Archivo

Entradas Etiquetadas ‘Ordenación’

Ordenaciones de presbíteras en Roma: Ni clandestinas ni prohibidas

Viernes, 25 de octubre de 2024
Comentarios desactivados en Ordenaciones de presbíteras en Roma: Ni clandestinas ni prohibidas

IMG_8205


“La Iglesia entre nosotras era católica, apostólica y romana, y esa felicidad nadie nos la va a poder robar”

“Quien presenciara nuestra ceremonia de ordenación se daría cuenta de que lo que allí se vivió era un acto pacífico y apacible, que se palpaba la gracia y el cariño que vienen de lo alto y se derraman y rebosan”

“Nadie prohibió expresamente nuestra ceremonia ni esta fue clandestina. Nuestro enfoque radicaba precisamente en mostrar, al mayor número posible, que estamos dispuestas a ponernos al servicio de nuestra Iglesia, a aportarle las cualidades y carismas que cada persona bautizada recibe para bien de la comunidad”

“¿Algún día accederá el papa a encontrarse fraternalmente con algunas de nosotras para que le demos noticias de todas esas personas que lo aman de corazón y  que sufren, porque no se sienten escuchadas ni tenidas en cuenta?”

“Quien presenciara nuestra ceremonia de ordenación se daría cuenta de que lo que allí se vivió era un acto pacífico y apacible, que se palpaba la gracia y el cariño que vienen de lo alto y se derraman y rebosan”

Cuando las primeras comunidades cristianas (finales del siglo I y comienzos del II, atestiguado por la Epístola de Santiago, entre otras fuentes) necesitaron ampliar la plantilla para la proclamación de la Buena Noticia traída por Jesús de Nazaret, el cuidado de la gente enferma e incluso su sanación en su nombre,  el cuidado de las comunidades en crecimiento, la fracción del pan y la oración en las mismas, se crearon unas figuras, consideradas como sucesoras de los apóstoles y llamadas diáconos, diaconisas, presbíteros y presbíteras, obispos y obispas.

IMG_8208Las tres diaconisas ordenadas: Loan Rocher, Teresa Riveiro y Txus García

Siento que al lector o lectora se le nuble la vista, pero una lectura atenta del Nuevo Testamento le dará información al respecto. Baste con la epístola a los Romanos donde encontramos a una mujer apóstol: Junia que se ha intentado camuflar sin éxito en “Junias” un nombre supuestamente masculino e inexistente. No doy citas precisas  a propósito pues creo que la gente se merece acceder a las mismas fuentes para escudriñar verdades que pasaron inadvertidas.

Siguiendo esta tradición, que es la de nuestra Madre Iglesia católica y romana, y antes siguiendo los pasos de nuestro Maestro Jesús que no hizo acepción de personas, como Hijo de Dios que es, ni practicó la discriminación en absoluto, la Asociación de Presbíteras Católicas Romanas (sigla en inglés RCWP-ARCWP https://arcwp.org/cristina-moreira-la-primera-mujer-sacerdote-espanola/) perpetúa el linaje de nuestras fundadoras, las valientes “Danube 7” como las llamamos cariñosamente.

Siete mujeres a quienes varios obispos católicos romanos con sucesión apostólica ordenaron diaconisas, presbíteras y finalmente obispas. De modo que nos inscribimos en la tradición, ya imparable, de administrar el sacramento del Orden a mujeres y anima a seguir investigando. No solemos ocultarnos ni callarnos. Estamos en cuatro continentes y al fin alcanzamos el contingente de 300 con las últimas ingresadas entre las cuales cuatro son europeas.

Este pasado jueves 17 de octubre, en la ciudad de Roma, en el río Tíber, a bordo de una barcaza, se ordenaron, siguiendo el rito católico romano: al diaconado Loan Rocher (francesa de París), María Teresa Ribeiro Rosa (andaluza de Isla Cristina, y también portuguesa) y Txus (de Barcelona, Cataluña-España). Fueron ordenadas presbíteras Belén Repiso Carrillo (española de Valladolid, España), Anne Malloy La Tour (estadounidense de Texas) y Mary Katherine Daniels Anne Latour (estadounidense de Texas) por la obispa irlandesa – estadounidense Bridget Mary Meehan. Nos acompañaron numerosos familiares y gente amiga hasta completar todo el aforo.

