Introducción. 2. Los textos del Nuevo Testamento y su traducción. 3. Qué dice la 1ra. Carta a los Corintios sobre la homosexualidad. 4. “Malakós/ Malakoi” y “Arsenokoites”: 5. Por qué habilitar una bendición. 6. Todos, Todos y Todos, somos Iglesia. 7. Cómo dañamos al 7 % (O al 19,7 %!) de nuestros miembros de la Iglesia.8. Evolución en los paradigmas de la Iglesia Católica. 9. Conclusión.
1. Introducción.
La “Declaración Fiducia Supplicans sobre el sentido pastoral de las bendiciones” sólo establece, en la parte pertinente, que “(…) es precisamente en este contexto en el que se puede entender la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo, sin convalidar oficialmente su status ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio. La presente Declaración quiere ser también un homenaje al Pueblo fiel de Dios, que adora al Señor con tantos gestos de profunda confianza en su misericordia y que, con esta actitud, viene constantemente a pedir a la madre Iglesia una bendición.”
Es increíble la cantidad de reacciones extremas que ha generado esta Declaración, que lo único que propone es habilitar la realización de una bendición (es decir, “decir el bien” a unas personas).
Gran parte de este rechazo refiere a la posibilidad de bendecir a “parejas del mismo sexo”.
2. Los textos del Nuevo Testamento y su traducción.
Cabe destacar que “ninguno de los veintisiete escritos de este conjunto (Nuevo testamento) fue compuesto en arameo, ni siquiera los evangelios más primitivos… no hay ninguna obra del Nuevo Testamento que fuera redactada en arameo o bien en hebreo. Todo fue escrito en griego, incluso el Evangelio de Mateo, aún cuando una tradición del s. II afirme que éste escribió primero la obra en arameo y cada uno luego la tradujo como pudo”. [1] A ello se agrega que no se conserva en la actualidad ninguna versión original, que haya salido de la pluma de quien haya sido autor de alguno de los 27 libros del Nuevo Testamento. Los originales se han perdido, hasta acá. Se conservan copias de copias de copias. Las versiones más antiguas datan del siglo IV.
En consecuencia, cuando analizamos un texto de las Escrituras, lo que leemos es un documento que primero fue copiado; y luego, copiado; y ese proceso una y otra vez; y posteriormente fue traducido, del griego, a nuestro propio idioma.
Sin embargo, toda traducción implica ineludiblemente una interpretación de lo que se está leyendo, y que, quien lo traduce, deje en el nuevo texto su impronta y sus ideas.
“El texto que se traduce será como mucho el más cercano al texto original, pero evidentemente no el original. Este carácter “provisional” del texto tiene implicaciones teológicas importantes…Cualquiera que haya sido la (…) variación del texto neotestamentario, las variantes ponen en guardia frente a un modo de hacer teología que parta de un texto “solidificado”. La Palabra de Dios está testimoniada por diversos manuscritos, ninguno de ellos con garantías de transmitir el texto que salió de la mano de un autor sagrado. En cambio, ya que el autor humano de la Biblia es también una comunidad creyente viva (Israel en su momento, y la Iglesia, después) el verdadero intérprete debe ser esa comunidad”. [2]
3. Qué dice la 1ra. Carta a los Corintios sobre la homosexualidad.
Según el teólogo y biblista Ariel Alvarez Valdés [3], en el Nuevo Testamento, el único autor que condena las relaciones homosexuales es el Apóstol Pablo, específicamente en las cartas a los Corintios (I), Romanos y Timoteo.
Recordemos entonces, lo dicho anteriormente, es decir, que los textos, escritos en griego, fueron sucesivamente copiados a lo largo del tiempo; que no se cuenta con el original de los mismos; y que lo que se lee en nuestro propio idioma es una traducción.
Con ese aspecto en mente, y a modo de ejemplo, analizaré la Primera Carta a los Corintios. De los dieciséis capítulos de la misma, interesa para el tema el número seis.
Entrando en el contexto de la misiva, vemos que, previo a redactar esta carta, Pablo se había enterado de que en Corinto los Cristianos alguna vez habían concurrido a un juez para resolver sus pleitos. No le agrada tal idea.
