fruto en abundancia” (cf. Jn 15, 5-9),
Esta semana se nos pide que oremos por la unidad de todos los cristianos y cristianas.
Del 18 al 25 de enero de 2021 tendrá lugar la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. El programa de esta semana consiste en celebraciones presididas por líderes y en iglesias de diferentes confesiones cristianas. El único objeto de esta semana es orar por la unidad de las distintas confesiones cristianas.
“No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplan mi gloria, la que ma has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado. Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos.”
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(Juan 17, 20-26)
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Y por eso, destacamos este párrafo del libro de Javier Melloni , “El Cristo interior”
“El Cristo total es mucho más que el cristianismo. Tal como lo conocemos actualmente, el cristianismo es el resultado de tres conjunciones: la espiritualidad hebrea, la formulación griega y, en el caso del catolicismo, la organización romana. Al salir al encuentro de otras culturas y tradiciones en un planeta irreversiblemente global, descubrimos que el cristianismo puede adquirir otras formas que no somos capaces de imaginar en este momento. Asistimos a una crisis de lo que hemos conocido hasta ahora, pero ello no implica una crisis o un acabamiento de lo crístico.”
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Además, leíamos hace tiempo en el desaparecico blog À Corps… À Coeur:
“¿Que es lo que, en las Tradiciones de cada Iglesia depende del Evangelio o depende sólo de los azares de la historia, de la política, de la cultura, las costumbres y a veces de los resentimientos acumulados?“
¿Cuándo pues cada Iglesia tendrá la fuerza y el coraje de volver a lo que es propio del Evangelio y a echar todo lo que depende de azares de la historia, de la política, de la cultura, las costumbres y los resentimientos acumulados?
“La unidad en la diversidad, sin fusión, sin confusión.” Hay numerosas moradas en la casa del Padre.
¡ Si la búsqueda teológica me parece importante en tanto que instrumento intelectual para el investigador de Dios que soy, puede ser un verdadero problem como instrumento para asir a Dios!
” ¿Los cristianos son capaces de reconocer que han podido equivocarse, que han podido desviarse de “La Buena Noticia”, sin quererlo y hasta sin percibírse de ello? ” Lo desearía, pero no estoy seguro de que tengan la voluntad, la honradez y la audacia ya que parecen prisioneros de la historia, del poder, del tener y del orgullo.
Gustave Thibon decía: ““No es la luz la que falta a nuestra mirada, sino nuestra mirada la que falta a la luz”
Así…, sueño con el día en que podré comulgar plenamente con los sacramentos de la Iglesia Universal, Unidad de todas las iglesias particulares, protestantes, romanas, ortodoxas, orientales y occidentales, etc…, cantar sin hipocresía: “Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo “ y profesar: “Creo en la Iglesia, una santa, universal y apostólica. Reconozco un solo bautismo … “
Esto me parece tan simple … ¿Pero ciertamente soy demasiado ingenuo?
Ingenuo: “Quien simplemente vuelve a trazar la verdad, la naturaleza sin artificio y sin esfuerzo ” (Émile Littré)
Al menos una vez al año, se invita a los cristianos a evocar la oración de Jesús para sus discípulos: «para que todos sean uno; […]; para que el mundo crea […]» (véase Juan 17,21). Los corazones se conmueven y los cristianos se reúnen para orar por su unidad. Las congregaciones y parroquias de todo el mundo organizan intercambios de predicadores o celebraciones y cultos ecuménicos especiales. El evento en el que tiene su origen esta experiencia única es la Semana de oración por la unidad de los cristianos.
Esta semana de oración se celebra tradicionalmente del 18 al 25 de enero, entre las festividades de la confesión de San Pedro y la de la conversión de San Pablo. En el hemisferio sur, en el que el mes de enero es un mes de vacaciones, las iglesias encuentran en muchas ocasiones otros momentos para celebrarla, por ejemplo en torno a Pentecostés, que también es una fecha simbólica para la unidad.
Para preparar esta celebración anual, los asociados ecuménicos de una región en particular son invitados cada año a elaborar un texto litúrgico de base sobre un tema bíblico. A continuación, un equipo internacional de editores formado por representantes del CMI y de la Iglesia católica romana pule el texto para asegurarse de que puede ser utilizado como oración en todo el mundo y de que está relacionado con la búsqueda de la unidad visible de la Iglesia.
El texto es publicado conjuntamente por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y el CMI, a través de su Comisión de Fe y Constitución, que también acompaña todo el proceso de producción del texto. El resultado final se envía a las iglesias miembros del CMI y a las conferencias episcopales católicas romanas, a las que se invita a que traduzcan y contextualicen o adapten el texto para su propio uso.
Comentarios desactivados en Leonardo Boff: “Sin políticas públicas, las personas serían tragadas por un destino atroz”
“La Covid-19 cuestiona el sentido de la vida”
“Los mantras del neoliberalismo fueron destrozados. ¿Sirvió para algo el lema de Wall Street “la codicia es buena”? Nadie come computadoras, ni se alimenta de los algoritmos de la inteligencia artificial”
“Todo el mundo habla de la medicina, de la técnica, de los insumos y especialmente de la búsqueda ansiosa de una vacuna contra la Covid-19. Pocos hablan de la naturaleza”
La irrupción de la Covid-19, alcanzando a todo el planeta y matando a más de un millón de vidas sin poder ser veladas ni recibir el cariño último de sus familiares, además de infectar a otros muchos millones de personas, plantea la inquietante pregunta: ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Por qué todo este sufrimiento? ¿Qué nos quiere decir la naturaleza con este virus invisible que ha puesto de rodillas a todas las potencias militares, haciendo ineficaces sus armas de destrucción masiva? La Covid-19 cayó como un meteoro sobre el sistema del capital y el neoliberalismo. Sus mantras fueron destrozados. ¿Sirvió para algo el lema de Wall Street “la codicia es buena”? Nadie come computadoras, ni se alimenta de los algoritmos de la inteligencia artificial.
¿Cuáles eran los dogmas de la fe capitalista y neoliberal?: Lo esencial es el lucro, en el menor tiempo posible, la competencia feroz, la acumulación individual o corporativa, el saqueo cruel de los recursos de la naturaleza, dejando las externalidades por cuenta del estado, la indiferencia ante la tasa de iniquidad social y ambiental, la postulación de un Estado mínimo para escapar de las leyes limitantes y poder acumular más libremente.
Si hubiésemos seguido estos mantras, el exterminio de vidas humanas habría sido incalculable. Sin políticas públicas, las personas serían tragadas por un destino atroz.¿Qué nos ha salvado? Aquellos valores y actitudes ausentes en el sistema del capital y el neoliberalismo: darnos cuenta de que no somos “dioses” sino totalmente vulnerables y mortales, expuestos a lo imprevisible. Lo que cuenta no es el lucro sino la vida; no es la competencia sino la solidaridad; no es el individualismo sino la cooperación entre todos; no el asalto a los bienes y servicios de la naturaleza sino su cuidado y protección; no un estado mínimo, sino el estado suficientemente pertrechado para atender las demandas urgentes de la población. Dicho directamente: ¿qué vale más, la vida o el lucro? ¿La naturaleza o su expoliación desenfrenada?
Responder a estas preguntas inaplazables es interrogarse sobre el sentido o el absurdo de nuestra vida, personal y colectiva. El aislamiento social es una especie de retiro existencial que la situación nos ha impuesto. Se crea la oportunidad de hacer estas preguntas ineludibles. Nada es fortuito en este mundo. Todo guarda una lección o un sentido secreto que debe ser revelado, por más desconcertante que sea la realidad. Lo que no podemos permitir es que este sufrimiento colectivo sea en vano. Funciona como un crisol que purifica el oro, que acrisola nuestra mente, y pone en jaque ciertos hábitos para ser revisados y otros nuevos para ser incorporados, especialmente en lo que se refiere a nuestra relación con la naturaleza y el tipo de sociedad que queremos, menos perversa y más solidaria.
Todo el mundo habla de la medicina, de la técnica, de los insumos y especialmente de la búsqueda ansiosa de una vacuna contra la Covid-19. Pocos hablan de la naturaleza. Pero es necesario considerar el contexto del brote del coronavirus. No está aislado. Vino de la naturaleza que durante siglos fue saqueada irresponsablemente por el proceso industrial del capitalismo y también del socialismo, en la falsa suposición de que la Tierra tendría recursos infinitos. Hemos deforestado despiadadamente y destruido así los hábitats de miles de virus que viven en los animales e incluso en las plantas. Al perder su “morada natural”, buscan en nosotros un sitio para sobrevivir. Así hemos conocido una amplia gama de virus como el zica, el chikungunya, el ébola, las series derivadas del SARS, como el de la Covid-19 entre otros.
Se trata de un contraataque de la naturaleza o de la Madre Tierra contra la humanidad, con el que quiere darnos una severa advertencia: “detengan la agresión despiadada, que destruye las bases físico-químicas-ecológicas que sostienen vuestra vida; de lo contrario podríamos enviarles virus mucho más letales que podrían diezmar a miles de millones de ustedes, de la especie humana, y afectar gravemente a la biosfera, ese fino manto un poco mayor que el filo de una navaja que garantiza la continuidad de la vida”.
¿Prevalecerán estas advertencias vitales o el afán de acumular y asegurar intereses materiales? ¿Tendremos suficiente sabiduría para responder a la alternativa que el Ser que hace ser a todos los seres nos presenta?: “Te propongo la vida y la muerte, la bendición y la maldición; elige la vida para que puedas vivir con tu descendencia” (Dt 30:19). Portadores de una fe en un Dios “apasionado amante de la vida” (Sab 11,26) apostamos todavía por un sentido de la historia y de la vida. Ellas escribirán la última página de la saga humana, construida con tanto esfuerzo en este planeta.
Esto sin embargo no debe desviar nuestra mirada de lo que está ocurriendo en el escenario mundial y específicamente en el brasilero, donde un jefe de estado negacionista no tiene como proyecto cuidar de su pueblo y de nuestra exuberante naturaleza. Con desprecio e ironía se comporta como Nerón que presenciaba como Roma ardía tocando la cítara.
Destrucción Agencias
A pesar de todo esto, nuestra esperanza no muere. Como afirma la Fratelli tutti del Papa Francisco: “La esperanza nos habla de una realidad enraizada en lo profundo del ser humano, independientemente de las circunstancias concretas y los condicionamientos históricos en los que vive” (Nº 55). Aquí resuena el principio esperanza, que es más que una virtud, es un principio, un motor interior que proyecta nuevos sueños y visiones, tan bien formulados por el filósofo alemán Ernst Bloch en El principio esperanza. Esta esperanza nos recuperará el sentido de vivir en este pequeño y amado planeta Tierra.
Aunque somos seres contradictorios, hechos simultáneamente de luz y de sombras, creemos que la luz triunfará. Muchos bioantropólogos y neurocientíficos nos confirman que somos por esencia seres de bondad y de cooperación. Prevalece una bondad fundamental en la vida.
El hombre común, que conforma la gran mayoría, se levanta, gasta un tiempo precioso en los autobuses, va al trabajo, a menudo duro y mal pagado, lucha por su familia, se preocupa por la educación de sus hijos, sueña con un país mejor. Sorprendentemente, es capaz de hacer gestos generosos, ayudar a un vecino más pobre que él y, en casos extremos, arriesgar su vida para salvar a una niña inocente amenazada de violación. En él está actuando el principio esperanza.
En este contexto, no me resisto a citar los sentimientos de uno de nuestros más grandes escritores modernos, Erico Veríssimo, en su famoso “Contempla los lirios del campo”.
Si en ese momento un habitante de Marte cayera a la tierra, se asombraría al ver que en un día tan hermoso y suave, con un sol tan dorado, la mayoría de los hombres estaban en oficinas, talleres, fábricas… Y si le preguntase a alguno de ellos: ‘Hombre, ¿por qué trabajas tan furiosamente durante todas las horas de sol?’ – escucharía esta singular respuesta: ‘Para ganarme la vida’. Y sin embargo, la vida allí se ofrecía a sí misma, en una milagrosa gratuidad. Los hombres vivían tan ofuscados por los deseos ambiciosos que ni siquiera se daban cuenta. Ni con todas las conquistas de la inteligencia habían descubierto una manera de trabajar menos y vivir más. Se agitaban en la tierra y no se conocían, no se amaban como debían. La competencia los convirtió en enemigos. Y hacía muchos siglos, habían crucificado a un profeta que se había esforzado por mostrarles que eran hermanos, sólo y siempre hermanos. (Ver Lírios do Campo, Civilização Brasileira, Rio de Janeiro 1973. p. 292).
La irrupción de la Covid-19 reveló estas virtudes, presentes en los humanos pero especialmente en los pobres y las periferias, porque se refugiaron allí, ya que la cultura del capital reina en las ciudades, con su individualismo y falta de sensibilidad ante el dolor y el sufrimiento de las grandes mayorías de la población. ¿Qué se esconde detrás de estos gestos diarios de solidaridad? Se esconde el principio esperanza y la confianza de que, a pesar de todo, vale la pena vivir porque la vida, en su profundidad, es buena y fue hecha para ser llevada con coraje que produce autoestima y sentido de valor.
Hay aquí una sacralidad que no viene bajo el signo de lo religioso sino bajo la perspectiva de lo ético, del vivir correctamente y del hacer lo que debe ser hecho. El reconocido sociólogo austríaco-norteamericano Peter Berger, ya fallecido, escribió un libro brillante, relativizando la tesis de Max Weber sobre la total secularización de la vida moderna con el título: Un rumor de ángeles: la sociedad moderna y el redescubrimiento de lo sobrenatural (Voces 1973/2013). Allí describe numerosos signos (los llama “rumor de ángeles”) que muestran lo sagrado de la vida y el significado secreto que siempre tiene, a pesar de todo el caos y las contradicciones históricas.