IMG_8209Imposición de manos a Belén Repiso

Nadie prohibió expresamente nuestra ceremonia ni esta fue clandestina. Nuestro enfoque radicaba precisamente en mostrar, al mayor número posible, que estamos dispuestas a ponernos al servicio de nuestra Iglesia, a aportarle las cualidades y carismas que cada persona bautizada recibe para bien de la comunidad. Esta es la “orden” que dio la obispa haciendo entrega del Evangelio a las ordenadas: “Recibe el Evangelio de Cristo, del que eres ahora mensajera/o. Cree lo que lees, enseña lo que crees y practica lo que enseñas“. Eso es ordenar con sentido.

Es cierto que revestimos alba, estola y casulla, con el cariño de quien recibe un valioso legado y se dispone a usarlo para el bien. De hecho, nosotras estamos aquí para ya construir la Iglesia nueva que soñamos; nuestras comunidades por el mundo son brotes numerosos que muestran vida floreciente y, según nos dicen, son signo de esperanza. Y eso no es casual: la contraseña para entrar es “Ven como estés, todo el mundo es bienvenido”. No preguntamos estados de vida, ni orientaciones sexuales o afectivas, no indagamos sobre el origen o el número de divorcios o pecados. Sí nos interesa que quien venga se sienta querido y querida, escuchada en sus necesidades, atendido y respetado, sin condiciones.

No hacemos nada que Jesús de Nazaret no haya encargado a sus discípulos y discípulas, nada de lo que tengamos que sentirnos culpables, al sentarnos en medio de su familia para partir el pan y servir el vino, para perpetuar su presencia donde se le busca y necesita. Lo extraño es que para ello tengamos que justificarnos. Lo extraño, desde siglos es que se asocie a esta función la genitalidad de quien lo hace. Pero, me suelen replicar, Jesús era varón. Sí, de la tribu de David, israelí, circuncidado. ¿Acaso tendremos que despedir a  todos los que no lo son?

IMG_8210Belén Repiso y una de las siete del Danubio

He escuchado aquella tarde frases como “¿Amáis al papa?”; y respondí sin vacilar, por supuesto, hacemos profesión de amar al prójimo, no hay excepciones. Pero, añadí “¿Nos quiere él a nosotras? ¿Algún día accederá a encontrarse fraternalmente con algunas de nosotras para que le demos noticias de todas esas personas que lo aman de corazón y  que sufren, porque no se sienten escuchadas ni tenidas en cuenta?. Sin duda, tenemos mucho que contarle, y, para empezar nuestras hermosas vocaciones para el servicio, también el del altar y de los sacramentos, y nuestra perplejidad cuando constatamos que no parecen ser necesarias; cuando largamente discernidas (en Iglesia) nos rendimos a la evidencia de que son fruto del Espíritu Santo y alguien nos contesta que “no puede ser”, porque la ley no lo autoriza.

Otra pregunta que se repite: “Estáis propiciando un cisma” y, con dolor, suelo responder que los cismas ya se dieron y continúan: la gente obrera se fue, la gente joven es residual, las mujeres están saliendo en masa, según se publicaba recientemente, y hay que sumar el cisma de todas las que no se sienten bien acogidas por su condición “pecadora”, como las personas casadas vueltas a casar, las de todo el espectro LGBTIQ+ y, nos obliga el respeto a mencionar a todas las víctimas de los curas, monjes, obispos y superiores violadores de niños, niñas, mujeres y personas vulnerables junto con quienes se solidarizan. ¿Esos cismas los ve alguien? ¿Solo tememos el cisma de los que sustentan la bolsa y el poder político en la Iglesia? 

Nosotras también tenemos interrogantes. Por ejemplo: ¿Alguien está buscando dictarle al Espíritu Santo el pliego de condiciones para el reclutamiento del discipulado? ¿En serio podemos creer, después de más de dos milenios de cristianismo, que el Espíritu solo habla con prelados? ¿No será hora de indagar si su Palabra no está más bien diseminada entre sus preferidos y preferidas, “los más pequeños”? ¿Cómo se pueden leer una y otra vez las bienaventuranzas sin plantearse esto? Si las prostitutas entrarán primero en el Reino de los Cielos, existe una hoja de ruta distinta desde el origen. Esta es la nuestra.

IMG_8211Ordenación de presbíteras

Otra vez la ley se impone sobre la Voluntad divina. ¿En qué momento hemos olvidado aquella sentencia de Jesús “El sábado se hizo para el ser humano y no el ser humano para el sábado. Y el Hijo del hombre también es dueño del sábado». (Marcos 2,23-28). Cierto es que frases como estas han fraguado la condena de quien las pronunció… eso tampoco lo vamos a olvidar.