Dice Pablo en la carta: “¿No saben que los Santos juzgarán al mundo? Nosotros (los Santos) juzgaremos a los mismos ángeles, (y entonces) cuánto más podremos juzgar los problemas de esta vida…” Aquí, Pablo piensa que los Corintios cristianos no deben ir a los jueces no cristianos, porque estos últimos no tienen los mismos valores que ellos. ¡Cómo puede ser que les lleven un planteo a alguien que no comparte los mismos valores de la comunidad cristiana!. Por lo tanto, lo que està diciendo Pablo es que, para él, los jueces civiles no eran aceptables, porque no eran creyentes. Éste es el contexto en el cual Pablo, a continuación, habla de lo que es la injusticia y “los injustos”.
En efecto, en Cor. 6 ver. 9-10, dice Pablo (y a continuación lo transcribiré tal como podemos llegar a encontrarlo en la Biblia de Jerusalén, para luego escribir su versión griega en fonética):
“Los injustos no participarán en el Reino de Dios. Ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados (malakós), ni los homosexuales (arsenokoites), ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores ni los estafadores”
Éstos son los términos (“malakós” que traducen por “afeminados” y “Arsenokoites” que se ve traducido por “homosexuales”) que suelen citarse como prueba de que Pablo condena a la homosexualidad.
Veamos cada uno de ellos.
4. “Malakós/ Malakoi” y “Arsenokoites”:
En esta carta de Pablo, en las versiones en Español, la palabra “malakos” ha sido traducida por el término “afeminados“. Sin embargo, su significado original en griego es “blando” o “débil“.
En efecto, para Ariel Alvarez Valdez, “malakos” debería traducirse como “miedoso” o “cobarde“, refiriéndose a aquéllos que vivían de manera refinada y no participaban en la lucha, siendo considerados injustos por acaparar recursos.
En la reciente obra “Los libros del Nuevo Testamento” de Antonio Piñero [4] también se traduce la palabra “Malakoi” por “blanditos”.
En cuanto a la palabra “arsenokoites“, traducirla como “homosexual“, es en primer lugar un anacronismo, ya que la palabra “homosexual” recién fue creada en 1869 y no existía en la época de Pablo.
En segundo lugar, traducir “arsenokoites” como “homosexual” es también una traducción errónea, ya que el término griego mencionado no aparece en ningún otro texto conocido y su significado exacto sigue siendo objeto de debate.
Este debate se da en razón de que, para componer esta palabra “doble” el autor utilizó la raíz “Arsen” o “Arseno”, que refiere a hombre tanto adulto como menor de edad; y en cambio no utilizó la palabra “Andrós” que sí significa hombre mayor de edad. Además, la palabra “arsenokoites” no se observa en ningún otro texto, canónico o extra bíblico.[5] Entonces, para Ariel Alvarez Valdez y otros autores, en realidad el término estaría refiriendo a la pederastia (dado que el tipo de “hombre” que menciona alude tanto a un hombre adulto como a uno menor de edad), siendo la pederastia una práctica aceptada en la antigua Grecia, que involucraba a un hombre mayor con un niño o adolescente.
En resumen, al menos en la carta a los Corintios, Pablo no condenaba la homosexualidad en el sentido moderno, sino prácticas específicas de injusticia y abuso, tales como la explotación de unos por otros, y la pederastia. “Si en la lista las dos palabras forman una unidad, como parece, Pablo no se refería aquí, entonces, a las relaciones homosexuales en general, sino más bien a aquéllas en que podía haber un abuso o violación. No refiere a las relaciones entre dos personas libres y responsables.” [6]
El caso de la 1ra. Carta a los Corintios es sólo un ejemplo. Hay muchos otros ejemplos donde se evidencian malentendidos lingüísticos e históricos que han conducido al dolor y la exclusión de grupos enteros de personas. Hay toda una corriente de exégetas, historiadores, filólogos, que realizan nuevos análisis de las enseñanzas bíblicas, teniendo muy presente el contexto sociocultural concreto de las normas y prohibiciones morales y éticas. “Se nos pide, por tanto, una reflexión muy profunda y seria sobre este tema, que nos ayude a liberarnos de muchos prejuicios y a profundizar en el talante evangélico. Una reflexión que nos lleve a una auténtica práctica evangélica y a ser “Buena Noticia” en un mundo que margina, injustamente, a los homosexuales”. [7]
5. Por qué habilitar una bendición.
Lo que se está habilitando en “Fiducia Supplicans” consistirá en “bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo, sin convalidar oficialmente su status ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio”.
¿Cuál sería la razón de rechazar la posibilidad de bendecir a parejas del mismo sexo?. ¿No es bueno acaso que dos personas quieran bendecir la permanencia de su relación, de modo tal que puedan continuar en el tiempo, brindándose afecto, contención y amor?.
