“No te escondas”, el consejo de un padre a su hijo gay en los años 50
La ONG StoryCorps conmemora el 45º aniversario de los disturbios de Stonewall de 1969 con una iniciativa para preservar las historias de las personas LGBT, llamada OutLoud.
En la década de 1950 en una zona rural de Washington, un adolescente aprendió una importante lección acerca de la autoaceptación. Cuando el ahora septuagenario Patrick Haggerty, activista LGTB y excantante de un grupo de música country, era adolescente, decidió realizar en una asamblea escolar y cubrió su rostro con purpurina. Su hermano, que vio horrorizado cómo se maquillaba Patrick, llamó a su padre: “Papá, creo que es mejor que vayas allí. Esto no va a ir bien”, dijo su hermano.
Charles Edward Haggerty, productor de leche, se presentó en la escuela con los pantalones vaqueros y las botas llenas de suciedad. Cuando Haggerty vio a su padre en los pasillos, se escondió. “No fue a causa de lo que yo llevaba puesto”, rememora Haggerty. “Fue a causa de lo que él llevaba puesto”.
Después de la asamblea, en el coche de camino a casa, el padre de Haggerty sacó el tema. “Mi padre me dijo: ‘Estaba caminando por los pasillos esta mañana, y vi a un chico que se parecía mucho a ti ocultándose para evitar a su padre. Pero sé que no fuiste tú, porque no harías nunca eso a tu padre’“.
Haggerty se retorció en su asiento y finalmente exclamó: “Bueno, papá, ¿has tenido que usar tus pantalones vaqueros de mierda de vaca en mi asamblea?”, a lo que respondió su padre: “Mira, todo el mundo sabe que soy un productor de leche. Esto es lo que soy. Ahora, ¿qué pasa contigo? ¿Cuando seas adulto, con quién vas a salir por la noche?”, a lo que seguidamente añadió: “Te voy a decir algo hoy, y quizás no sepas qué pensar sobre esto ahora mismo, pero lo vas a recordar cuando seas un hombre hecho y derecho: No te escondas. Porque si te ven hacerlo, como lo hiciste hoy, significa que crees que lo que estás haciendo está mal. Y si huyes, gastando tu vida entera pensando que estás haciendo mal las cosas, entonces arruinarás tu alma inmortal“.
Al recordar esta escena, Haggerty afirma que “de todas las cosas que un padre en 1959 podría haber dicho a su hijo gay, mi padre me dijo que debemos estar orgullosos de nosotros mismos y no escondernos”. “Sabía lo que yo era. Y sabía que sentirme mal por ello era lo que no debía hacer de ninguna manera”, añade. “Tuve el santo patrón de los papás de los mariquitas, y no, yo no lo sabía en ese momento, pero ahora lo sé”.
Fuente Cáscara Amarga
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