Voy a dar, siguiendo a Peter Berger, sólo un ejemplo banal, conocido por todas las madres que cuidan a sus hijos por la noche. Uno de ellos se despierta asustado. Tiene una pesadilla, se da cuenta de la oscuridad, se siente solo y se deja llevar por el miedo. Grita llamando a su madre. Esta se levanta, toma al niño en su regazo y en un gesto primordial de magna madre le acaricia y le da besos, le dice cosas dulces y le susurra: “Hijito, no tengas miedo; mamá está aquí. Todo está bien, no pasa nada, querido”. El niño deja de sollozar. Recupera su confianza y poco después se duerme, tranquilo y reconciliado con la oscuridad.
Esta escena común esconde algo radical que se manifiesta en la pregunta: ¿no está la madre engañando al niño? El mundo no está en orden, no todo está bien. Y sin embargo estamos seguros de que la madre no engaña a su hijo. Sus gestos y sus palabras revelan que, a pesar del desorden imperante, reina un orden profundo y secreto.
Así que creemos que los tiempos de la Covid-19, tan dramáticos, pasarán. Esperamos, y cómo esperamos, que por debajo y dentro de ellos se va fortaleciendo un orden escondido que irrumpirá cuando todo pase. De esta manera, la sociedad y toda la humanidad podrán caminar hacia un sentido mayor, cuyo diseño final se nos escapa. Pero siempre hemos intuido que existe y que será bueno. Él será quien escriba la última página con un final feliz. Como escribió el filósofo del Principio Esperanza, Ernst Bloch, verificaremos que el verdadero génesis no fue al principio de las cosas sino al final. Sólo entonces será verdad: “Dios vio todo lo que había hecho y le pareció muy bueno” (Gen 1:31).
Comentarios desactivados en El potente editorial del National Catholic Reporter: “Obispos de EE.UU., por favor, supriman el culto a San Juan Pablo II”
Juan Pablo II bendiciendo al siniestro depredador sexual Marcial Maciel:
“El S.XXI quedará por siempre empañado por su insensible toma de decisiones”
“Ha llegado el momento de hacer un difícil ajuste de cuentas. Este hombre, proclamado santo católico por el Papa Francisco en 2014, puso voluntariamente en riesgo a niños y jóvenes en la Arquidiócesis de Washington, D.C., y en todo el mundo”
“Al hacerlo, también socavó el testimonio de la Iglesia mundial, hizo añicos su credibilidad como institución y dio un ejemplo deplorable a los obispos”
“Como todos los santos, Juan Pablo tiene un culto vibrante: personas de todo el mundo que celebran su memoria fomentando la devoción a él, poniendo su nombre en iglesias y escuelas y organizando procesiones y desfiles en su fiesta”
(National Catholic Reporter).- En muchos, muchos aspectos, el Papa Juan Pablo II fue un hombre admirable. Los últimos decenios del siglo XX se vieron enriquecidos enormemente por su hábil uso de la diplomacia papal para alzar la voz de los pueblos oprimidos de Europa oriental, por sus diversos esfuerzos en pro del diálogo interreligioso y por su testimonio personal de la dignidad del envejecimiento.
Pero como el informe sin precedentes del Vaticano sobre la carrera del ex cardenal Theodore McCarrick revela con detalles impactantes, la primera década del siglo XXI quedará por siempre empañada por la calamitosa e insensible toma de decisiones de Juan Pablo.
Ha llegado el momento de hacer un difícil ajuste de cuentas. Este hombre, proclamado santo católico por el Papa Francisco en 2014, puso voluntariamente en riesgo a niños y jóvenes en la Arquidiócesis de Washington, D.C., y en todo el mundo. Al hacerlo, también socavó el testimonio de la Iglesia mundial, hizo añicos su credibilidad como institución y dio un ejemplo deplorable a los obispos al ignorar los relatos de las víctimas de abusos.
Como todos los santos, Juan Pablo tiene un culto vibrante: personas de todo el mundo que celebran su memoria fomentando la devoción a él, poniendo su nombre en iglesias y escuelas y organizando procesiones y desfiles en su fiesta litúrgica.
Dado lo que sabemos ahora sobre las repercusiones a largo plazo de la toma de decisiones de Juan Pablo, los obispos estadounidenses, que se reunirán la próxima semana para su conferencia anual, deberían considerar seriamente si los católicos estadounidenses pueden continuar con estas prácticas. También deberían discutir la solicitud de que el Vaticano suprima formalmente el culto de Juan Pablo. Las víctimas de abuso no merecen menos.
Como lo muestra claramente el devastador reporte del Vaticano, la decisión del difunto Papa de nombrar a McCarrick como arzobispo de Washington en el año 2000 vino a pesar de las severas advertencias de sus asesores de más alto nivel en ambos lados del Atlántico.
La carta del 28 de octubre de 1999 del cardenal de Nueva York John O’Connor, que se ha revelado por primera vez, no podría haber sido más ominosa. McCarrick, advirtió O’Connor, había sido objeto de acusaciones anónimas y se sabía que invitaba a seminaristas a dormir en la misma cama que él. Sobre la posibilidad de promover a McCarrick más allá de su entonces rol como Arzobispo de Newark, New Jersey, O’Connor escribió: “Lamento tener que recomendar muy fuertemente en contra de tal promoción”.
O’Connor, que envió la carta el 28 de octubre de 1999, ya que sufría de un cáncer cerebral que lo llevaría a la muerte sólo siete meses después, también dijo que tenía “graves temores” sobre la posibilidad de la promoción y el “grave escándalo” que podría causar a la Iglesia.
“Deberían discutir la solicitud de que el Vaticano suprima formalmente el culto de Juan Pablo. Las víctimas de abuso no merecen menos”
Léalo de nuevo. Esto no fue una simple luz roja parpadeante. Era un boletín de alerta y acción final de una de las figuras más importantes de la Iglesia global. A pesar de eso, y a pesar de que las preocupaciones de O’Connor fueron repetidas posteriormente por el embajador del Vaticano en los EE.UU., y el prefecto de la Congregación de Obispos del Vaticano, Juan Pablo confiaría en las negaciones de McCarrick sobre su comportamiento y haría el nombramiento de todos modos.
Lo que es más, para hacerlo el Papa tuvo que tomarlo personalmente bajo su ala – instruyendo inusualmente al Secretario de Estado del Vaticano para que le dijera a la congregación de obispos que añadiera el nombre de McCarrick a la lista de sacerdotes considerados para el trabajo, y luego hacer que la Congregación para la Doctrina de la Fe renunciara a la comprobación estándar de la adhesión de McCarrick a la doctrina católica.
Esto es aún más devastador si se considera que la decisión se tomó durante el mismo período en que el Vaticano se enteró de las acusaciones de abuso del Padre Marcial Maciel Degollado, el fundador mexicano de los otrora poderosos Legionarios de Cristo, cuyas víctimas se cuentan al menos por docenas y posiblemente por cientos.
Los periodistas Jason Berry y Gerald Renner expusieron por primera vez el abuso de Maciel contra los seminaristas en 1997. En 1998, ocho ex-legionarios llevaron su caso contra Maciel a la congregación doctrinal. Juan Pablo continuaría alabando públicamente al hombre por el resto de su papado. Maciel no fue castigado públicamente hasta 2006, después de la muerte de Juan Pablo, cuando el Papa Benedicto XVI ordenó al sacerdote una vida de penitencia.
Ya no hay forma de escapar a la verdad. Juan Pablo, en muchos sentidos un hombre admirable, fue voluntariamente ciego al abuso de niños y jóvenes.
Suprimir el culto del difunto pontífice no significaría decirle a la gente que tienen que tirar sus reliquias o sus medallas – la gente todavía podría practicar la devoción privada hacia él. Pero para las víctimas de abusos, sus defensores y muchos otros, la memoria de Juan Pablo ya no es una bendición. No debería ser celebrada en público.
Juan Pablo II y Ratzinger, “Tanto monta, monta tanto…”
Comentarios desactivados en Ilia Delio, teóloga: “¿Cómo le dice el Papa al mundo lo que debe hacer, cuando encabeza una institución basada en el patriarcado?”
Ilia Delio
“La evaporación de la religión o una religión de evolución”
El 3 de octubre, fiesta del transitus de San Francisco de Asís, el Papa Francisco firmó su nueva encíclica, Fratelli tutti, sobre el orden social y la hermandad universal
Como en su encíclica anterior, el Papa llama la atención sobre los problemas del mundo, la disparidad radical entre ricos y pobres, la cultura de consumo, el individualismo desenfrenado, el exceso de riqueza…
Pero sin una revisión teológica significativa y sin desmantelar el patriarcado de la iglesia institucional, el Papa está hablando con algunos amigos cercanos mientras el resto del mundo hace fila para el iPhone más nuevo
El mundo cambiará cuando cambien las personas humanas, cuando el ser humano sea empoderado por la chispa del amor interior, cuando la religión no sea asfixiante sino fuente de novedad y creatividad
| Ilia Delio
(Espiritualidad Integradora Cristiana).- El 3 de octubre, fiesta del transitus de San Francisco de Asís, el Papa Francisco firmó su nueva encíclica, Fratelli Tutti , sobre el orden social y la hermandad universal. Como en su encíclica anterior ” Laudato Si ‘ , sobre el cuidado de nuestra casa común “, el Papa llama la atención sobre los problemas del mundo, la disparidad radical entre ricos y pobres, la cultura de consumo inflada que está afectando el calentamiento global y el individualismo desenfrenado, asociado con el exceso de riqueza. La encíclica tiene como objetivo promover un movimiento universal hacia la fraternidad y la amistad social basada en el amor compasivo, siguiendo la parábola del buen samaritano ( Lucas 10: 29-37 ).
¿Quién podría argumentar contra los valientes esfuerzos de un líder mundial que intenta restaurar el sentido de bondad moral y justicia en el mundo? De hecho, mi propósito no es desmentir al Papa, cuyo corazón parece estar en el lugar correcto; sino llamar la atención sobre el problema más profundo que subyace a los problemas del mundo, a saber, la evaporación de la religión.
En este sentido, la encíclica del Papa es alarmante. Jesús de Nazaret amonestó a sus discípulos a no sacar la astilla del ojo de su hermano sin antes quitar la viga de su propio ojo (Mateo 7: 3-5). Esta advertencia se refleja a la luz del consejo del Papa al mundo.
Santa Clara de Asís, quien fue la compañera espiritual de Francisco de Asís y conocida como la piedra más fuerte de todo el movimiento franciscano, escribió a sus hermanas: “Debemos ser espejos y ejemplos unos para otros para que podamos ser espejos y ejemplos para el mundo.”
Si predicamos los ideales evangélicos de Jesús, primero debemos estar dispuestos a ponerlos en práctica. Después de todo, si queremos que el mundo supere su adicción al poder, al dinero y al progreso, entonces debemos estar dispuestos a desvincularnos nosotros de estas cosas, porque ¿dónde sino encontrará el mundo su imagen?
Francisco de Asís era consciente de que para vivir una vida llena de Dios tendría que someterse a una conversión de corazón. Todas las grandes religiones del mundo promueven algún tipo de autodisciplina para reflejar la divinidad. Cada religión, a su manera, se da cuenta de que no cambiamos el mundo, nos cambiamos a nosotros mismos y la forma en que vemos el mundo. Una vida cambiada cambia el mundo. Ésta es la esencia de Francisco de Asís.
El Papa aboga por grandes ideas que no llegan a imponer políticas públicas: justicia, comunidad, compasión y, lo mejor de todo, sororidad y fraternidad. La ironía de su mensaje es que la Iglesia Católica Romana es la institución más homofóbica del mundo de hoy. Con un llamado a la solidaridad humana y a la fraternidad, el Papa busca establecer la equidad en el mundo, describiendo una visión de hermandad universal donde “todas las personas son mis hermanos y hermanas, y … el mundo realmente pertenece a todos”.
Sin una revisión teológica significativa y sin desmantelar el patriarcado de la iglesia institucional, el Papa está hablando con algunos amigos cercanos mientras el resto del mundo hace fila para comprar el último modelo del iPhone.
¿Cómo le damos sentido a esto en una iglesia que no considera a las mujeres como iguales? ¿Una iglesia que no permitirá la ordenación de mujeres o incluso la capacidad de las mujeres para predicar? ¿Una iglesia que insiste en mandar sobre los derechos del cuerpo de la mujer? ¿Una iglesia que excluye a las personas LGBTQ de la plena aceptación y no permite que las personas divorciadas y vueltas a casar participen en la liturgia?
¿Cómo le dice el Papa al mundo lo que debe hacer cuando encabeza una institución basada en el patriarcado, la jerarquía y las diferencias ontológicas?
Algunos de los mejores estudios críticos sobre el racismo hoy apuntan a la Iglesia Católica como la fuente misma del problema del racismo, los primeros cristianos distinguiéndose de los judíos como los puros y los salvados. ¿Cómo busca el Papa establecer un mundo de equidad cuando la doctrina teológica está arraigada en una metafísica de la sustancia, donde la masculinidad es ontológicamente superior a la feminidad y serblanco es salvífico?
Según un artículo reciente de Forbes , el Vaticano no es un modelo de fraternidad; más bien, está atrapado en luchas de poder, incluidas diferencias ideológicas, abuso financiero y una crisis de pedofilia clerical no resuelta que ha redefinido la justicia como una reprimenda o pérdida del trabajo sin enjuiciamiento penal.
El Vaticano está impregnado de secretismo y clericalismo y parece que no hay esfuerzos reales para limpiar las telarañas que asfixian a la institución. Si bien Francisco lamenta los problemas del mundo, no reconoce que, en muchas áreas, incluida la atención médica y la educación, la vida global ha mejorado . La tasa general de pobreza ha disminuido en los últimos 10 años y, aunque queda un largo camino por recorrer para equilibrar un nivel standard globalde vida, los esfuerzos para lograrlo no están del todo ausentes.