Para Ariel Alvarez Valdez, el Evangelio nos enseña que no podemos discriminar a nadie. Debemos animarnos a tomar nuevas ideas, en este aspecto. Si nosotros creemos que Dios es un Dios de amor, mientras haya una madre que ame a su hijo no “heteronormativo”, ¿Cómo podemos pensar que Dios va a dejar de amar a esa persona o amarlo menos, sea de la orientación sexual que sea, si su mamá o su papá sí lo aman?
¿Quiénes somos nosotros, para negarle ese amor, y decir que Dios no lo ama? “Si nosotros sabemos que Dios ama incondicionalmente a todos y todas, nosotros no podemos contaminar la exégesis con nuestras propias emociones tóxicas. Yo tengo que decir que Dios ama a todos los hombres porque el último hombre tiene un papá o una mamá que lo aman mucho, y si ese papa o mamá lo aman, cómo no los va a amar Dios? Al contrario, teológicamente hablando, nosotros todos, como representantes del Evangelio, tenemos que estar comprometidos en un respeto absoluto a todas las personas”. [8]
6. Todos, Todos y Todos somos Iglesia.
- 1. El Papa Francisco ha abogado por la inclusión y la acogida de todas las personas, independientemente de su situación o identidad.
En efecto, Francisco ha expresado en varias ocasiones su deseo de que la Iglesia sea una casa abierta para todos, acogiendo a aquellos que se sienten marginados o excluidos. Ha hablado sobre la importancia de la misericordia, la compasión y la inclusión, instando a los católicos a ser comprensivos y amorosos hacia todas las personas.
En una sociedad diversa y plural, todos contribuimos al tejido social que nos une. Cada individuo, sin importar su orientación sexual, forma parte esencial de nuestra comunidad. Reconocer que todas las identidades y expresiones son valiosas nos enriquece como sociedad y como cuerpo eclesial. Las personas LGBTQI+ son una parte integral de todos nosotros y nosotras, aportando sus experiencias, talentos y perspectivas únicas. Al apreciar y amar a “todos, todos, todos”, fortalecemos la unidad que nos define como comunidad. Celebrar la diversidad no solo es un acto de inclusión, sino también un reconocimiento de que somos más fuertes y completos cuando abrazamos a todos los miembros de nuestra sociedad
Veamos algunas estadísticas que nos muestran qué parte de nuestro tejido social, comunitario y eclesial es LGTBQI+. Al hacerlo, debemos tener en cuenta que siempre los informes en realidad tendrían que arrojar cifras mayores, dado que es posible que algunas personas no se sientan cómodas revelando su identidad LGBTQI+ en encuestas, lo que puede afectar la precisión de los informes.
Según una confiable plataforma global de estadísticas e información, en el año 2021, el 10 % de la población en general estaba constituido por personas no heterosexuales (que se identificaron como: homosexuales (35), bisexuales 4%) asexuales (1%), pan sexuales (1%), y N/n/c (1%). El 90 % restante se identificaba como heterosexual). [9]
- 3. Estadística en Gallup:
La empresa de asesoría y análisis Gallup sostiene que las estadísticas muestran un importante crecimiento de las personas que se perciben como perteneciendo al grupo LGTBQI+. Hay un cambio incluso de 2020 a 2021. “El porcentaje actual es doble del que se exhibió cuando Gallup primero midió la identificación LGTBQ hace una década”. [10]
Con datos expresados en 2022, Gallup informa que, al menos en E.U., en 2022 el crecimiento de las personas que respondían que sí se identificaban como homosexuales o bisexuales, arribó a un 7,2 % en las personas adultas, en el grupo nacido antes de los años 1980.
Luego, entre los millenials (generación nacida a partir de los años 1980) el porcentaje es de 11,2 %. Y, para la generaciones aun más jóvenes, el porcentaje se incrementa mucho más, porque en el grupo llamado “generación Z” (nacidos entre 1997 y 2004, edades que van entre los 18 y los 25 años), se observó que se identificaban como LGTB en un porcentaje hasta el 19,7 %. “Cada uno de los porcentajes es más alto en una nueva generación, que el porcentaje de las generaciones anteriores.” [11] Probablemente porque las personas se sienten más libres de expresar la verdad sobre sí mismas, en la medida que la sociedad va abandonando la discriminación y la exclusión.
- 4. Síntesis de ambas estadísticas.