Las mujeres conocemos todos los mal llamados “argumentos teológicos” para no recibir las órdenes sagradas; argumentos que no son tales, sino vanos intentos de mantener el statu quo, el sistema clerical y jerárquico, heteropatriarcal, que se ocupa de conservar sus privilegios.

Jesús no ordenó a nadie, él no fue sacerdote, y solo pidió que hiciéramos memoria de él. Eso hago yo, y eso hacen mis compañeras y compañeros, con sumo cariño y respeto. Desde nuestros cuerpos sufridos, violados, infravalorados y tantas veces despreciados, entendemos desde dentro lo que la entrega significa.

IMG_8135

Ordenación de presbíteras

Pedimos desde aquí que, por Dios, dejen de utilizar a María para alejarnos de la mesa de su Hijo, de su Cuerpo y su Memoria. No funciona, no nos convence. María, la Virgen, Nuestra Señora, la Madre de Dios… fue la primera mujer y la única con derecho a decir: “Esto es mi cuerpo, esto es mi sangre”. Ella está con nosotras. Otro día hablaremos en serio de los dos principios de Urs Von Balthasar y de cómo, a veces, los teólogos se inventan ficciones para justificar lo injustificable.

A quienes nos reprochan usar las vestiduras podemos responder que esas vestiduras blancas son las del bautismo. No hemos sido las mujeres quienes las hemos mancillado vilmente con sangre y más cosas, no somos nosotras las que las usamos para dominar y abusar. Para nosotras, revestir un alba, una estola, una casulla o sujetar un cayado es volver a casa tras un larguísimo viaje y abrir los baúles de la herencia, significa buscar entrar en nuestra tradición con intenciones sencillas y ansia de plena pertenencia también en lo simbólico. Es buscar hablar la lengua del pueblo que comprende los signos, ropas y colores y los ama en muchos lugares del planeta.

Quien presenciara nuestra ceremonia de ordenación se daría cuenta de que lo que allí se vivió era un acto pacífico y apacible, que se palpaba la gracia y el cariño que vienen de lo alto y se derraman y rebosan. Lejos del talante de rebeldía y “desafío” que los medios suelen achacarnos, tal vez por dar a sus titulares más explosividad, no tenemos otra ansia que no sea convocar comunión, más allá de todas las fronteras y respetando las diversidades. Somos servidoras de la comunión.

IMG_8213

Ordenaciones de presbíteras

Me preguntaba por qué lloré durante la imposición de manos. Ver a aquellas personas, varias de ellas amigas, dar respuesta a sus llamadas, ver como entraban a formar parte de la larga cohorte de apóstolas invisibles desde María de Nazaret, María de Cleofás, María la esposa de Chuza y María la Magdalena me sobrecogió. Sentí vibrar un aleteo gozoso en mi oído, sentí amor y dulzura, y vinieron a mí los versículos que leemos en la Pascua, los del Pentecostés primero, el que fundó la catolicidad, la universalidad, gracias a la comprensión de las lenguas.

Había en ese barco gente de  Estados Unidos, de Irlanda, de Colombia, de Alemania, de Holanda, de Francia, de España (Galicia, Castilla, Andalucía,Catalunya…), de Portugal e Italia por supuesto. Toda ella se entendió, y no solo porque nuestro heroico equipo de intérpretes lo hizo posible en condiciones muy adversas, sino porque nuestros signos, símbolos y rostros hablaban de salvación y del cielo. La Iglesia entre nosotras era católica, apostólica y romana, y esa felicidad nadie nos la va a poder robar. Estaremos cuidándola toda nuestra vida. Cultivamos la esperanza con la tozudez de la fe y la serenidad de una conciencia en paz.

Sirvo en a Comunidade Cristiá do Home Novo (A Coruña- Galicia- España)

galilea.luz@gmail.com

IMG_8207

Fuente Religión Digital

General, Iglesia Católica , , , , , , , , , , ,

Isabel Corpas de Posada: “¿Por qué fueron excluidas las mujeres de la organización jerárquica de la Iglesia católica?”

Lunes, 14 de septiembre de 2020
Comentarios desactivados en Isabel Corpas de Posada: “¿Por qué fueron excluidas las mujeres de la organización jerárquica de la Iglesia católica?”