El hecho es que la tecnología ha acelerado la tasa de evolución en los últimos 30 años, y los países donde la tecnología ha crecido significativamente también han visto una reducción de la pobreza y mejoras en la educación y la atención médica. China es un ejemplo de ello; también lo es la India .
El hecho de que la tecnología informática haya cambiado el panorama mundial tan rápidamente merece consideración. Margaret Wertheim señala que el ciberespacio comenzó a llenar un vacío a mediados del siglo XX. Comenzamos a estudiar la materia, a aprender sobre física cuántica e inventamos formas de extender la inteligencia humana.
Es interesante notar que el Vaticano II y el nacimiento del mundo cibernético son eventos contemporáneos; sin embargo, el Vaticano II nunca se implementó lo suficiente como para lograr un cambio real en la iglesia. Los cibernéticos, por otro lado, engendraron una nueva filosofía de transhumanismo y una nueva cultura de trascendencia humana. A todos los efectos prácticos, la tecnología suplantó a la religión en el siglo XX.
Estamos en una marcación rápida tecnológica pero no sabemos hacia dónde vamos, si vamos juntos o si debemos avanzar en absoluto. El ritmo de la evolución tecnológica está superando la capacidad de reflexión humana y de elecciones críticas, y la velocidad del progreso es impresionante. El Papa quiere la fraternidad universal, pero la comunidad humana quiere una nueva vida.
La novedad y la creatividad marcan la trascendencia humana. Siguiendo la tesis del fallecido historiador canadiense David Noble, la creatividad es la marca de la divinización. Llegar a ser como Dios es trascendernos a nosotros mismos, inventar, crear, ir más allá de lo que somos para convertirnos en lo que no somos. Esto es tan cierto en América del Norte como en Cochabamba o en Sudán.
Desafortunadamente, Occidente ha estampado su huella gigante sobre la faz del globo y quiere que el mundo siga su máxima: Dios está en la máquina y ya no en las iglesias. El resto del mundo lo sigue porque el Dios de la religión institucional es demasiado blanco, masculino, viejo y prácticamente muerto.
La tecnología impulsa los mercados hoy en día y frenar la economía neoliberal es replantear la tecnología a lo largo de líneas religiosas y éticas. Hacerlo requiere mucho más que proponer una ética del bien común o reorganizar las ideas de Tomás de Aquino para satisfacer las necesidades del mundo.
Necesitamos una metafísica que involucre adecuadamente a un mundo de proceso y cambio. Necesitamos una teología que se sienta cómoda en la evolución, como preguntó Teilhard de Chardin : “¿Quién dará a la evolución su propio Dios?”
Sin una revisión teológica significativa y sin desmantelar el patriarcado de la iglesia institucional, el Papa está hablando con algunos amigos cercanos mientras el resto del mundo hace fila para el iPhone más nuevo. La pandemia es un espejo de la disfunción global, como reconoce el Papa, pero también muestra un mundo privado de un Dios creíble y una fe vitalizadora, tan innovadora y creativa como la última tecnología.
Sospecho que Francisco le está hablando al mundo porque nadie lo escucha en casa, o tal vez porque tiene miedo de hablar con sus propios hermanos, miedo de desmantelar el culto a un sacerdocio patriarcal y abrir las puertas de la iglesia a una comunidad real, en la que las mujeres gocen de plenos derechos y libertad.
El mundo pide algún tipo de dirección, un Dios creíble, una vitalidad de fe que no frene el crecimiento y el progreso. El mundo cambiará cuando cambien las personas humanas, cuando el ser humano sea empoderado por la chispa del amor interior, cuando la religión no sea asfixiante sino fuente de novedad y creatividad. Necesitamos una nueva religión de la Tierra, escribió Teilhard de Chardin, una religión de evolución, un Dios que se sienta en casa con lo incompleto, el caos y la complejidad. Estoy esperando que el Papa aborde esta preocupación.
Ilia Delio, miembro de las Hermanas Franciscanas de Washington, DC, es catedrática de Teología en la Universidad de Villanova. Es autora de 22 libros, incluido Making All Things New: Catholicity, Cosmology and Consciousness (Orbis Books 2015), y editora general de la serie Catholicity in an Evolving Universe .
Comentarios desactivados en Grupo Global de Católicos da la bienvenida a la reciente noticia en donde el Papa Francisco indicó que “las parejas homosexuales merecen protección legal para sus relaciones”
21 de octubre de 2020. La Red Global de Católicos Arcoíris (GNRC), que representa a más de cuarenta organizaciones de los cinco continentes, recibió con agrado las noticias sobre los recientes comentarios del Papa Francisco en apoyo de las uniones del mismo género en un documental que aún no se ha estrenado.
El Codirector de GNRC Chris Vella, desde Malta, declaró: “Es un paso positivo en la dirección correcta que el Papa Francisco haya hecho comentarios que apoyan la legalización de las uniones civiles para parejas del mismo sexo. Es, hasta cierto punto, innovador, teniendo en cuenta que la Iglesia aún considera que la homosexualidad es un “trastorno intrínseco” y ha descartado hasta ahora cualquier forma de reconocimiento de las relaciones entre personas del mismo sexo. Todavía hay que ver cómo responderá el brazo institucional de la Iglesia al liderazgo del Papa en este tema.”
La Codirectora Ruby Almeida, desde Londres, indicó: “Las numerosas declaraciones de condena, negativas y destructivas, realizadas recientemente por varios obispos de EE. UU. y Polonia sobre las personas LGBTIQ han dejado a nuestra comunidad herida y violentada. Así es que esta es una buena noticia. Sabiendo también que el Papa Francisco ya ha hecho previamente varias declaraciones positivas y afirmativas sobre la comunidad LGBTIQ a lo largo de los años. Esto se alinea muy bien con algunos obispos alemanes que también han sido de apoyo y, de hecho, han estado liderando el camino al ofrecer bendiciones para las uniones del mismo género. En muchos sentidos, parece que la Navidad ha llegado temprano para nuestras comunidades”.
Sin embargo, Vella, quien se encuentra casado civilmente con su pareja del mismo sexo, también aconseja cautela: “Dentro de toda esta euforia, debemos ser cautelosamente optimistas con esta noticia. El documental ‘Francesco’ aún no se ha estrenado en todo el mundo, por lo que no sabemos exactamente qué dijo el Papa y en qué contexto fueron dichas sus palabras”.
Vella continua: “Como hombre casado en un matrimonio civil entre personas del mismo sexo desde 2018, miro con esperanza hacia un futuro en el que la Iglesia no solo reconoce las uniones civiles para las parejas del mismo sexo, sino que también celebra sus relaciones como signos sagrados y sacramentales de El amor como la presencia manifiesta de Dios en el mundo. La Iglesia debe celebrar nuestra fidelidad, compromiso, perseverancia y fecundidad tanto como celebra estas cualidades para las uniones heterosexuales. ¡Si tan sólo la Iglesia apreciara el tesoro que guarda en tinajas de barro!”.
“Mientras tanto”, afirmó Almeida, “nuestras comunidades de todo el mundo anhelan destellos de esperanza y afirmación de la Iglesia, mientras administran la cuota diaria de persecución y violencia que les infligen mientras luchan contra los estragos de COVID19”.
“Lo que también hace que esta noticia sea asombrosa”, continuó Almeida, “es que, según se informa, el Papa dice que ‘los homosexuales tienen derecho a ser parte de la familia’. ¡Esto es innovador viniendo del líder de la Iglesia Católica!” Según los informes, el Papa continúa indicó:“Son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Nadie debe ser expulsado o sentirse miserable por ello’.’Esperamos que por ‘familia’, el Santo Padre no solo se esté refiriendo a las familias de origen de las personas LGBTIQ, sino también a sus propias familias elegidas mientras se dedican a amar y nutrir las relaciones juntos como cónyuges y padres.
Almeida concluye: “Oramos para que la esencia de lo que cita al Papa Francisco sea verdad y que haya una sensación de cambio radical dentro de la Iglesia Católica hacia nuestras comunidades LGBTIQ en todo el mundo. Sus fieles miembros LGBTIQ, cuyas familias quieren sentirse parte de la familia católica, anhelan la aceptación y la afirmación “.
La Red Global de Católicos Arcoíris (GNRC) se conforma de organizaciones e individuos que trabajan por el cuidado pastoral y justicia para personas lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, intersexuales y queer (LGBTIQ) y sus familias. Trabajamos por el reconocimiento, inclusión, dignidad e igualdad de esta comunidad en la Iglesia Católica Romana y la sociedad en general. La GNRC fue fundada en octubre del 2015, ratificándose y adoptando sus Constitución y Regulaciones Internas en Munich-Dachau en diciembre del 2017. GNRC fue registrada oficialmente como una Organización del Tercer Sector internacional el 17 de diciembre del 2017.
Comentarios desactivados en Por qué el Vaticano guarda silencio sobre las declaraciones del Papa en ‘Francesco’: “Está en marcha hacer frente a la actual crisis”
Dejó al documental la parte sobre las ‘uniones civiles’ cortada a Televisa
El Vaticano es generalmente el encargado de grabar en vídeo las imágenes de las entrevistas, que tras revisar entrega luego al medio que las ha realizado con los cortes o las correcciones que considera necesarias
Ahora el Vaticano se niega a a explicar por qué la parte cortada de la entrevista sí que llegó a manos del director del documental “Francesco”, quien tuvo acceso a todo el material grabado por el Vaticano en estos siete años de pontificado
Además, se ha filtrado un correo interno entre los miembros del personal que trabaja en la Secretaría de la Comunicación del Vaticano en la que se indica no escribir nada sobre el tema
| EFE
La declaración del papa Francisco favorable a una ley de convivencia civil para los homosexuales que se incluye en un documental ha dado la vuelta al mundo al ser la primera vez que como pontífice se expresaba tan abiertamente sobre esta cuestión, pero cómo esta declaración llegó al director Evgeny Afineevski se ha convertido en una historia de censuras y silencios por parte del Vaticano.
“Los homosexuales tienen derecho a estar en una familia. Lo que debe haber es una ley de unión civil, de esa manera están cubiertos legalmente”, afirma Francisco en un momento de la cinta. Una afirmación que ha sido noticia en todo el mundo provocando además las críticas del ala más conservadora de la Iglesia.
Críticas de la Iglesia más conservadora
El ex prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe hasta 2017, el cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller, incluso aseguró que aunque siempre estará de la parte del papa, “no es una lealtad absoluta” porque el pontífice “no está por encima de la palabra de Dios”, en una entrevista en el diario “Corriere della Sera”.
Y agregó que muchos fieles están “molestos” porque las palabras del papa serían “el primer paso hacia una justificación de las uniones homosexuales, por parte de la Iglesia, y esto no es posible”.
También el cardenal estadounidense Raymond Burke, conocido por sus posturas contra Francisco, afirmó en una nota que “las opiniones privadas atribuidas a Francisco no corresponden a la constante enseñanza de la Iglesia”.
Entrevista cortada y silencio vaticano
La importancia de la cita era tal que se comenzó a investigar en qué momento el papa Francisco pronunció estas palabras que daban aliento y esperanza a tantos homosexuales y sobre todo a aquellos católicos que se habían visto rechazados por su Iglesia.
Uno de los hombres más cercanos al propio papa Francisco, el también jesuita Antonio Spadaro, en una entrevista a los medios de la Conferencia Episcopal Italiana, sorprendía al declarar que la parte en la que habla de los homosexuales estaba sacada de una entrevista que ofreció en mayo de 2019 a la corresponsal del canal de televisión mexicano Televisa, Valentina Alazraki.
¿Y entonces por qué nadie lo notó entonces?. Porque nunca se emitió.
Un portavoz de Televisa confirmó a EFE que la parte de la entrevista en la que el papa “hace referencia al tema de las uniones entre personas del mismo sexo, dentro del documental, sí es parte de la entrevista que hizo Valentina Alasraki“.
Y en efecto la secuencia en la que el pontífice habla de las uniones civiles homosexuales coincide con el mismo plano de la entrevista de Alazraki, la misma silla en la esquina y una idéntica pared dorada de fondo. Pero añade: “No podemos estar ciertos pues esa parte del material nunca ha estado en nuestras manos”.
El Vaticano pretende generalmente ser el encargado de grabar en vídeo las imágenes de las entrevistas, que tras revisar entrega luego al medio que las ha realizado con los cortes o las correcciones que considera necesarias.
En el caso de la entrevista que realizó Alazraki, una veterana y apreciada periodista con más de 150 viajes papales, sucedió lo mismo y se le entregó sólo una parte de ésta. Una parte, en la que como ha confirmado a EFE la cadena mexicana, nunca llegó la declaración relativa a las uniones civiles.
Tampoco aparece en la transcripción de la entrevista que también fue publicada entonces por los medios vaticanos.
El Vaticano se ha negado a comentar el porqué esta parte cortada de la entrevista sí que llegó a manos del director del documental“Francesco”, quien tuvo acceso a todo el material grabado por el Vaticano en estos siete años de pontificado.
Además se filtró un correo interno entre los miembros del personal que trabaja en la Secretaría de la Comunicación del Vaticano en la que se pedía no escribir nada sobre el tema y se afirmaba que “está en marcha hacer frente a la actual crisis”.
En estas horas se recuerda cómo en 2018 el papa Francisco hizo dimitir al entonces prefecto de la Secretaria de Comunicación, monseñor Dario Viganó, después de que modificase digitalmente una fotografía de una carta privada del papa emérito Benedicto XVI para enviarla a los medios.