Es decir que, para la primera de las estadísticas, de todas las personas que nos rodean, un 10 % no es heterosexual; y para la segunda empresa de estadísticas, al menos un 7,2% de las personas no es heterosexual (en personas adultas), llegando el porcentaje hasta en un 19,7 % en el caso de personas jóvenes, entre 18 a 25 años.
7. Cómo dañamos al 7 % (o al 19,7 %!) de nuestros miembros de la Iglesia.
Si no se reconoce y visibiliza esta realidad, se condena a las personas (ya desde pequeñas) a vivir en un tipo de sociedad donde se diferencia férreamente los valores y los roles de la “masculinidad” y la “feminidad” heterosexual, y se ataca a aquellos sujetos que voluntaria o involuntariamente transgreden esas normas socialmente pautadas de comportamiento para hombres y mujeres heterosexuales.
Estas personas, aún creyentes o habiendo nacido en el seno de familias creyentes, serán objeto de “burlas, insultos y ridiculización, rumores, intimidación, empujones, golpes, robos o destrucción de pertenencias, marginación social, acoso cibernético, agresión física o sexual” [12]
Es posible que los miembros no heterosexuales de nuestra Iglesia se vean en la necesidad de ocultar su orientación sexual; puede que no puedan hablarlo ni siquiera en sus propios hogares. Sus familiares también pueden verse señalados en parroquias y otros lugares de reunión religiosa, con lo cual también podrían verse en la necesidad de ocultarse y ocultar a quien es LGTBQI+ de su familia.
La presión de ocultar la orientación sexual puede contribuir a niveles elevados de ansiedad y depresión. La discriminación y el estigma asociados con la orientación sexual pueden afectar negativamente la autoestima de esas personas, haciéndolas sentir menos valiosas o aceptadas. El temor al rechazo puede hacer que eviten situaciones sociales o se distancien de amigos y familiares. Es más, el acoso y la discriminación constantes pueden aumentar el riesgo de pensamientos suicidas y comportamientos autolesivos.
“La violencia dirigida hacia los bisexuales, las lesbianas y los homosexuales (o violencia por odio) difiere de la violencia “cotidiana”. La violencia por odio contiene acciones con las que se intenta dañar o intimidar a las personas debido a su raza, etnia, orientación sexual u otro estatus de grupo minoritario. (…) La violencia por odio tiene mayor impacto tanto en la víctima que la sufre como en el grupo social al que pertenece la víctima. Los bisexuales, las lesbianas y los homosexuales pueden ser particularmente vulnerables a los efectos psicológicos negativos de la violencia por odio debido a que (…) (b) los bisexuales, las lesbianas y los homosexuales que consideran que su orientación sexual es negativa, es decir, que tienen homofobia internalizada, pueden aceptar esta noción -negativa- , lo cual puede incrementar su distrés psicológico después de ser víctima de una agresión, (c) debido a que la identidad de los bisexuales, las lesbianas y los homosexuales con frecuencia se desarrolla al margen de la familia y la comunidad de origen, los miembros de esta población no disfrutan automáticamente del apoyo de la familia y la comunidad cuando ellos son víctimas de violencia. “ [13]
Aquellas personas que sienten la necesidad de ocultar su orientación sexual tienden a autoexcluirse; además, el bullying y la discriminación en el entorno educativo o laboral pueden afectar el rendimiento académico y profesional, creando barreras para el éxito personal.
8. Evolución en los paradigmas de la Iglesia Católica:
Montserrat Escribano y Enric Vilá [14] sostienen que en la Iglesia Católica puede observarse una evolución de paradigmas, pasando desde el Paradigma del Miedo y la Exclusión, al Paradigma de la Misericordia (o “lástima”), y luego al Paradigma del Reconocimiento.
En el paradigma del miedo y la exclusión (que los mencionados autores consideran “un primer estadio eclesial”) la Biblia se ha interpretado de manera literal y se han utilizado diversos pasajes para condenar a las personas homosexuales. Los pasajes más comúnmente citados incluyen la destrucción de las ciudades de Sodoma y Gomorra, o el Levítico, donde se les aplica el término “abominación”. También son ejemplo de esta etapa, interpretaciones literales de cartas del Apóstol Pablo, como hemos visto más arriba.
