Liberada una adolescente italiana que durante un año ha permanecido retenida por su propios padres tras descubir que salía con otra chica
Conmoción en la sociedad y en el activismo de Italia ante la intolerante reacción de unos padres con su hija. Una pareja heterosexual, ambos de unos 50 años, ha mantenido encerrada a su hija de 17 años al descubrir su orientación homosexual. Al parecer, los progenitores accedieron a su cuenta de WhatsApp, a través del teléfono móvil de la adolescente, y descubrieron que su pareja era otra chica. A raíz de este outing forzado, los padres le han impedido salir de casa durante un año, incluso privándola de la oportunidad de ir al instituto. La joven, habiendo escapado de su hogar una primera vez, solicitó la intervención de la policía, pero fue devuelta a la familia. Entonces, la joven decidió llamar a Gay Center, entidad que alertó al Observatorio policial por la Seguridad contra los Actos Discriminatorios. Juntos lograron liberar a la joven, que ahora está a salvo en un hogar de acogida para menores.
«La niña vivía en un clima de violencia continua y fue secuestrada en su propia casa, de donde la familia no la dejó salir. Cuando estaba sola en la casa, los padres cerraban la puerta con ella dentro», ha explicado Fabrizio Marrazzo, de Gay Center, una asociación que promueve servicios e iniciativas para personas LGTB. Esta organización ha denunciado la historia de esta adolescente de 17 años, cuyos padres la habían mantenido encerrada en su hogar en la provincia de Roma desde que descubrieron su orientación sexual. La menor fue liberada gracias al apoyo de Observatorio por la Seguridad contra los Actos Discriminatorios (OSCAD), una entidad policial especializada contra la discriminación, y la Fiscalía del Menor se encargó del caso.
«La chica contó una situación familiar muy grave, ya que los padres, hace un año, descubrieron que era lesbiana», narra Marrazzo. En una primera ocasión la joven logró escapar y llamar a la policía, que al comprobar que era menor simplemente la llevó de vuelta con su familia. Posteriormente, la joven «logró escapar nuevamente y se comunicó con nuestro servicio Gay Help Line 800 713 713, lo que nos permitió movernos para trasladarla a un establecimiento protegido para menores y la estamos ayudando a reconstruir su vida, haciendo que reanude sus estudios, que había abandonado a la fuerza».
Por desgracia no se trata de una noticia aislada. En dosmanzanas hemos recogido a lo largo de los últimos años numerosas historias de LGTBfobia en Italia, un país en el que pese a los avances jurídicos (menores en cualquier caso a los de otros países del entorno europeo occidental) subyace aún una considerable LGTBfobia social. Sin ir más lejos, en septiembre contábamos el infierno que estaba sufriendo en Verona una pareja gay, que tras agredida en agosto encontraba su casa cubierta de pintadas de odio y sufría un intento de atentado con gasolina. Uno de los miembros de la pareja fue rociado con gasolina cuando se asomó al rellano para ver qué sucedía, y las paredes del edificio así como su coche han aparecido cubiertas de pintadas homófobas y simbología de extrema derecha. A finales de julio, por otra parte, también nos hacíamos eco de la brutal paliza que recibió un joven gay de 19 años a la salida del metro de Turín (Italia) ante la indiferencia de los transeúntes: «nadie me ayudó».
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