Comentarios desactivados en Colectivos LGTBI de todo el mundo respaldan las palabras del Papa sobre las uniones civiles
“Las personas LGTBI quieren salir de los armarios eclesiales”
James Martin: “Es histórico, por primera vez un Papa apoyando, no simplemente tolerando”
Los gays argentinos recuerdan que Bergoglio ya defendió esta figura en Buenos Aires
Luz Elena Aranda: “Sabemos que cambiará la vida de decenas de millones de personas LGBTI en todo el mundo, tanto de los propios católicos LGBTI como de los que viven en sociedades tradicionalmente católicas, al escucharle que nos reconoce a nosotros y a nuestro derecho a una familia”
Martin: “Los comentarios del Papa puede que no sean gran cosa en Europa occidental o Estados Unidos, pero en lugares como Polonia, donde algunos obispos son virulentamente anti-LGBT, o Uganda, donde los obispos están del lado de las leyes que penalizan la homosexualidad, es muy importante”
Raúl Vera, obispo de Saltillo: “Bravo por el Santo Padre, porque abre una puerta al diálogo para resolver este pecado que estamos cometiendo contra estas personas [desde la Iglesia]”
La defensa del Papa Francisco de las uniones civiles homosexuales ha removido al mundo católico, y también a los protagonistas de sus palabras, el colectivo LGTBI. Uno de sus líderes en Argentina, Sergio Petroni, recalcó en declaraciones a los medios que Bergoglio ya se había mostrado a favor de esta medida siendo arzobispo de Buenos Aires.
“Nosotros, como comunidad hablamos cuando se discutió en Argentina el matrimonio igualitario y nos reunimos con él y le planteamos nuestra situación; lo que nos dijo fue que estaba a favor, no del matrimonio, sino de la unión civil (…) y que nosotros como hijos de Dios teníamos derecho a enamorarnos porque el amor era parte del mismísimo Dios”, subrayó.
Unas palabras, pronunciadas hace una década (2010), que hoy vuelven a cobrar vigencia, signo tal vez de lo mucho que le falta a la Iglesia por evolucionar en la defensa de las libertades civiles de los colectivos LGTBI (no hablemos ya de la cuestión sacramental). Así, Petroni recordó “el amor” con el que el actual Papa Francisco escuchó y atendió las inquietudes que como comunidad católica gay tenían frente a la vida.
For those who think the Pope’s comments about same-sex civil unions are no big deal: Perhaps in the US or Western Europe. But in places like Poland, where some bishops are virulently anti-LGBT; or Uganda, where bishops side with laws criminalizing homosexuality, it’s a big deal.
En ese sentido, agregó que “para que la iglesia permita el matrimonio como lo hacen los heterosexuales hay una distancia bastante grande, pero sí reconocemos que un Papa hable de sexo, que hable de placer, que (diga que) está hecho por Dios para que sea el culminen del amor, propiamente dicho, es un paso muy grande”.
Habla el Papa, no el arzobispo de Buenos Aires
Uno de los grandes defensores de la Iglesia inclusiva, el jesuita James Martin, sj., calificó de “histórico” el paso dado por Francisco. ¿Por qué? “Primero, porque los dice como Papa, no como arzobispo de Buenos Aires. Segundo, porque está claramente apoyando, no simplemente tolerando, las uniones civiles. En tercer lugar, porque lo dice en cámara, no en privado”.
En opinión de Martin, “los comentarios del Papa puede que no sean gran cosa en Europa occidental o Estados Unidos, pero en lugares como Polonia, donde algunos obispos son virulentamente anti-LGBT, o Uganda, donde los obispos están del lado de las leyes que penalizan la homosexualidad, es muy importante”.
Reacciones en todo el mundo
En el resto del mundo, las reacciones fueron muy similares. Así, en declaraciones a Reuters, Francis De Bernardo, responsable de las comunidades LGTB+ de Estados Unidos, incidió en que “es un momento histórico en el que el líder de la Iglesia Católica Romana, considerado durante mucho tiempo como un perseguidor de las personas LGBTQ, se mueve en una dirección de apoyo para las parejas lesbianas/gays y sus familias. Es una señal de que la iglesia continúa mejorando su enfoque de los temas LGBTQ”.
Por su parte, Bartosz Staszewski, activista polaco LGBT+ apuntó que “es tarde, pero al menos sucedió”. En su opinión, las palabras del Papa “ayudarán a nuestra lucha (…) Espero que este sea un nuevo capítulo que está comenzando”.
“What Pope Francis is telling us is that lesbian and gay people are part of families. He’s holding up family values and this is so important.”
—Sr. Jeannine Gramickhttps://t.co/dMr9sO8TGh
Para Marianne Duddy-Burke, directora ejecutiva de Dignity USA, el potencial de las declaraciones del Pontíice “es enorme”. “Si esto indica que el Vaticano va a dejar de ser un impedimento para la protección legal de las parejas del mismo sexo y nuestras familias (…) sería un punto de inflexión internacional”.
Para Luz Elena Aranda, secretaria General del Grupo de Apoyo LGBT+ ILGA WORLD, “recibimos con agrado estas palabras del Papa. Sabemos que cambiará la vida de decenas de millones de personas LGBTI en todo el mundo, tanto de los propios católicos LGBTI como de los que viven en sociedades tradicionalmente católicas, al escucharle que nos reconoce a nosotros y a nuestro derecho a una familia”.
Finalmente, desde México, Juan Jacobo Hernández Chávez, director del Colectivo Sol, calificó las declaraciones de Francisco como “un paso adelante, es el primer Papa que dice semejante cosa”. Hernández afirma que para los cristianos católicos va a ser un cambio muy grande y cree que será un gran “escándalo” que suscitará posiciones “a favor y en contra” dentro de la Iglesia católica.
Avance “positivo” aunque “llega tarde”
Este es un avance “positivo” aunque “llega tarde”, añade Enrique Torre Molina, activista y consultor LGBT+ y cofundador del espacio Colmena 41. “En lo primero que pensé fue en las personas gais, lesbianas o trans que son católicas y que con estos cambios les comunican un mensaje de que son un poquito más bienvenidos en una institución que históricamente no les ha dado la bienvenida”, comenta. También cree que es un “mensaje importante” para los padres y madres de personas de estos colectivos, pues les da “más herramientas dentro de su fe” para querer a sus hijos. Aun así, “yo quisiera que la aceptación fuera total, no solo como una concesión parcial”.
Dentro de la jerarquía eclesiástica, el obispo de Saltillo y activista destacado por los derechos LGTBI en México, Raúl Vera, es rotundo: “Bravo por el Santo Padre, porque abre una puerta al diálogo para resolver este pecado que estamos cometiendo contra estas personas [desde la Iglesia]”. El religioso afirma que es “inmoral” que las personas de orientación homosexual no puedan gozar de un estatuto legal como el resto de los ciudadanos. “Está librando [el papa Francisco] a la Iglesia de un compromiso grandísimo con un sector de la población mundial”, celebra, informa El País.
Comentarios desactivados en Diego Neria: “Francisco ha dado un paso abismal”
El Papa, con Diego Neria y Macarena Agencias
COGAM pide al Papa que “distinga la diversidad familiar” y reconozca el matrimonio
El transexual extremeño recibido por Francisco asegura que “Bergoglio es un guerrero al que es casi imposible parar, que va a luchar porque sigan abriéndose ventanas y entre aire fresco en la institución, y seguirá en su lucha por la igualdad, de dejar de rechazar y poner etiquetas”
Sectores ultraconservadores se lanzan en tromba contra el Papa y recuerdan que tanto Juan Pablo II como Ratzinger (y el propio Catecismo) se oponen a la legalización de las uniones homosexuales”
COGAM insta al pontífice a que “hable” con la Conferencia Episcopal Española para que “no estigmatice a las personas LGTBI” y “ponga fin a las llamadas ‘pseudoterapias’ de curación homosexual”
José María Olaizola, sj.: “Para muchos será escandaloso lo que ha dicho el Papa sobre uniones civiles de personas lgtb, cuando en la sociedad ya está más que asumido. Nuestra asignatura pendiente no es decirles a las personas homosexuales qué hacer en su vida civil, sino facilitar su pertenencia eclesial”
“Las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia, son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie ni hacerle la vida imposible por eso. Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil, tienen derecho a estar cubiertos legalmente“. Las palabras del Papa Francisco en un documental que se estrenó ayer en el Festival de Roma han dado la vuelta al mundo.
En las mismas, Bergoglio sigue un argumento muy similar, por cierto, al que sostuvo en 2010, siendo arzobispo de Buenos Aires, cuando la Iglesia argentina se oponía a la legalización del matrimonio homosexual, o cuando en 2013 se preguntó: “¿Quién soy yo para juzgar?“ a los homosexuales.
¿Aprueba el Papa los matrimonios LGTBI? No. Pero sí da un paso adelante, que confirma lo que ya dijo a Valentina Alazrraki en 2019: “Las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia, las personas con una orientación homosexual tienen derecho a estar en la familia y los padres tienen derecho a reconocer ese hijo como homosexual, esa hija como homosexual”.
“Es un paso abismal que un Papa esté reconociendo que los derechos tienen que ser los mismos para todo el mundo“, afirma, con contundencia, Diego Neria. El transexual extremeño, recibido hace unos años por el Papa junto a su pareja, y con el que mantiene desde ese momento una relación cercana, se muestra satisfecho y “muy alegre de estos pasos, que pueden tranquilizar a mucha gente”.
Ratzinger, Wojtyla… y el Catecismo
“Supongo que ahora saldrán los sectores contrarios a él, e incluso colectivos LGTBI quejándose de que no ha ido más allá, de que la Iglesia no se implica…”, apunta, en conversación con RD, Neria. Dicho y hecho: los sectores ultraconservadores han salido en tromba contra el Papa, exigiendo una matización de la Oficina de Prensa vaticana y recordando que tanto Juan Pablo II como Ratzinger, en un documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sostenían explícitamente, en 2003 (es el último texto oficial publicado al respecto), que “la Iglesia enseña que el respeto hacia las personas homosexuales no puede en modo alguno llevar a la aprobación del comportamiento homosexual ni a la legalización de las uniones homosexuales“.
También, han recordado al Pontífice el canon 2357 del Catecismo, que subraya que los comportamientos homosexuales “son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso”.
Matrimonio igualitario y no estigmatización
También, desde COGAM se ha reclamado al Papa Francisco que reconozca el matrimonio entre personas del mismo sexo y la “realidad” de las personas trans y ha pedido que “hable” con la Conferencia Episcopal Española “para la no estigmatización” del colectivo LGTBI y para que “se prohíban las ‘pesuedoterapias’ de curación homosexual”.
En un comunicado, la presidenta de COGAM, Carmen García de Merlo, ha insistido que “la unión civil entre personas del mismo sexo fue aprobada en Italia en 2016”. “Esta declaración de intenciones por parte del Papa llega tarde. Le pedimos que reconozca el matrimonio igualitario que, por ejemplo en Italia, sigue sin ser legal”, ha asegurado, informa Ep.
Además, García de Merlo ha recordado al Papa que “el colectivo LGTB+ no solo vela por los derechos de los homosexuales”. “Está formado por lesbianas, gays, bisexuales y personas trans, vamos todas a una. Por eso queremos que la Iglesia se quite la venda y reconozca todas las realidades”, ha subrayado, que también ha pedido hacer hincapié en las personas trans, las “más estigmatizadas dentro del colectivo”.
COGAM ha exigido además a Francisco que “distinga la diversidad familiar“. “El Papa liga el matrimonio a la familia. Hay muchos tipos de familias: homoparentales, adoptivas, de madres separadas. Es hora de acabar con esos prejuicios”, ha reclamado García de Merlo.
Por último, la asociación ha instado al pontífice a que “hable” con la Conferencia Episcopal Española para que “no estigmatice a las personas LGTBI” y “ponga fin a las llamadas ‘pseudoterapias’ de curación homosexual”.
El Papa dice lo que piensa
Por contra, Diego Neria responde: “¿De verdad pensáis que si estuviese en su mano no hubiera ido más allá? Ha dejado meridianamente clara cuál es su postura respecto a esto, tanto con los gays como con la transexualidad, a la gente que toda la vida la Iglesia ha etiquetado de enferma o de aberrante… “.
Para Neria, como para muchos otros expertos, la clave está en el cambio de actitud. “Francisco está abriendo puertas, dando pasos de gigante. No está en su mano arrancar los cimientos añejos de un Vaticano que ha hecho tanto daño y sigue haciendo“.
“No me han extrañado sus declaraciones, las estaba esperando. Quizás porque yo tuve la suerte de sentarme a charlar con él una hora y media, quizá porque le he oido, le he visto, he visto sus ojos cuando me hablaba, y quizá porque he podido vivirlo en primera persona y en la cercanía. Creo que sé cómo piensa de todo esto. No me extraña que lo diga“, concluye Neria, que insiste en que “Bergoglio es un guerrero al que es casi imposible parar, que va a luchar porque sigan abriéndose ventanas y entre aire fresco en la institución, y seguirá en su lucha por la igualdad, de dejar de rechazar y poner etiquetas”.
Para muchos será escandaloso lo que ha dicho el Papa sobre uniones civiles de personas lgtb, cuando en la sociedad ya está más que asumido. Nuestra asignatura pendiente no es decirles a las personas homosexuales qué hacer en su vida civil, sino facilitar su pertenencia eclesial.
Por otro lado, el jesuita José María Olaizola ha publicado un interesante hilo de Twitter en el que subraya cómo “para muchos será escandaloso lo que ha dicho el Papa sobre uniones civiles de personas lgtb, cuando en la sociedad ya está más que asumido. Nuestra asignatura pendiente no es decirles a las personas homosexuales qué hacer en su vida civil, sino facilitar su pertenencia eclesial”.
En opinión de Olaizola, “creo que más gentes de iglesia tenemos que pronunciarnos más aún para que el Papa pueda llegar a decir más”. Porque “cuando hay gente que dice que las personas lgtb ya son perfectamente acogidas en la Iglesia me vienen a la mente cientos de conversaciones que he mantenido con católicos/as lgtb heridos por la falta de acogida que han encontrado y encuentran. Cada día”. Y es que queda mucho por hacer.
Comentarios desactivados en Francisco: “Las parejas homosexuales tienen derecho a estar cubiertas legalmente”
¿Giro en el Vaticano?