En el paradigma de la misericordia, o “segundo paradigma eclesial”, se supera la criminalización de las personas LGTBQI+, “pero persiste considerar sobre ellas la sombra de enfermedad, y la concepción de pecado por su estilo de vida”. [15] A esta etapa corresponden las declaraciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe en que se subrayaba el deber de “tratar de comprender la condición homosexual” y se observaba que la culpabilidad de los actos homosexuales debía ser juzgada con prudencia. También en este segundo paradigma se ubican dos puntos del actual Catecismo de la Iglesia: el punto N. 2357: “El origen psíquico de la homosexualidad permanece en gran medida inexplicado”, y el N. 2358: “Las personas homosexuales deben ser acogidas con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellas, todo signo de discriminación injusta”.
El paradigma del reconocimiento, según Escribano y Vilá [16], “se inaugura con Francisco a partir de sus ya célebres palabras «si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? (…). El problema no es tener esta tendencia, debemos ser hermanos”.
Sin embargo, resta aún que este nuevo paradigma sea internalizado y puesto en práctica por miembros de la Jerarquía de la Iglesia.
Lamentablemente, una actitud que se mantenga en el paradigma “I” (miedo y exclusión) o en el Paradigma “II” (lástima o misericordia) genera nítidamente en nuestra Iglesia la discriminación de las personas LGTBQI+, y no sólo de ellas sino también de sus familiares.
El consiguiente efecto, en particular en las mismas personas LGTBQI+, es de una total desconfianza hacia la Institución religiosa, donde deben ocultarse, o bien directamente no se sienten amados y acogidos de igual manera que las personas heterosexuales.
9. Conclusión.
Como conclusión a lo expuesto, se puede decir que la “Declaración Fiducia Supplicans” ha generado reacciones extremas debido a su propuesta de habilitar la bendición de parejas en situaciones irregulares, incluyendo parejas del mismo sexo.
La discusión sobre la aceptación de la diversidad sexual dentro de la Iglesia ha llevado a examinar críticamente textos del Antiguo y Nuevo Testamento, que a menudo se citan para condenar la homosexualidad. Es esencial reconocer la complejidad de la interpretación de estos textos, dados los desafíos asociados con la traducción y la transmisión a lo largo del tiempo.
Por otra parte, la estadística muestra que las personas LGBTQI+ constituyen una parte significativa de la población, y la Iglesia, al adoptar paradigmas de miedo y exclusión o bien sólo de “misericordia”, puede afectar profundamente la salud mental y el bienestar de sus miembros no heterosexuales. La discriminación, el bullying y la presión para ocultar la orientación sexual pueden tener efectos negativos como la ansiedad, la depresión y la desconfianza hacia la institución religiosa.
El Papa Francisco ha abogado por un paradigma de reconocimiento que enfatiza la acogida, el respeto y la compasión hacia todas las personas, independientemente de su orientación sexual. Sin embargo, es crucial que este enfoque sea internalizado y practicado por la jerarquía y la feligresía en general, para lograr una auténtica inclusión. En última instancia, celebrar la diversidad y reconocer que todas las identidades y expresiones son valiosas contribuirá a fortalecer la unidad en la sociedad y en la Iglesia. La aceptación incondicional de las personas LGBTQI+ es fundamental para construir una comunidad basada en el amor y el respeto mutuo. Es indispensable abandonar interpretaciones bíblicas obsoletas y a adoptar una nueva perspectiva religiosa basada en el amor y el respeto hacia todas las personas sin ninguna distinción.
Al fin y al cabo [17] también podemos elegir inspirarnos en otra carta de Pablo, a los cristianos de Galacia (3,28) en la cual el Apostol dejó bien en claro que la promesa de Dios está destinada a todos (Todos, Todos, Todos), por medio de la fe en Jesucristo, cuando dice “Todos sois uno, en Cristo Jesús”.
(*) Abogada (U.N.Litoral, Argentina). Profesora (IFDC San Luis, Argentina). Especialista en Educación y DDHH (IFDC San Luis, 2017), Especialista en Educación en entornos virtuales (U.N. Quilmes 2023), Magister en Derecho del Trabajo (UNTREF,Argentina), Miembro de la Mesa Interreligiosa de San Luis, Argentina. Ha asistido a Curso bíblico “La vida pública de Jesús y el Reino de Dios” (Fundación Diálogo, 2023),”Conversaciones sobre teologìa feminista, una materia pendiente” (Universidad Católica de Córdoba y Fundación Jean Sanet, con trabajo final, Febrero 2021), Curso Boston College “Historia, Teología y pràctica de la Sinodalidad”, (Marzo 2023), Certificado en formación bíblica (Curso sobre Evangelio San Mateo, Centro Biblico Verbo Divino, 2023). Alumna del Curso de Hebreo de la Universidad de La Punta (San Luis) nivel VII. Autora de “Derechos de las mujeres a acceder a puestos de jerarquía y autoridad en las organizaciones religiosas”, “Mujeres relevantes en la vida de Jesús y en la Iglesia Primitiva”.
