Una pareja gay estadounidense debe abandonar un establecimiento tras las quejas de varios clientes por sus demostraciones de afecto
Un grupo de amigos gais acudió a un bar en el condado de Volusia, en Florida, con la intención de tomar unas copas y pasar un buen rato. Dos de ellos, que eran pareja, se demostraron afecto de la misma manera que cualquier otra pareja heterosexual lo haría, con besos y abrazos cariñosos. Pero eso hizo que la gerente del local les recriminara su comportamiento, indicándoles que no era aceptable en su establecimiento y arguyendo que varios clientes se habían sentido ofendidos. Finalmente, el grupo se vio obligado a marcharse.
James Lacey acudió al bar Original First Turn, situado en Port Orange, Florida, acompañado de su novio y unos amigos. Allí tomaron unas copas y charlaron tranquilamente. Como cualquier otra pareja en una situación semejante, James y su novio intercambiaban de vez en cuando alguna muestra de afecto. Según James, se trataba de “besos en los labios, abrazos, nos apoyábamos el uno en el otro. Éramos como cualquier pareja heterosexual normal y corriente, y hubo quien se sintió bastante ofendido por ello”.
James cuenta que entonces la gerente del establecimiento le llamó aparte “y me dijo que algunos clientes se habían quejado de nuestras muestras de afecto y se habían sentido ofendidos. La gerente dijo que ese comportamiento no era aceptable allí”. Tras ello, James volvió a la mesa, y el grupo decidió marcharse. Pero se fueron con el resquemor de haber sido discriminados. James afirma que “estoy bastante seguro de que si hubieran visto a un hombre y una mujer besarse en las mejillas o en los labios, nadie hubiera ido a decir que eso no era tolerable allí, que no era aceptable. Es ridículo. Siento de verdad que se debió a que éramos una pareja gay”.
Una vez que el incidente se dio a conocer en las redes sociales, la gerente negó ante los medios que hubiera dicho a James que su comportamiento no era aceptable. Según sus palabras, “somos un restaurante patriótico y familiar de más de 30 años. No discriminamos a nadie. No lo hemos hecho ni lo haremos nunca. La seguridad y la comodidad de todos nuestros clientes es nuestra mayor prioridad”.
James se reitera en su versión, lamentando que, además, sea un hecho frecuente. “Todos están dispuestos a aceptarnos”, afirma, “pero en cuanto mostramos afecto en público, hay alguien que se siente ofendido por ello. Y nosotros somos los únicos que pagamos el pato. Somos los únicos que tenemos que marcharnos”.
Pero lo que quizá más le indignó, aparte de la hipocresía, es que la gerente se describiera a sí misma y su establecimiento como “patrióticos”, y que además fuera el primer calificativo que usase. Por ello, James, un veterano del ejército, decidió darle una lección desde su página de Facebook, dirigiéndole el siguiente mensaje:
Estimada First Turn (bar de Port Orange):
Hoy he ido a su bar con un grupo de amigos (todos gais). Usted estaba más que satisfecha de aceptar nuestro dinero, pero en cuanto he besado a mi novio levemente en los labios… nos ha dicho que “un cliente se ha sentido ofendido y eso no es aceptable”.
Señora, me llamo Jim. Soy un veterano marine de los Estados Unidos. He servido en tres ocasiones en Irak. Me he puesto ese uniforme para proteger los derechos de todos los americanos. El derecho a ser felices… el derecho a vivir la vida sin importar a quien amas.
La gente como usted es la que está haciendo retroceder a este país. En vez de avanzar y darse cuenta de que tenemos que unirnos como país, usted, señora, forma parte de grupos que no son mejores que los nazis, el KKK y el Estado Islámico/Al Qaeda… o las bandas que piensan que está bien destruir a su propia comunidad para demostrar sus opiniones.
Usted obviamente nunca ha servido a su país. Nunca ha tenido valor para vestir ese uniforme. Pero al presentarse en la manera que lo hizo, escupió en la tumba de todos mis hermanos y hermanas de armas. Ellos lucharon y murieron para que todos los americanos vivan libremente y en paz. Usted, señora, bien podría haber pisoteado y quemado la bandera americana.
En el aniversario del 11/S, acaba de difundir el mismo odio que sentimos hace quince años. Es más, con el odio que ha demostrado, es como el asesino de Pulse. Rezo por usted.
Fuente Dosmanzanas
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