El pontífice da un paso al cambiar el “quién soy para juzgar” con el que respondió a unos periodistas y propone en un documental “una ley de convivencia civil”
“Las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia, son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie, ni hacer la vida imposible por eso”
Migrantes y refugiados, pobres, abuso sexual a menores, papel de la mujer… son otros de los aspectos que se abordan en ‘Francesco’
“Las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia, son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie, ni hacer la vida imposible por eso”. El Papa Francisco defendió “una ley de convivencia civil” para las parejas homosexuales, que “tienen derecho a estar cubiertos legalmente”, en el documental ‘Francesco’, dirigido por el cineasta ruso Evgeny Afineevsky y que se ha presentado hoy en el festival de cine de Roma.
Se trata de la primera ocasión en la que el Papa hace una propuesta tan reveladora, y que va mucho más allá de aquel “¿Quién soy yo para juzgar?“ con el que respondió a una pregunta sobre la Iglesia y los homosexuales durante un vuelo papal.
Un cambio drástico en la postura del Vaticano
El respaldo papal a las uniones civiles entre personas del mismo sexo representa un cambio drástico en la postura oficial del Vaticano (y de sus predecesores) al respecto. Las palabras del pontífice se recogen en un fragmento del documental que reflexiona sobre el cuidado pastoral para lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
“Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar cubiertos legalmente”, recalcó el Papa Francisco. “Yo defendí eso”. Su biógrafo, Austen Ivereigh, recuerda que cuando el Papa era arzobispo de Buenos Aires se opuso a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, pero se mostró a favor de una ley que regulase las uniones en una votación celebrada en el seno de la Conferencia Episcopal Argentina (que perdió). “Lo hizo porque cree que deben respetarse los derechos básicos como poder heredar, visitar al otro en el hospital… Es una cuestión de justicia civil. Esa fue su posición matizada, pero perdió el voto con los otros obispos”, recuerda el autor de El gran reformador, la biografía de referencia sobre Francisco.
Es la primera vez, sin embargo, que Francisco muestra un apoyo tan nítido y directo a este tipo de uniones desde que fue nombrado Papa en 2013. Además, la referencia explícita a la “familia” profundiza más en un concepto hasta ahora tabú para la Iglesia en relación con la convivencia entre personas homosexuales. La cita puede generar dudas, pero no está en la agenda del Vaticano aprobar, en ningún caso, la adopción de hijos en las parejas homosexuales.
Las leyes de unión civil entre personas del mismo sexo ya existen en la mayoría de países europeos. Pero Francisco pide que se promuevan refiriéndose, se supone, a los lugares donde todavía no existen. La nacionalidad rusa de su entrevistador, además, hace suponer que el Papa piensa en lugares donde los homosexuales son perseguidos.
La posición de Francisco sobre la integración de los homosexuales en la Iglesia ha sido siempre algo ambigua, pero mucho más avanzada que la de sus predecesores. La primera vez que habló de ello como Pontífice fue en un el vuelo de vuelta de su viaje a Brasil en 2013. Entonces dijo: “Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”. Explicó también que dicha orientación sexual no era un pecado, aunque matizó que sí lo eran los actos.
Más adelante, además, en unas polémicas declaraciones, aconsejó llevar a los niños homosexuales al psicólogo. “Todo el mundo tiene derecho a tener un crío, venga como venga. Comprendo que genere dolor si es homosexual, pero nunca se echa del hogar a alguien porque tenga tendencia homosexual. Cuando la persona es muy pequeña y muestra síntomas raros, puede ir a un psicólogo para que vea a qué se debe eso”, señaló en una entrevista en La Sexta.
La posición oficial del Vaticano respecto a las uniones civiles entre personas del mismo sexo seguía siendo la que se estableció en 2003 durante el pontificado de Juan Pablo II. Entonces, la Congregación para la Doctrina de la Fe, que dirigía el futuro papa Joseph Ratzinger, publicó un documento bajo el título “Las consideraciones en lo concerniente a las propuestas de dar reconocimiento legal a las uniones entre personas homosexuales”. “La Iglesia enseña que el respeto por las personas homosexuales no puede conducir de ninguna manera a la aprobación de la conducta homosexual o en el reconocimiento legal de las uniones homosexuales”.
La declaración, que llega en un momento de profunda división ideológica, sorprende por el formato en que se produce. Lucetta Scaraffia, historiadora y experta en asuntos sociales y de la mujer en la Iglesia cree que “es parte de su proceso de apertura”. “Es algo importante. Hay que recordar todos los partidos católicos que han hecho una guerra contra esto. Supongo que creará problemas dentro de la Iglesia y en el mundo político. Quizá hacía falta hacerlo de forma más detallada y transitoria, es como si faltase un pasaje hasta llegar aquí”, opina. Un método, sin embargo, habitual en este papado.
El documental, que se estrenará en América este fin de semana, muestra las aproximaciones pastorales de Bergoglio ante distintos problemas sociales. Junto al Papa, aparecen en el filme otras figuras de colaboradores del Papa, entre los que destaca el cardenal Tagle. Migrantes y refugiados, pobres, abuso sexual a menores, papel de la mujer… son otros de los aspectos que se abordan en ‘Francesco’.
En la película se muestra el testimonio de una pareja de hombres italiano que querían llevar a sus hijos a la parroquia. “Él no mencionó cuál era su opinión sobre mi familia. Probablemente él está siguiendo la doctrina en este punto”, dijo el hombre, al tiempo que elogió al Papa por una disposición y una actitud de acogida y aliento.
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La imagen de una plaza de San Pedro lluviosa y vacía por la pandemia de coronavirus y un solitario Francisco dirigiéndose al centro es la poderosa metáfora con la que el director nominado al Óscar Evgeny Afineevsky arranca su último documental, una mirada muy cinematográfica sobre la personalidad y las acciones del papa argentino.
“Francesco”, que se estrenó este miércoles en el Festival de Cine de Roma, es un documental dedicado a “una Humanidad que crea dramas y desastres, y a él, que con humildad y sabiduría, trata de guiarnos para construir un futuro mejor”, dice Afineevsky en entrevista con Efe.
“Yo no lo veo como un documental sobre el papa, es un documental sobre todos nosotros, toda la Humanidad que crea desastres, agrede al medio ambiente, monta todas estas guerras que hacen huir a migrantes, crea el abuso sexual, que no solo lo hay en la Iglesia, también en Hollywood”, asegura el director.
“Él trata de ayudarnos a navegar, a cambiar, mostrándonos que estamos ante una línea roja” y que debemos elegir entre “ser víctimas de nuestro pasado o héroes de nuestro futuro”, añade.
El director, afincado en EEUU, nominado al Óscar al mejor documental en 2016 con “Winter on fire: Ukraine’s Fight for Freedom” sobre la revolución del Maidán, y a tres Emmy por “Cries from Syria” en 2017, ha tardado casi tres años en filmar esta cinta, que durante dos horas recorre el pensamiento y experiencias de Bergoglio, a través de sus viajes, testimonios de personalidades y amigos y con el hilo conductor de contundentes palabras del papa.
“Me he reunido con él unas cinco veces, siempre en función de su agenda, hemos tenido también dos entrevistas a cámara”, cuenta el director, que grabó las últimas tomas justamente durante la pandemia el pasado junio.
Su documental quiere ser como “una ducha fría”, mostrar al mundo que “estamos en cierto punto en el que debemos reevaluar nuestras acciones, recordar que lo que puede ocurrir es el Armagedón”, insiste, pues como dice Francisco: “la Humanidad vive una crisis que no es solamente económica y financiera, también es ecológica, educativa, moral, humana”.
Afineevsky no pretende mostrar a Francisco como una celebridad. “A diferencia de la película de Win Wenders de hace un par de años, es importante para mi no mostrarlo ni como un papa ni como el rey del universo, sino como una persona humilde: hago esto, intento ayudaros, mostraros los desastres que vosotros, como humanidad estáis haciendo, intentemos dejar de cometer errores, cuidar el medio ambiente, ser hermanos, terminar con el odio”.
Las mismas ideas que Francisco puso sobre el papel en su tercera y reciente encíclica “Fratelli Tutti” (Hermanos todos).
“Él pone su trabajo y sus pensamientos en su encíclica, yo pongo mi trabajo y mis ideas y mi manera de contar historias como director de documentales, hago un monumento cinematográfico dedicado a nosotros, que creamos drama y desastres, y a él, que le gusta ir a la línea del frente”.
Con imágenes conmovedoras de sus viajes -como su visita al campo de refugiados de Lesbos- y frases de gran impacto –“quien piensa solo en hacer muros y no puentes no es cristiano”, “no hay santo sin pecado ni pecador sin futuro“- el cineasta muestra a un hombre “que llora con la Humanidad”, como dice uno de los entrevistados, el padre franciscano Michael Perry.
En el documental, el director de 48 años, nacido en Kazán (antigua Unión Soviética), que creció en Israel y después emigró a Estados Unidos, no aborda cuestiones religiosas, sino las ideas del papa sobre los grandes desafíos de nuestro tiempo. “Para mi que no soy católico, que soy judío y nacido como ateo en Rusia, era importante mostrar al mundo que yo, con mi perspectiva no religiosa puedo ver lo que este hombre hace y cómo nos inspira”, señala.
Por eso optó por una película “que pueda ser vista por jóvenes y mayores, por diferentes grupos sociales, creyentes y no. Traté de crear una historia cinematográfica que puede se entendida por gente sencilla y gente muy cultivada, algo que pueda quedar después de nosotros y pueda educar a la gente”.
Curiosamente, la elección del argentino Jorge Bergoglio como papa en marzo de 2013 aparece casi al final. “Tradicionalmente, todas las películas sobre el papa empiezan por su nombramiento, pero yo quiero enfatizar que no hago un filme sobre el papa, quería mostrar ese contraste” empezando con la plaza vacía en junio de 2020 y la plaza abarrotada en marzo de 2013, para hacer pensar al espectador acerca de todo lo que ha sucedido.
“Intento decir a la gente que es importante aprender de nuestros errores, como hace él…un líder y un hombre que no tiene miedo de arrodillarse y decir lo siento”. “Bergoglio, y eso es lo fascinante, sigue abierto a aprender de sus errores, de la gente que le rodea”, afirma.
Uno de esos errores, que luego el papa reconoció, es cuando en 2018 no creyó a las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes en Chile y les pidió pruebas enfadado, pero poco después pidió perdón, recibió a las víctimas en Roma e hizo dimitir a los obispos chilenos.
“Solo dos meses después de la cumbre de los abusos de febrero de 2019 se vieron los primeros frutos, la nueva ley vaticana que obliga a denunciarlos y poco después se abolió el secreto pontificio”, subraya Afineevsky, que incluye entre las entrevistas del documental a víctimas de estos abusos, como el activista chileno Juan Carlos Cruz.
También se muestra al jesuita Bergoglio en Buenos Aires antes de ser papa, gracias a imágenes antiguas – sentado en el transporte público, por ejemplo- y testimonios de sus allegados y amigos, como uno de sus sobrinos, el padre Pepe, el rabino Skorka, o el imam Omar Abboud, además del premio Nobel Pérez Esquivel o Estela de Carloto, de las abuelas de plaza de Mayo. “Para mi era importante conocerlo antes de que fuera papa, para entender su carácter y lo que le motivó a ponerse en primera línea, porque va en su personalidad ponerse en primera fila en cualquier desastre”, asegura el realizador.
El drama de los migrantes está muy presente con imágenes conmovedoras del papa en Lampedusa o en el campo de Lesbos, en Grecia, y el propio Bergoglio, de origen italiano, habla de su “sangre migrante”. “Yo también soy emigrante”, cuenta Afineevsky, que coincide con él en que se debe acoger, pero también integrar a esa gente.
“Estuve en la frontera entre México y EEUU y pienso: la audiencia de EEUU olvida quien limpia nuestras casas, la gente de México, quién trabaja en la construcción cuando vamos contra ellos. Sí, debe haber ciertas reglas, pero eso no significa desunir familias, ponerlas en celdas”, afirma.
La cinta cuenta con entrevistas con el papa emérito Benedicto XVI, el cardenal filipino Tagle, el presidente Sarkissian de Armenia -donde Francisco habló de genocidio causando el enfado de Turquía- entre otras.
El realizador recibe hoy jueves en el Vaticano de manos de Rosetta Sannelli, su creadora, el premio Kineo Pelìcula para la Humanidad, que tradicionalmente se entrega en el festival de Venecia, y que se otorga a quienes promueven temas sociales y humanitarios. Ello porque “Francesco” ilustra el pensamiento y la obra de este papa “volcánico e imparable”, una personalidad de gran profundidad a nivel mundial, independientemente de sus creencias o juicios personales”, señala el fallo.
Comentarios desactivados en “La vida solo es para Dios”. 29 Tiempo ordinario – A (Mateo 22,15-21)
La exégesis moderna no deja lugar a dudas. Lo primero para Jesús es la vida, no la religión. Basta con analizar la trayectoria de su actividad. Se le ve siempre preocupado por suscitar y desarrollar, en medio de aquella sociedad, una vida más sana y más digna.
Pensemos en su actuación en el mundo de los enfermos: Jesús se acerca a quienes viven su vida de manera disminuida, amenazada o insegura, para despertar en ellos una vida más plena. Pensemos en su acercamiento a los pecadores: Jesús les ofrece el perdón que les haga vivir una vida más digna, rescatada de la humillación y el desprecio. Pensemos también en los endemoniados, incapaces de ser dueños de su existencia: Jesús los libera de una vida alienada y desquiciada por el mal.
Como ha subrayado Jon Sobrino, pobres son aquellos para quienes la vida es una carga pesada, pues no pueden vivir con un mínimo de dignidad. Esta pobreza es lo más contrario al plan original del Creador de la vida. Donde un ser humano no puede vivir con dignidad, la creación de Dios aparece allí como viciada y anulada.