[1] Piñero, Antonio, “Los Libros del Nuevo Testamento”. Trotta, 3ra edicion, nov 2022, Madrid, pg. 17.
[2] Chapa, Juan, “Transmisión e interpretación del Nuevo testamento. Diálogo desde la traducción”. ISSN 0049-3449versión On-line ISSN 0717-6295 Teol. vida vol.60 no.1 Santiago 2019 http://dx.doi.org/10.4067/S0049-34492019000100041
[3] Alvarez Valdés, A, (2022, junio 25). San Pablo y la Homosexualidad. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=dS_GaZh0gkA
[4] Piñero, Antonio, edición, “Los libros del Antiguo Testamento” Editorial Trotta, 3ra edicion, Noviembre 2022, Madrid, pg. 200.
[5] Vila Enric, en “Biblia y orientación sexual”, en que dice Vila: “La segunda palabra es un neologismo que aparece por primera vez precisamente en 1 Cor 6,9”. Cuadernos Cristianisme i Justícia. Barcelona, Setiembre 2022,p. 18 disponible en https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/es229.pdf
[6] Vila Enric, en “Biblia y orientación sexual”, Cuadernos Cristianisme i Justícia. Barcelona, Setiembre 2022,p. 18 disponible en https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/es229.pdf
[7] Vila Enric, en “Biblia y orientación sexual”, Cuadernos Cristianisme i Justícia. Barcelona, Setiembre 2022,p. 18 disponible en https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/es229.pdf
[8] Alvarez Valdez, A, (2022, junio 25). San Pablo y la Homosexualidad. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=dS_GaZh0gkA
[9] Fernandez, Rosa, “Orientación sexual: distribución porcentual de la población mundial por tipo en 2021” 30-10-2023, Sitio Statista, disponible en https://es.statista.com/estadisticas/1381292/orientacion-sexual-distribucion-porcentual-de-la-poblacion-mundial-por-tipo/
[10] Jones, J. M. (2023, febrero 22). U.S. LGBT identification steady at 7.2%. Gallup. https://news.gallup.com/poll/470708/lgbt-identification-steady.aspx (T. del A).
[11] Jones, J. M. (2023, febrero 22). U.S. LGBT identification steady at 7.2%. Gallup. https://news.gallup.com/poll/4707S08/lgbt-identification-steady.aspx (T. del A).
[12] Jennett, M., “Stand up for us, challenging homophobia in schools”. Department of Health, Londres, 2004, p. 20.
[13] Ortiz-Hernandez, Luis y Garcia Torres, Maria Isabel, “Efectos de la violencia y la discriminación en la salud mental de bisexuales, lesbianas y homosexuales de la Ciudad de México” Cadernos de Saúde Pública 21 (3), Jun 2005, https://doi.org/10.1590/S0102-311X2005000300026, disponible en Scielo.
[14] Escribano, Montserrat y Vilá Enric, “El reconocimiento de las personas LGTBIQ+ en la Iglesia” Cuadernos Cristianisme i Justícia. Barcelona, Setiembre 2022,disponible en https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/es229.pdf p.10
[15] Escribano, Montserrat y Vilá Enric, “El reconocimiento de las personas LGTBIQ+ en la Iglesia” Cuadernos Cristianisme i Justícia. Barcelona, Setiembre 2022,disponible en https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/es229.pdf p.11
[16] Escribano, Montserrat y Vilá Enric, “El reconocimiento de las personas LGTBIQ+ en la Iglesia” Cuadernos Cristianisme i Justícia. Barcelona, Setiembre 2022,disponible en https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/es229.pdf p.12 con cita de Papa Francisco, (2013). “Viaje apostólico a Río de Janeiro con ocasión de la XXVIII jornada mundial de la juventud, Conferencia de prensa del santo padre Francisco durante el vuelo de regreso a Roma”, Domingo 28 de julio de 2013.
[17] Y siguiendo aquí a Vila Enric, en su final de “Biblia y orientación sexual”, Cuadernos Cristianisme i Justícia. Barcelona, Setiembre 2022,p. 18 disponible en https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/es229.pdf
Comentarios recientes