Unas 200 personas se manifiestan en el primer Orgullo LGTB de la capital de Namibia, un país donde la “sodomía” es ilegal
Windhoek, la capital de Namibia, ha celebrado su primer Orgullo LGTB de la historia, al que acudieron unos 200 activistas. “Somos uno” fue uno de los lemas más repetidos por los manifestantes, que recorrieron la avenida de la Independencia (la principal arteria de la ciudad). En un país en el que la “sodomía” está criminalizada por la ley común, la reivindicación principal del Orgullo de Windhoek ha sido la exigencia de la descriminalización de los actos sexuales entre hombres (cuando es entre mujeres no existe formalmente “delito”). En este sentido, esta manifestación igualitaria es “un llamamiento para la eliminación de leyes injustas que se dirigen a los miembros de la comunidad LGTB”, ha explicado el director de Out-Right Namibia, Friedel Dausab.
No ha sido el primer acto reivindicativo de carácter LGTB de Namibia, pero la manifestación de Windhoek, celebrada el último sábado de julio, sí ha sido el primer Orgullo de la capital y del país. Alrededor de dos centenares de activistas desplegaron sus banderas arcoíris, levantaron sus pancartas e hicieron resonar sus voces por la avenida principal de Windhoek. Al parecer, los manifestantes recibieron insultos por una parte del público, aunque no se registró ningún incidente de consideración. Los participantes han hecho constar que también se creó interés y curiosidad en otra parte del público; incluso recibieron algunos aplausos. A continuación, podéis ver un fragmento de la marcha en este breve vídeo:
Además de exigir la descriminalización de la “sodomía”, el colectivo LGTB ha dejado claro que en estos momentos “nuestra petición no es el matrimonio igualitario”, sino “alguna protección legal para las parejas [del mismo sexo] que viven juntas”, sostiene Friedel Dausab, director de Out-Right Namibia. Aunque la homofobia de Estado y la hostilidad LGTBfóbica social son una realidad en este país africano, una encuesta realizada en 2016 revelaba que, con todo, Namibia es menos hostil en su conjunto hacia la diversidad sexual en relación a otros países africanos.
Según el denominado “Afrobarómetro”, Namibia se coloca como el cuarto país de África con una población “más tolerante” hacia la homosexualidad, por detrás de Cabo Verde, Sudáfrica y Mozambique. Concretamente, el 55% de los namibianos asegura que no sería un problema tener vecinos gais (a pesar de ser un país en el que las relaciones sexuales entre hombres son ilegales). Una cifra considerablemente superior si se compara con el 3% de Senegal, el 4% de Guinea o el 5% de Uganda, Burkina Faso o Nigeria. Nuestro vecino Marruecos, por ejemplo, se sitúa en el puesto 14 de tolerancia, con un 16%.
Por otra parte, la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas reclamaba, justo hace un año, la despenalización de la “sodomía” en Namibia. El informe de la ONU, presentado por Sarah Cleveland, experta independiente en cuestiones de derechos humanos, alega que el colectivo LGTB de este país se enfrenta a la discriminación, el acoso y la violencia, incluyendo casos de “violación correctiva” contra mujeres a las que se acusa de haber mantenido relaciones con otras mujeres.
Así pues, la ONU hacía llegar al Gobierno namibiano la urgencia de que “adopte una legislación que prohíba explícitamente la discriminación basada en la orientación sexual, incluida la Ley del Trabajo (Ley Nº 11 de 2007) y que adopte leyes contra los crimenes de odio, que castiguen la violencia homófoba y tránsfoba y la apliquen vigorosamente”.
Historial LGTBfóbico en Namibia
Tras su independencia, Namibia heredó la penalización de las relaciones homosexuales masculinas como parte de su derecho consuetudinario romano-holandés. Es decir, no existe un Código Penal en sí, sino que el derecho se crea por decisiones de los tribunales que crean jurisprudencia. La sodomía, que es la práctica que está penada, se define como la relación sexual consensuada entre dos hombres, y la jurisprudencia heredada la castiga con penas de prisión.
Buena parte de sociedad civil considera la homosexualidad como un tema tabú (aunque parece que estudios como el Afrobarómetro empiezan a recoger un cambio de tendencia, sobre todo en los principales núcleos urbanos). Del mismo modo, representantes políticos han manifestado repetidamente su oposición a cualquier legislación que proteja los derechos de las personas LGTB. De hecho, lo inusual es lo contrario. En 2013, sin ir más lejos, dosmanzanas se hacía eco del discurso del líder político McHenry Venaani, de la Alianza Democrática de Turnhalle. Venaani se mostró a favor de los derechos de las personas LGTB, enfrentándose a quienes propagan reiteradamente que la homosexualidad es algo ajeno y contrario a la cultura africana.
Remontándonos más en el tiempo, en concreto al año 2000, el entonces ministro de Interior Jerry Ekandjo instaba a los oficiales de policía recientemente graduados a “eliminar” a gais y lesbianas de las calles de Namibia. En 2001, el presidente Sam Nujoma, amenazó con realizar purgas contra gais y lesbianas para expulsarles del país. La viceministra de Interior e Inmigración, Theopolina Mushelenga, acusó en junio de 2005 a los homosexuales de haber traicionado la lucha por la libertad en Namibia durante el proceso de independencia, les responsabilizó de la propagación del VIH y les calificó de insulto a la cultura africana. En diciembre de 2011 fue noticia la agresión sufrida en la capital del país, Windhoek, por el ganador del concurso Mister Gay Namibia, en la primera elección de este tipo celebrada en el país.
Fuente Dosmanzanas
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