Libro_2265383520_14880415_667x979“Ciudadanas de segunda, invisibilizadas, silenciadas, discriminadas: esa ha sido la condición de las mujeres en el cristianismo…”

Pero, para Isabel Corpas de Posada “no hay razones teológicas que impidan la ordenación de mujeres para el diaconado, el presbiterado, o el episcopado”

En sus palabras “el libro presenta un doble acercamiento, eclesiológico y en perspectiva de género, a los textos que reflejan la evolución histórica de las funciones de liderazgo y servicio en la tradición católica”

La obra, que cuestiona la perspectiva androcéntrica desde la que se ha interpretado el lugar de las mujeres en la organización eclesial, está disponible gratuitamente en Amazon y Apple Books

Introducción

Como ciudadanas de segunda, invisibilizadas, silenciadas, discriminadas: esa ha sido la condición de las mujeres en el cristianismo. Como en otras tradiciones religiosas del mundo occidental, en la tradición católica solamente los varones han ejercido los cargos de responsabilidad, pero el paso de una organización patriarcal de la sociedad a un entorno caracterizado por la presencia de mujeres en todos los campos de la actividad humana y en búsqueda de su propia identidad, despierta en el momento actual serios interrogantes en torno a la exclusión de las mujeres de la organización jerárquica de la Iglesia católica. Por eso es de esperar que se produzcan cambios. Y porque no siempre fue así, como se desprende de los textos neotestamentarios. ¿Por qué, entonces, fueron excluidas de la organización jerárquica de la Iglesia católica?

Es este el punto de partida de la presente investigación de tipo histórico hermenéutico con un doble acercamiento, eclesiológico y en perspectiva de género, a los textos que reflejan la evolución histórica de las funciones de liderazgo y servicio en la tradición católica y cuyas fuentes primarias son algunos escritos neotestamentarios, documentos del magisterio eclesial y textos de los autores representativos de los primeros siglos del cristianismo y de la teología escolástica. En cuanto a las fuentes secundarias, recurrí a estudios sistemáticos e históricos en torno a los ministerios eclesiales y en relación con la presencia / ausencia de mujeres en la organización eclesial.

Debo asimismo aclarar que la intencionalidad que orienta y condiciona la lectura teológica de los textos es la mirada de mujer y de teóloga creyente que, al espigar en los textos de la tradición católica, cuestiona la perspectiva androcéntrica desde la que se ha interpretado el lugar de las mujeres en la organización eclesial y desde la que se han elaborado las conceptualizaciones teológicas y las definiciones del magisterio. Asimismo, es mirada de mujer laica, que desde la eclesiología de Vaticano II cuestiona en dichos textos la perspectiva sacerdotal que sustenta la interpretación del sacramento del orden, destacando cómo quienes ejercían formas de liderazgo y servicio en las comunidades neotestamentarias, hombres y mujeres, no eran consideradas personas sagradas ni ejercían funciones de culto, comoquiera que fue a finales del siglo I cuando se dio el paso de los ministerios al sacerdocio, conocido como proceso de sacerdotalización.

Desde esta doble mirada se perfilan dos preguntas que conducen la investigación: ¿cómo y por qué las mujeres fueron marginadas de la organización eclesial y lo siguen siendo actualmente? y ¿por qué la Iglesia no ha asumido la diversidad ministerial trazada por el concilio Vaticano II y el tradicional exclusivismo sacerdotal se mantiene como la única forma oficial de liderazgo y servicio en la Iglesia católica?

Por otra parte, la presente investigación se plantea y justifica desde la creación por el papa Francisco de la comisión para estudiar el diaconado de las mujeres en 2016 y desde el Documento preparatorio y el Instrumentum laboris del Sínodo de los Obispos para la Región Amazónica (2019) que se referían a posibles ministerios eclesiales para las mujeres e incluso a su ordenación. Y aunque los integrantes de la comisión para estudiar el diaconado de las mujeres no llegaron a un acuerdo y el documento final entregado al Papa en la última reunión del sínodo no contemplara esta posibilidad, la esperanza es que Francisco se atreva a dar un paso significativo para que las mujeres sean oídas de verdad y acogidos sus reclamos respecto al lugar que como bautizadas pueden y deben ocupar, comoquiera que en el discurso de clausura acogió “el pedido de re-llamar a la comisión o quizás abrirla con nuevos miembros para seguir estudiando cómo existía en la Iglesia primitiva el diaconado permanente” y anunció que iba “a procurar rehacer esto con la Congregación para la Doctrina de la Fe, y asumir nuevas personas en esta Comisión”.

