Sábado, 15 de febrero de 2025
Del blog Amigos de Thomas Merton:

“La dicha nace de la “fe”, entendida esta no como una creencia a la que asentir mentalmente, sino como la certeza experimentada de que el Fondo de lo real es fuente de confianza. “Todo terminará bien”, repetía Juliana de Norwich. O mejor aún, todo está bien. En el nivel de lo relativo –de la “apariencia”–, todo es variable, impermanente e inexorablemente polar; en lo profundo, todo está pleno de sentido. Si vivimos en la superficie –en el nivel de lo relativo, en la creencia que somos el yo individual–, nos sentiremos víctimas del oleaje incesante; si, por el contrario, nos reconocemos en la Consciencia donde todo ocurre, permaneceremos en la ecuanimidad. Las olas no son otra cosa que el “juego” del agua. La clave radica en no creer que somos una “ola”, sino en reconocernos como el “Agua” misma y única, ilimitada y atemporal, que simplemente adopta infinidad de formas, entre ellas la que llamamos “yo”.
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Enrique Martínez Lozano
Otro modo de leer el Evangelio
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"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad
Enrique Martínez Lozano, Juliana de Norwich, Otro modo de leer el Evangelio, Todo terminará bien
Viernes, 14 de junio de 2019
Del blog Amigos de Thomas Merton:

“Jesús les dijo:
– Les aseguro que antes que naciera Abraham Yo soy.
Entonces cogieron piedras para tirárselas,
pero Jesús se escondió y salió del templo”.
La mente nos hace creer que somos un yo individual y reduce nuestra identidad a nuestra personalidad. Eso hace que veamos la vida como una realidad separada, temiendo incluso que juegue contra nosotros. Pero lo que somos no necesita protección. La vida no puede hacernos daño porque somos la vida.
La sabiduría nos recuerda que la vida no es algo que tenemos, sino lo que somos. Somos vida expresándose en una personalidad concreta y transitoria. No tenemos que estar a la defensiva; lo que somos se halla siempre a salvo; la Vida ya es plena, no padece ansiedad ni se aferra a intereses. Únicamente necesitamos reconocernos en ella y vivir en esa única certeza, la certeza de ser.
Es la única certeza porque, aunque dudemos de todo, aunque incluso no sepamos quiénes o cómo somos, hay algo de lo que es imposible dudar: que somos. Ese ser es atemporal y eterno; por eso, cuando descubrimos nuestra identidad, sabemos que somos no-nacidos. Y lo no-nacido tampoco puede morir. ¿Nos extraña que Jesús hable constantemente de vida y de no morir? Como Jesús, todos podemos decir con verdad: Antes de que Abraham naciese (aunque hayan pasado mil ochocientos años), yo soy.
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Enrique Martínez Lozano.
Otro modo de leer el Evangelio.
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"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad
Certeza, Enrique Martínez Lozano, Otro modo de leer el Evangelio, Ser, Vida
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