Por eso Jesús se preocupa tanto de la vida concreta de los campesinos de Galilea. Lo primero que necesitan aquellas gentes es vivir, y vivir con dignidad. No es la meta final, pero es ahora mismo lo más urgente. Jesús les invita a confiar en la salvación última del Padre, pero lo hace salvando a la gente de la enfermedad y aliviando dolencias y sufrimientos. Les anuncia la felicidad definitiva en el seno de Dios, pero lo hace introduciendo dignidad, paz y dicha en este mundo.
A veces, los cristianos exponemos la fe con tal embrollo de conceptos y palabras que, a la hora de la verdad, pocos se enteran de lo que es exactamente el reino de Dios del que habla Jesús. Sin embargo, las cosas no son tan complicadas. Lo único que Dios quiere es esto: una vida más humana para todos y desde ahora, una vida que alcance su plenitud en la vida eterna. Por eso nunca hay que dar a ningún César lo que es de Dios: la vida y la dignidad de sus hijos.
Comentarios desactivados en 18 octubre 2020. Dom 29 TO. Pagad a César lo que es del César…
Del blog de Xabier Pikaza:
En un sentido, el proyecto se oponía al orden imperial de Roma, que mantenía su poder armado sobre fundamentos de dinero. Pero no es una oposición en el mismo nivel (en forma de contradicción entre iguales o semejantes), sino en una oposición en otro plano. No se trata de luchar contra el César y su Dinero (mammon) en un plano imperial, sino de subir de nivel.
En ese contexto se sitúa y ha de entenderse el tema clave sobre el tributo del César, que sus adversarios le plantean para “cazarle” en algún tipo de contradicción y así acusarle ante el pueblo (si defiende el tributo del César) o ante la administración romana (si lo rechaza). Así lo suponen, según el evangelio de Lucas, las autoridades de Jerusalén cuando llevan a Jesús ante Pilato, acusándole de presentarse como pretendiente mesiánico y de impedir el pago de los tributos del César (Lc 23, 2). En ese fondo se sitúa el texto de este domingo.
Texto según Mateo
En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: “Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?” Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: “Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto.” Le presentaron un denario. Él les preguntó: “¿De quién son esta cara y esta inscripción?” Le respondieron: “Del César.” Entonces les replicó: “Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.” (Mt 22, 15-21)
Ésta es la pregunta que le plantean a Jesús en Jerusalén, en el momento clave de su revelación mesiánica. El tema es la moneda del tributo, que significativamente él no posee, no por casualidad (como si sele hubiera olvidado tomarla), sino por principio, porque no utiliza ese tipo de monedas. Él ha pedido a sus discípulos que anuncien el Reino sin bolsa de dinero o vestidos de repuesto (cf. Mc 6, 6b-13). He desarrollado el tema en Comentario de Mateo y en Economía y teología.
Introducción
Por eso mismo, Jesús ha dicho al rico que venda lo que tiene, que reparta lo obtenido entre los pobres, para iniciar así un camino donde puedan compartirse casas-campos y relaciones familiares (Mc 10, 17-31). En este contexto se sitúa este relato, que fija las relaciones entre el movimiento de Jesús y el imperio, en el contexto de la tensa situación de Palestina (Israel), que desembocará poco después (tras el 66 d. C.) en una dura guerra contra Roma, que ha de entenderse en clave económica:
‒ Losdefensores del Imperio, tenderán a justificar la economía y política de Roma, pagando unos impuestos que se entienden como un modo de participar en ese Imperio, en comunión con otros pueblos cultos de aquel tiempo. El denario del tributo es para ellos una forma de contribuir al orden externo (mundano) de Dios.
‒ Los enemigos del Imperio, entenderán el tributo como atentado contra la sacralidad israelita. Posiblemente, identifican la familia de Dios con el grupo nacional judío y quieren acuñar moneda propia, avalada con el nombre de Jerusalén. Por eso rechazan al César y su impuesto. Diga Jesús lo que diga, podrán acusarle: si afirma, le llamarán colaboracionista; si niega, insumiso, anti-romano.
Más allá de la ley imperial
En su respuesta, Jesús no defiende la oposición violenta (guerra contra Roma), pero tampoco apoya el orden de Roma, pues a quienes le preguntan (le tientan) les responde que devuelvan el dinero a Roma, es decir, al César. En ese contexto, debemos suponer que él fue contrario al pago del tributo a Roma, no sólo por lo que ello implicaba de colaboración con el orden económico del Imperio, sino porque implicaba un tipo de economía fundada en el dinero. En esa línea, la respuesta de Jesús (¡devolved al César lo que es del César y dad a Dios lo que es de Dios!) no se puede entender como declaración de guerra contra Roma, pero tampoco como aceptación de su tributo, sino como algo mucho más profundo: una subida de nivel, una llamada a la creación de un tipo de comunión humana en un nivel más alto que el de Roma.
Según este relato , Jesús se sitúa “fuera de ley”, no en contra, sino al margen de ella, buscando las “cosas de Dios” (cf. Mc 8, 33) más allá del dinero y de la espada, pero no en un plano de ideales espiritualistas, sino de relaciones humanas (como indica en otra perspectiva el Sermón de la Montaña: Mt 5-7; Lc 6, 20-46). Las “cosas” de Dios definen la identidad del proyecto cristiano, en un espacio de gratuidad y pan compartido, no de dinero, desbordando el plano del talión, como sabe Mt 5, 21-48: “habéis oído que se ha dicho; yo, en cambio, os digo…”.
‒ ¿Es lícito pagar o no? Fariseos y herodianos quieren situar a Jesús ante la alternativa de pagar o rechazar el pago, pero siempre en un plano monetario, en una sociedad campesina en la que apenas corre el dinero, de forma que, para muchos, no existe casi más moneda que la utilizada para los tributos. Pero Jesús ha roto esa alternativa. No se trata de pagar o no pagar, sino de situarse en una dimensión más alta de revelación de Dios, es decir, de humanidad solidaria, por encima de una economía y política fundada en la posesión de la moneda. Jesús no acepta el tributo ni lo rechaza, sino que hace algo más radical, supera el nivel monetario del dinero (pagar o no pagar a Roma), pidiendo que se devuelva a Roma su dinero (con sus impuestos) para situar el tema en clave de evangelio.
‒ Jesús no tiene moneda, por eso se la pide a sus tentadores. Ellos se la traen, y el la mira, preguntando por la inscripción y la imagen rabadas en ella. (a) Por un lado, Jesús quiere superar el nivel de economía en que parecen situase todo, para colocarse más allá del dinero. (b) Por otra parte, la moneda del tributo (que los “tentadores” muestran a Jesús), tiene valor de curso legal (económico), pero no es profana, en el sentido moderno del término, pues el Cesar cuya imagen esta grababa en ella actúa como autoridad religiosa, es decir, como signo de la divinidad. También la inscripción (que podía ser “Tiberio César Augusto, hijo del divino Augusto”) tenía carácter sagrado. De esa manera, el tributo de César situaba a los hombre ante un “dios” que actúa por interés de dinero, y eso es lo que Jesús no puede aceptar.
‒ Devolved al César… Jesús no combate con armas contra el César, pero tampoco le obedece (no emplea su dinero), sino que sale fuera del espacio de su dominio, para situarse en un ámbito de vida y convivencia donde ya no sea necesario el tributo del César. Aquellos que le tientan llevan consigo un dinero del César, dispuestos a emplearlo. Pues bien, Jesús les dice que “devuelvan” ese dinero, de modo que no tengan nada que deberle, nada que pagarle. No se trata, por tanto, de luchar en guerra contra el César y su dinero (como pretendían los celotas, para crear después su impuesto), sino de devolverle su dinero, para que haga con él lo que quiera, pues aquello que los cristianos han de construir no se logra con moneda. Jesús no ha caído en la trampa que quieren tenderle (pagar o no pagar), sino que propone otra salida: Devolver la moneda al César, darle lo suyo, salir de su imperio económico.
‒ Y dad a Dios lo que es de Dios… Sólo allí donde al César se le devuelve la moneda (sin entrar en cálculos con él) se puede dar a Dios lo que es de Dios, es decir, todo lo que somos y tenemos de verdad, inaugurando un tipo de vida distinta, en gratuidad, es decir, sin “capital” imperial, sin la violencia política y económica que simboliza el tributo. Esta palabra de Jesús sobre el impuesto ha de entenderse a la luz de todo el evangelio. Cerrada en sí misma, ella podría tomarse como puro enigma, una salida ingeniosa, llena quizá de ironía, pero recibe su sentido a la luz de aquello que Jesús ha dicho y realizado en su búsqueda de casa y comida compartida. Ciertamente, el dinero valdría para comprar y compartir los panes y peces con los necesitados (cf. 6, 37; 10, 17-22; 14, 3-9), pero Jesús no se ha situado en ese nivel de comprar y vender, sino que ha querido y quiere situar su movimiento (como han mostrado los dos temas anterior: del rico que quiere seguirle y de Pedro que dice que lo han dejado todo….) en un plano de gratuidad y vida compartida.
Habían querido tenderle una trampa (pagar el tributo oponiéndose al nacionalismo judío, o no pagarlo, enfrentándose con Roma). Pero Jesús se elevó de nivel, sin caer en la trampa de fariseos y herodianos. No dice “sí” (hay que pagar), ni dice “no” (hay que negarse a pagar), sino algo anterior y mucho más profundo: apodote (devolvedle) al César lo que es del César, a fin de “dar” a Dios lo que es de Dios (es decir, para realizar su obra en el mundo). Por eso, el texto acaba diciendo que se admiraban de él, pero sus acusadores pueden decir y dicen que él ha venido diciendo a la gente que no pague tributos al César, con lo que eso significa en aquel contexto (cf. Lc 23, 2).
Jesús no sataniza al dinero y a su César (contra los celotas), ni lo diviniza, pero lo expulsa en cuanto tal del ámbito mesiánico y, lo que es mucho más grave, él se ha atrevido a proclamar y mostrar con su vida que lo opuesto a Dios es Mammón , el dinero convertido en “dios” supremo de este mundo (cf. Mt 6, 24), por encima del imperio de Roma y del mismo templo de Jerusalén. Parece que su evangelio no se centra en temas o motivos de economía particular, sino en una experiencia y tarea de gratuidad universal, superando el plano del dinero, como parece haber puesto de relieve Mc 10, 17-31. Pero eso no es más que una “apariencia”. En realidad, todo el proyecto de Jesús va en contra del dinero del César, no en un sentido militar (luchar contra las legiones de Roma), sino en un sentido mucho más profundo: Devolver el dinero al Cesar, saliendo así de su campo de dominación, de su espacio vital y comercial.
Ciertamente, el mismo Jesús, que ha derribado por el suelo las monedas del templo (es decir, la estructura sacral del judaísmo interpretada como culto a Dios), no condena y rechaza de esa forma la moneda del César (no la tira por el suelo), pero hace algo mucho más hondo y peligroso: Sitúa esa moneda, con toda la economía imperial, fuera de su movimiento mesiánico. De esa forma, la expulsa de su comunidad, pero sin luchar militarmente contra ella, sino situándose en otro nivel, que es el más peligroso para Roma y para su imperio económico: Jesús sale de su espacio de dominio, queda fuera, no necesita del César[1].
Devolver la moneda al César significa dejar que ande por ahí, dejar que exista el orden de este mundo (como supone Pablo en Rom 13, 1-6), pero sin participar de él, sin emplear su moneda. Se trata, pues, de dejar al César a un lado, sin luchar contra él, pero sin aceptarle. Este pasaje nos sitúa ante un gesto supremo de “insumisión activa”. Jesús está anunciando la llegada de un Reino donde no exista moneda del césar, un Reino en el que los hombres no se dominen unos a los otros por dinero. Éste es el texto base, ésta la aportación suprema del evangelio, que después los cristianos han interpretado y siguen interpretando de diversas maneras.
Interpretaciones
‒ La primera, la propia de Jesús, es la oposición de planos. Jesús ha invitado a devolver el dinero al César, a no utilizar su moneda, a no emplear su economía. De esa manera, sus seguidores han de quedar liberados del peso y la carga de toda economía monetaria, pero llamados a buscar otros tipos de colaboración y comunión económica, sea en la línea del proyecto de Mc 10, 29-31, con el ciento por uno, o en la línea de los sumarios de Hch 2-4). Leer más…
Seguimos en la explanada del templo de Jerusalén, en medio de los enfrentamientos de diversos grupos con Jesús. Esta vez, fariseos y herodianos lo van a poner en un serio compromiso preguntándole sobre la licitud del tributo al emperador romano. Por entonces, además de los impuestos que se pagaban a través de peajes, aduanas, tasas de sucesión y de ventas, los judíos debían pagar el tributo al César, que era la señal por excelencia de sometimiento a él.
Fariseos y herodianos no tenían dudas sobre este tema; ambos grupos eran partidarios de pagarlo. Los fariseos, porque no querían conflictos con los romanos mientras les permitieran observar sus prácticas religiosas. Los herodianos, porque mantenían buenas relaciones con Roma. Como a nadie le gusta pagar, los rabinos discutían si se podía eludir el tributo. Y algunos adoptaban la postura pragmática que refleja el tratado Pesajim 112b: «… no trates de eludir el tributo, no sea que te descubran y te quiten todo lo que tienes». Sin embargo, otros judíos adoptaban una postura de oposición radical, basada en motivos religiosos. Dado que el pago del tributo era signo de sometimiento al César, algunos lo interpretaban como un pecado de idolatría, ya que se reconocía a un señor distinto de Dios. Este era el punto de vista de los sicarios, grupo que comienza con Judas el Galileo, cuando el censo de Quirino, a comienzos del siglo I de nuestra era. Al narrar los comienzos del movimiento cuenta Flavio Josefo: «Durante su mandato [de Coponio], un hombre galileo, llamado Judas, indujo a los campesinos a rebelarse, insultándolos si consentían pagar tributo a los romanos y toleraban, junto a Dios, señores mortales» (Guerra de los Judíos II, 118). Más adelante repite afirmaciones muy parecidas: «Judas, llamado el galileo…, en tiempos de Quirino había atacado a los judíos por someterse a los romanos al mismo tiempo que a Dios» (Guerra de los Judíos II, 433).
La trampa de la pregunta
Con este presupuesto, se advierte que la pregunta que le hacen a Jesús sobre si es lícito pagar el tributo podía comprometerlo gravemente ante las autoridades romanas (si decía que no), o ante los sectores más progresistas y politizados del país (si decía que sí). Además, la pregunta es especialmente insidiosa, porque no se mueve a nivel de hechos, sino a nivel principios, de licitud o ilicitud.
En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron:
̶ Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?
La respuesta de Jesús
Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús:
– Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto.
Le presentaron un denario. Él les preguntó:
̶ ¿De quién son esta cara y esta inscripción?
Le respondieron:
̶ Del César.
Entonces les replicó:
̶ Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
Jesús, que advierte enseguida la mala intención, ataca desde el comienzo: «¿Por qué me tentáis, hipócritas?» Pide la moneda del tributo, devuelve la pregunta y saca la conclusión. Jesús, como sus contemporáneos, acepta que el ámbito de dominio de un rey es aquel en el que vale su moneda. Si en Judá se usa el denario, con la imagen del César, significa que quien manda allí es el César, y hay que darle lo que es suyo.
Estas palabras de Jesús, tan breves, han sido de enorme trascendencia al elaborar la teoría de las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Y se han prestado también a interpretaciones muy distintas.
Las cosas de Dios
Si analizamos el texto, las palabras: «Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios», no constituyen una evasiva, como algunos piensan. Van al núcleo del problema. Los fariseos y herodianos han preguntado si es lícito pagar tributo desde un punto de vista religioso, si ofende a Dios el que se pague. La respuesta contundente de Jesús es que a Dios le interesan otras cosas más importantes, y ésas no se las quieren dar. Teniendo presente el conjunto del evangelio, «las cosas de Dios», lo que le interesa, es que se escuche a Jesús, su enviado, que se acepte el mensaje del Reino, que se adopte una actitud de conversión, que se ponga término al raquitismo espiritual y religioso, que se sepa acoger a los débiles, a los menesterosos, a los marginados. Eso no interesa ni preocupa a fariseos y herodianos, pero es la cuestión principal. Si el evangelio no fuese tan escueto, podría haber parafraseado la respuesta de Jesús de esta manera: ¿Es lícito poner el sábado por encima del hombre? ¿Es lícito cargar fardos pesados sobre las espaldas de los hombres y no empujar ni con un dedo? ¿Es lícito llamar la atención de la gente para que os hagan reverencias y os llamen maestros? ¿Es lícito impedir a la gente el acceso al Reino de Dios? ¿Es lícito hacer estúpidas disquisiciones sobre los votos y juramentos? ¿Es lícito dejar morir de hambre al padre o a la madre por cumplir un voto? ¿Es lícito pagar los diezmos de la menta y del comino, y olvidar la honradez, la compasión y la sinceridad? En todo esto es donde están en juego «las cosas de Dios», no en el pago del tributo al César.
Naturalmente, la comunidad cristiana pudo sacar de aquí consecuencias prácticas. Frente a la postura intransigente de los sicarios, defender que no era pecado pagar tributo al César. Y, con una perspectiva más amplia, fundamentar una teoría sobre la convivencia del cristiano en la sociedad civil, sin necesidad de buscar por todas partes enfrentamientos inútiles. Siempre, incluso en las peores circunstancias políticas, nadie podrá arrebatarle a la iglesia y al cristiano la posibilidad de dar a Dios lo que es de Dios.
El emperador no siempre es enemigo (1ª lectura)
En Israel, desde los primeros siglos, hubo gente fanática y enemiga de conceder el poder político a un hombre mortal. El único rey debía ser Dios, aunque no quedaba claro cómo ejercía en la práctica esa realeza. Otros grupos, sin negarle la autoridad suprema a Dios, aceptaban el gobierno de un rey humano. Pero siempre debía tratarse de un israelita, no de un extranjero. La novedad del texto de Isaías, una auténtica revolución teológica para la época, es que Dios, aunque afirma su suprema autoridad («Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí, no hay dios»), él mismo escoge al rey persa Ciro, lo lleva de la mano, le pone la insignia y le concede la victoria. Porque Ciro, al cabo de pocos años, será quien conquiste Babilonia y libere a los judíos, permitiéndoles volver a su tierra.
Este proceso de esclavitud – liberación – vuelta a la tierra recuerda al ocurrido siglos antes, cuando el pueblo salió de Egipto. La gran novedad, escandalosa para muchos judíos, es que ahora el salvador humano no es un nuevo Moisés sino un emperador pagano.
El texto ha sido elegido para confirmar con un ejemplo histórico que se puede respetar al emperador, pagar tributo, sin por ello ofender a Dios.
Asi dice el Señor a su Ungido, a Ciro, a quien lleva de la mano: «Doblegaré ante él las naciones, desceñiré las cinturas de los reyes, abriré ante él las puertas, los batientes no se le cerrarán. Por mi siervo Jacob, por mi escogido Israel, te llamé por tu nombre, te di un título, aunque no me conocías. Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí, no hay dios. Te pongo la insignia, aunque no me conoces, para que sepan de Oriente a Occidente que no hay otro fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro.
El escrito más antiguo del Nuevo Testamento (2ª lectura)
Desde este domingo hasta el 33 inclusive la segunda lectura se toma de la 1ª carta de Pablo a los tesalonicenses, escrita en Corinto hacia el año 49/50.
Tesalónica, ciudad fundada por Alejandro Magno, es la segunda en territorio europeo que pisan Pablo y sus compañeros, después de Filipos. Aunque el libro de los Hechos sugiere que su estancia duró unos quince días, las cartas a los Tesalonicenses y las relaciones que se establecieron en los misioneros y la comunidad hacen pensar en varios meses. A estos cristianos dirige Pablo su primera carta, que es también el documento más antiguo del Nuevo Testamento.
La carta comienza con una larga acción de gracias, recordando la forma en que los apóstoles transmitieron el evangelio y la acogida que tuvieron por parte de los tesalonicenses (1,2-2-16). Tras una sección sobre los acontecimientos posteriores (2,17-3,13) insiste en cómo debe ser la vida cristiana en lo que respecta a la castidad, el amor fraterno y el trabajo (4,1-12). La parte final se centra en dos cuestiones muy relacionadas: la suerte de los difuntos (4,13-18) y el tiempo y las circunstancias de la venida del Señor (5,1-11).
La finalidad de la carta se ha prestado a bastante debate, existiendo tres teorías:
a) Pablo escribe para responder a una carta que le han enviado los tesalonicenses. b) Pablo escribe para exhortar, animar, robustecer en la fe, dadas las serias dificultades en que vive la comunidad y las persecuciones de todo tipo, especialmente de los judíos. c) Pablo pretende, sobre todo en el c.2, una apología de su persona y de su actividad apostólica frente a sus enemigos.
El breve fragmento elegido por la liturgia de hoy solo contiene el exordio, con los elementos típicos (remitentes, destinatarios, saludo) y el comienzo de la acción de gracias, donde Pablo recuerda las tres grandes virtudes de los tesalonicenses (fe, amor, esperanza) y el don de la elección. Adviértase el tono tan cordial con que escribe Pablo.
Pablo, Silvano y Timoteo, a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo nuestro Señor. Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido y que cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros no hubo sólo palabras, sino, además, fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda, como muy bien sabéis.
El evangelio de este domingo nos enseña que podemos caer en la tentación de creernos mejores que los fariseos y pensar: “mira qué mala gente, cómo quería pillar a Jesús.”
Bien, precisamente esa fue la tentación en la que cayeron los fariseos. Ellos se creían mejores que Jesús y eso les llevó a buscar dejarle en evidencia.
Creernos ser mejores que las demás es una gran tentación y un gran peligro. De hecho, está en la base de los grandes conflictos de la historia pasada y la que vamos escribiendo.
Los grandes conflictos surgen de la creencia de que lo propio es mejor y por lo mismo nos consideramos con derecho a imponerlo o a rechazar lo diferente.
Pensemos por un momento en la situación política actual en la que cada quien repite su maravillosa idea sin escuchar la realidad ajena. ¿Cómo puede haber diálogo? No puede haberlo. Si no estamos dispuestos a dejarnos afectar por las ideas y puntos de vista ajenas no hay comunicación.
En el evangelio los fariseos se presentan como queriendo dialogar, cuando en realidad su intención es comprometer a Jesús. Jesús en lugar de entrar en su juego pone de manifiesto sus intenciones y zanja el problema sin evadirse en largas discusiones estériles, otorgando a cada cosa su lugar: “al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios.”
Dialogar no es aportar una idea sino arriesgarla. “Comprendiendo su mala voluntad”. Se trata de exponer mi propio punto de vista, aceptando que no es el único y ni siquiera es el mejor. Es más, quizá ni siquiera sea bueno para otras personas que ven otras cosas porque tienen diferentes realidades.
Para dialogar se necesita mucha humildad y apertura, un corazón pacífico y una mente flexible. Es una pena que en nuestras sociedades modernas, en la era de la comunicación, nos enseñen a hablar y a opinar, pero no a dialogar.
Oración
Trinidad Santa, comunión en la diferencia, enséñanos el arte de la escucha que nos abre a la realidad ajena. Danos la humildad que necesitamos para poder encontrarnos y dialogar
Comentarios desactivados en Devolved a Dios lo que le arrebatasteis, el hombre.
Mt 22, 15-21
Los jefes comprendieron que las tres parábolas se referían a ellos, (los obreros de última hora, los hermanos mandados a la viña y el banquete de boda). Contraatacan con tres preguntas que intentan tenderle una trampa para tener de qué acusarlo. La primera es la del tributo al César, que acabamos de leer. La segunda es sobre la resurrección de los muertos. La tercera, cuál es el primer mandamiento, que leeremos el próximo domingo.
Merece atención el texto del segundo Isaías que hemos leído. Es muy interesante, porque es la primera vez que la Biblia habla de un único Dios. Estamos a mediados del s. VI a. c. y hasta ese momento, Israel tenía su Dios, pero no ponía en cuestión que otros pueblos tuvieran sus propios dioses. Esto no lo hemos tenido nunca claro. El creer en un Dios único es un salto cualitativo increíble en el proceso de maduración de la revelación.
El evangelio de hoy no es sencillo. Con la frasecita de marras, Jesús contesta a lo que no le habían preguntado. No se mete en política, pero apunta a una actitud vital que supera la disyuntiva que le proponen. Una nefasta interpretación de la frase de Jesús la convirtió en un argumento para apoyar el maniqueísmo en nombre del evangelio. Seguimos entendiendo la frase como una oposición entre lo religioso y lo profano. Hoy entre la Iglesia y el Estado. Se trata de una falta absoluta de perspectiva histórica.
Moisés utilizó a Dios para agrupar a varias tribus en un solo pueblo. Israel fue siempre una teocracia en toda regla. Cuando se instauró la monarquía por influencia de las naciones próximas, al rey se le consideró como un representante de Dios (hijo de Dios), sin ningún poder al margen del conferido por la divinidad. Al proponer la pregunta, los fariseos no piensan en una confrontación entre el poder religioso y el poder civil, sino entre su Dios y el César divinizado. La moneda es clave para entender la respuesta.
TI(berius) CAESAR DIVI AUG(usti) F(ilius) AUGUSTUS: PONTIF(ex) MAXIM(us)
Tiberio César Augusto, hijo del divino Augusto sumo pontífice
Jesús dice: “¿De quién es la imagen y la inscripción?”. Lo que se cuestiona es, si un judío tiene que aceptar la soberanía del César o seguir teniendo a Dios como único soberano. Con su respuesta, Jesús no está proponiendo una separación del mundo civil y el religioso. En tiempos de Jesús tal cosa era impensable. No hay en el evangelio base alguna para convertir la religión en una especulación de sacristía, sin influencia en la vida real.
Fariseos y herodianos, enemigos irreconciliables, se unen contra Jesús. Los fariseos eran contrarios a la ocupación, pero se habían acomodado. Los herodianos eran partidarios del poder de Roma. La pregunta era una trampa. Si decía que no, se ponía en contra de Roma. Los herodianos lo podían acusar de subversivo. Si decía sí, los fariseos podían acusarlo de contrario al judaísmo, porque se ponía en contra del sentir del pueblo.
El verbo que emplea Jesús, “apodídômi”, no significa dar, sino devolver. El que emplean los fariseos (dídomi), sí significa “dar”. Una pista interesante para comprender la respuesta. Estaban contra el César, pero utilizaban su moneda y tienen derecho a exigir que se la devuelvan. Un verdadero judío tenía que renunciar a utilizar el dinero de Roma. Les hace ver que ya han contestado, pues han aceptado la soberanía de Roma.
Al preguntar por la imagen, Jesús está haciendo clara referencia al Génesis, donde se dice que el hombre fue creado a imagen de Dios. Si el hombre es imagen de Dios, hay que devolver a Dios lo que se le ha escamoteado, el hombre. La moneda que representa al César, tiene un valor relativo, pero el hombre tiene un valor absoluto, porque representa a Dios. Jesús no pone al mismo nivel a Dios y al César, sino que toma claro partido por Dios. Esta idea es una de las claves del mensaje de Jesús.
Tampoco se puede utilizar la frase para justificar el poder. Si algo está claro en el evangelio es que todo poder es nefasto, porque machaca al hombre. Se ha repetido hasta la saciedad, que todo poder viene de Dios. Pues bien, según el evangelio, ningún poder puede venir de Dios, ni el político ni el religioso. En toda organización humana, el que está más arriba, está allí para servir a los demás, no para dominar.
Jesús dice que el César no es Dios, pero no hemos dudado en convertir a Dios en un César. (He leído una homilía: “el único César que existe es Dios”). No es fácil asimilar que tampoco Dios es un César. No se trata de repartir dependencias, ni siquiera con ventaja para Dios. Dios no hace competencia a ningún poder terreno, sencillamente porque no tiene ningún poder. Esto, bien entendido, evitaría toda solución falsa. El problema es una trampa en sí mismo. No existe una alternativa entre César y Dios.
Se ha predicado que había que estar más pendiente del César religioso que del César civil. Ningún ejercicio del poder es evangélico. No hay nada más contrario al mensaje de Jesús que el poder. Siempre que pretendemos defender los derechos de Dios, estamos defendiendo nuestros propios intereses. El que te diga que está defendiendo a Dios, en realidad lo está suplantando. Tampoco el estado tiene derecho alguno que defender. Los dirigentes civiles tienen que defender siempre los derechos de los ciudadanos.
No defendemos el anarquismo. Al contrario, una sociedad, aunque sea de dos personas, tiene que estar ordenada y en relaciones mutuas de dependencia. En ella una tiene mayor responsabilidad; pero todas las relaciones humanas deben surgir del servicio y la entrega a los demás, no del dominio. Ningún ser humano es más que otro ni está por encima del otro. “No llaméis a nadie padre, no llaméis a nadie jefe, no llaméis a nadie señor…”
No existe una realidad sagrada y otra profana. En la expulsión de los vendedores del templo, Jesús está apostando por la no diferencia de lo sagrado y lo profano, para Dios todo es sagrado. Es descabellado hacer creer a la gente que tiene unas obligaciones para con Dios y otras con la sociedad civil. Dios se encuentra en todo lo terreno, pero en lo más hondo del ser. Si solo lo encontramos en la iglesia, hemos caído en la idolatría.
La única manera de entender todo el alcance del mensaje de hoy es superar la idea de un Dios fuera que arrastramos desde el neolítico. La creación no es más que la manifestación de lo divino. No hay nada que sea de Dios, porque nada hay fuera de Él. Somos imagen de Dios, pero no pintada o esculpida, sino reflejada. Para que Dios se refleje, tiene que estar ahí. No hay reflejo en un espejo si la cosa reflejada no está del otro lado.
Meditación
La tarea fundamental del ser humano es solo una:
reflejar con nitidez la imagen de Dios.
A medida que vaya desprendiéndome de mi falso yo,
irá apareciendo el verdadero Ser.
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18 octubre. DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO
Los edificios, como las personas, deben ser en primer lugar sinceros, deben ser auténticos, además, tan atractivos y bonitos como sea posible. (Franc Lloid Wright).
Mt 12, 15-21 Le seguían muchos, sanaba a todos (V 15)
El origen era su poder taumatúrgico: “entonces le llevaron en endemoniado ciego y mudo, y lo sanó, de modo que recobró la vista y el habla, con gran escándalo de los fariseos” (v 22)
En este capítulo, el evangelista nos habla de la gran hostilidad habida de los fariseos contra Jesús. Las polémicas resultantes sirven para dilucidar aspectos de su misión. Atravesando un campo de trigo en día de sábado, sus hambrientos discípulos se pusieron a arrancar espigas y comérselas (v 1, 2).
En la gran importancia que da Mateo a estas réplicas, podemos leer entre líneas los problemas por los que atravesaban las comunidades cristianas a las que dirige su evangelio. El entorno religioso, dominado por la casuística la legalidad farisaica, les era muy hostil.
El fragmento de hoy nos muestra dos situaciones en las que Jesús se opone a la ley a le ley en beneficio de la persona: el hambre y la enfermedad.
En los dos casos la mentalidad farisaica prefería al precepto del sábado sobre la situación del que estaba enfermo del que tenía hambre.
El descanso sabático fue en su origen una institución humanitaria que el mismo Dios instituyó: “Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo, y reposó el día séptimo de toda la obra que había hecho” (Génesis 2, 2).
Dicha institución humanitaria se convirtió en muchos casos en una carga asfixiante; y ante tal abuso, Jesús reaccionó ante las acusaciones de los fariseos con dos frases que provocaron un escándalo total: “Pues yo os digo que aquí hay alguien mayor que el templo” (v 6), y “Porque el hombre es mayor que el sábado” (v 8).
Una de las estructuras opresoras de las que Jesús se siente libre y trata liberar al pueblo es la estructura religiosa de la que forma parte la ley del sábado, y por eso impugnar este mandato, aún para realizar el bien, era una provocación para la élite más profundamente religiosa.
Un legalismo casuístico, el de los fariseos de aquel tiempo, que nos puede parecer desfasado y que, a pesar de todo, es un mal endémico que continúa afectando a las personas y a las instituciones religiosas. Los cristianos tienen la tendencia a inmortalizar ciertas normas inmemoriales que fueron respuestas a problemas muy concretos de una época. Primero el reinado de Dios y después sus añadiduras y así todo culto cristiano personal público, desvinculado de una opción seria y comprometida por el excluido y el pobre, será un culto vacío y sin misericordia alguna.
Franc Lloid Wright (1959) es un arquitecto, diseñador de interiores, escritor y educados estadounidense, que diseñó más de mil estructuras y que, en cierta ocasión dijo: “Los edificios, como las personas, deben ser en primer lugar sinceros, den ser auténticos, además tan atractivos y bonitos como sea posible”
En el lenguaje cotidiano, la palabra persona hace referencia a un ser con poder de raciocinio que posee conciencia sobre sí mismo y que cuenta con su propia identidad.
Gabriela Mistral fue una poeta, diplomática y pedagoga chilena. Fue galardonada con el premio Nobel de Literatura en 1945. Copio este poema suyo donde refleja el dolor de un amor perdido:
RIQUEZA
Tengo la dicha fiel
y la dicha perdida:
la una como rosa,
la otra como espina.
De lo que me robaron
no fui desposeída;
tengo la dicha fiel
y la dicha perdida,
y estoy rica de púrpura
y de melancolía.
¡Ay, qué amante es la rosa
y qué amada la espina!
como el doble contorno
de dos frutas mellizas
tengo la dicha fiel
y la dicha perdida
Comentarios desactivados en Un evangelio que nos confronta con la verdad.
Mateo 22,15-21
Estamos hoy frente a un texto evangélico muy conocido y citado. A la vez, y más allá de cómo se ha interpretado muchas veces, estamos ante un texto sugerente y profundo, que nos puede interpelar si dejamos a un lado ideas preconcebidas o tantas veces repetidas.
Al leer con atención los primeros párrafos de este evangelio, en estos tiempos que corren, es posible que encuentre eco en nosotros una palabra, una realidad, que muchas veces ha pasado desapercibida. En estas líneas se habla de la VERDAD, de lo que realmente es verdadero, de las intenciones profundas y del uso que hacen de la verdad estos personajes. Se habla de cómo fariseos y herodianos, que defienden “verdades” distintas frente al tema del tributo al César, la disimulan, la sacrifican, la someten a tejemanejes poco honestos buscando solo perjudicar a Jesús. Le presentan como búsqueda de la verdad lo que no tiene nada que ver con ella.
Esto que pasaba hace veinte siglos, ¿no nos recuerda muchas realidades actuales? ¿Es, nuestra sociedad, una sociedad sensible a la verdad? ¿No es común en nuestros medios de comunicación relativizar, ignorar e incluso falsear la verdad para que una noticia venda, se haga viral en las redes o perjudique al adversario? No hace falta ser muy críticos para poner ejemplos de estos casos. Y si damos un paso más, personalmente ¿no hemos sacrificado nunca la verdad, o la hemos callado para lograr algo, para perjudicar a un adversario o para otros muchos intereses?
¿Somos de los que descubren y desenmascaran la mentira, como Jesús, o de los que pactan y se callan ante ella? ¿Damos valor a la verdad o es tan solo una moneda de cambio frente a otros valores?
Sin creérselo quizá del todo o sin pretender valorarle, sino solo adularle, los fariseos le dicen a Jesús “sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie…” Reconocen en él a una persona sincera, fiel a la verdad y por ello libre. Seguro que recordamos lo que el evangelio de Juan pone en boca de Jesús “la verdad os hará libres” (Jn 8, 32) o “Yo he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.” (Jn 18, 37)
¿Somos personas libres? ¿Buscamos y escuchamos la verdad, a Aquel que es la verdad? ¿No intentamos muchas veces recorrer caminos de libertad que transitan muy lejos de la verdad?
Desde esta introducción, en la que Jesús desenmascara la falsedad e hipocresía de los fariseos y verbaliza que conoce sus intenciones pretendidamente ocultas, escuchamos la pregunta planteada: ¿Es lícito pagar impuesto al César o no?
El tema era muy serio en tiempos de Jesús. Va más allá de pagar el impuesto o no. Plantea una concepción de la vida que tiene que ver con ser libres o esclavos. Son el pueblo de Israel, pueblo elegido por Dios ¿cómo se van a someter al César?
Jesús, en su respuesta sigue desenmascarando la mentira e hipocresía de los que le tienden la trampa, al pedirles la moneda. Todos llevan en el bolsillo el denario, la moneda que es el sueldo diario con el que cubren sus necesidades. Todos la están usando a pesar de que su imagen sea del “César”. De hecho han aceptado la moneda del César para poder vivir. Y aquí nos deslumbra la palabra de Jesús: “Pues, si es así, si tenéis lo que es del César “devolverle” al César lo que es suyo” (el verbo que usa el evangelio (apodidômi), no significa “dar” sino “devolver”. El que han empleado los fariseos (dídomi) si significa “dar”) Una clave interesante.
Pero Jesús continúa dándole a la respuesta una profundidad que sus adversarios no esperaban y contestando a lo que no han preguntado. “Y a Dios lo que es de Dios” ¿Qué es de Dios? Para los judíos, como para nosotros, todo es de Dios. Si la moneda tiene la imagen del César, toda persona humana es en sí misma imagen de Dios, como hijos e hijas suyas. Y desde esa realidad surge todo en nuestra vida. Por tanto no se trata de repartir, de hacer proporciones y equilibrios de hasta dónde y cuanto tengo que dar… Jesús no pone en el mismo plano a Dios y al César, a tantos césares a los que pagamos tributo, de los que nos hacemos súbditos…
Sugiero que, para descubrir toda la fuerza de esta frase tan controvertida y de la que se han sacado todo tipo de conclusiones, la formulemos al revés: “Dadle a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. Jesús deja claro que toda realidad y respuesta parte de esta realidad: Todo lo hemos recibido como hijos e hijas de Dios. Y todo lo que compartamos con nuestros hermanos y hermanas, lo estamos compartiendo con Él. Este es el gran cambio social, el camino que traerá una auténtica revolución. Si le damos a Dios lo que es de Dios, veremos con más claridad si hay que pagar impuestos, a quien, cómo y cuando. Siempre, desde nuestra pertenencia a Él como sus hijos e hijas.
Comentarios desactivados en “César“ y “Dios” en clave transpersonal
Domingo XXIX del Tiempo Ordinario
18 octubre 2020
Mt 22, 15-21
La pregunta de los fariseos era una trampa difícil de resolver, teniendo en cuenta la realidad sociopolítica y religiosa del pueblo judío, sometido al Imperio Romano. La respuesta de Jesús es una salida airosa, inteligente y astuta, que confronta a los fariseos con su propia mentira.
En ocasiones, dicha respuesta ha servido como pretexto para fragmentar la realidad, de manera dualista, entre el “reino de Dios” y el “reino del César”, como si por un lado fuera “lo espiritual” y por otro “lo material”.
Sin entrar ahora en ese debate, prefiero hacer una lectura “transpersonal” de aquella respuesta, refiriéndome a la “doble dimensión” o “doble nivel” de lo real (y de nosotros mismos).
“Dar a Dios lo que es de Dios”: en una lectura teísta que piensa a Dios como un ser separado, tal expresión subraya la sumisión a Dios –mejor o peor entendida–, como Señor de la propia existencia.
En la comprensión transpersonal, “Dios” –etimológicamente: “luz”– es otro nombre para referirnos al misterio último de lo real, la plenitud que constituye el fondo o identidad profunda de todos los seres. “Dar a Dios lo que es de Dios” podría traducirse, por tanto, por: “Vivid en conexión con vuestra verdadera identidad”.
Siempre dentro de esa clave de lectura, y utilizando los términos “César” y “Dios” como símbolos, cabría decir que el primero representa al “yo” o la “personalidad” –estamos en el nivel fenoménico o de las formas–, mientras que el segundo alude a nuestra verdadera identidad.
Ahora bien, en contra de lo que cree la mente separadora, no hay ningún dualismo, ya que ambos niveles se hallan abrazados en una unidad mayor: hay polaridad –dos niveles–, pero no dualismo. La realidad es no-dual, lo Uno se manifiesta y despliega en lo múltiple.
Se trata de “dar al yo” lo que le pertenece, lo cual significa reconocerlo en su nivel como expresión en la que se está experimentando lo que somos. Y de “dar a Dios” lo que es de Dios, reconocer nuestra identidad profunda y vivirnos desde ella.
Al afirmar que la referencia última es “lo que somos”, no se está absolutizando el yo como criterio último de comportamiento. Porque “lo que somos” no es el yo, sino aquella identidad, más allá del yo –transpersonal– que compartimos con todos los seres. Dicho de otro modo: “dar a Dios lo que es de Dios” –vivir en conexión consciente con lo que somos– supone la mayor toma de distancia posible del ego, la liberación de aquella creencia que nos identificaba con él.
En resumen, entendida simbólicamente y en esta clave, la respuesta de Jesús constituye una síntesis preciosa de toda la sabiduría. ¿Qué es vivir sabiamente? Atender el yo –el nivel de las formas– desde la conexión consciente con nuestra verdadera identidad: la consciencia, la vida, la plenitud de presencia.
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