Una comisión que fue creada durante la Semana Santa de 2020 en medio de la pandemia del coronavirus: además del presidente y el secretario, sus diez integrantes –cinco hombres y cinco mujeres– son todos europeos y estadounidenses, ninguno es especialista en diaconado femenino y, sobre todo, ninguno se ha manifestado a favor de su restauración.

Como lo dijo Francisco en el encuentro con la Unión Internacional de Superioras Generales, UISG, en mayo de 2019, hay que reconocer que el primer paso está dado, pero también es importante dar pasos para sustentar teológicamente la posibilidad de ordenación de mujeres desde la mirada de las mujeres teólogas, que puede no solo aportar sino enriquecer la lectura teológica de la ministerialidad eclesial tradicionalmente hecha por teólogos varones desde una mirada sacerdotalizante y androcéntrica.

Me refiero, en primer lugar, a estas circunstancias leídas desde mi experiencia personal como profesora de teología de los ministerios eclesiales y unas precisiones en cuanto a la terminología; esbozo el marco referencial de la investigación en sus dos componentes, la eclesiología de Vaticano II que fundamenta la teología de los ministerios eclesiales y la teología feminista como respuesta desde la teología a la nueva presencia de las mujeres y, a continuación, una revisión bibliográfica sobre el tema.

En segundo lugar busco responder, desde la eclesiología de Vaticano II y desde la teología feminista al porqué las mujeres fueron excluidas de la organización jerárquica de la Iglesia, para lo cual repaso (1) las prácticas históricas de la Iglesia en textos que reflejan la organización de las comunidades neotestamentarias en las que las mujeres ejercieron importante liderazgo; (2) textos que registran la presencia / ausencia de las mujeres en el contexto del proceso de sacerdotalización de los primeros siglos del cristianismo; (3) textos que, enmarcados en los desarrollos de la teología escolástica y acogidos por el magisterio eclesial muestran cómo tomó forma la teología del sacramento del orden como sacramento del sacerdocio y por qué se negó la ordenación a las mujeres; y (4) las “razones verdaderamente fundamentales” para negar la ordenación sacerdotal de las mujeres a pesar de la diversificación de los ministerios eclesiales en el magisterio posconciliar. En tercer lugar, desde la teología feminista y la teología de los ministerios eclesiales, planteo algunos aportes al debate acerca de la ordenación de mujeres para el diaconado y –¿por qué no?– para el presbiterado, como servicio a la comunión y la misión de la Iglesia, concretamente de la Iglesia latinoamericana del siglo XXI.

El libro de Isabel Corpas de Posada, ¿Ordenación de mujeres? Un aporte al debate desde la eclesiología de Vaticano II y la teología feminista latinoamericana (corpas de posada publicaciones, 2020), está disponible sin costo en Amazon y Apple Books.

Fuente Religión Digital

Biblioteca, Iglesia Católica , , , , , ,

La Iglesia de Escocia aprueba la ordenación de homosexuales casados

Lunes, 23 de mayo de 2016
Comentarios desactivados en La Iglesia de Escocia aprueba la ordenación de homosexuales casados

Church_of_Scotland_LogoLa Iglesia presbiteriana de Escocia aprobó el pasado sábado 21 en Edimburgo la ordenación de hombres y mujeres casados con una persona del mismo sexo, tres años después de aceptar la ordenación de homosexuales. La asamblea general de la iglesia en Edimburgo ha votado que las congregaciones pueden “optar por apartarse” del magisterio tradicional si quieren designar a un ministro o diácono casado con otra persona del mismo sexo.

La Iglesia de Escocia ha resuelto por votación permitir el matrimonio entre clérigos del mismo sexo, aunque afirmó que “mantiene su posición tradicional del matrimonio entre un hombre y una mujer”.

En 2015, la iglesia escocesa había aplazado su decisión sobre los miembros del clero casados para consultar a las parroquias y tener tiempo para debatir la cuestión.

Ese mismo año, autorizaron en cambio la ordenación de personas homosexuales habiendo contraído una unión civil, pero no matrimonio. 32 de los 45 presbiterios locales de la iglesia de Escocia, la confesión religiosa más importante de ese país, votaron a favor de permitir la ordenación de pastores abiertamente homosexuales y que además mantengan relaciones estables de pareja. Aunque la decisión debe ser ratificada por la asamblea general de la iglesia, esta ya se había pronunciado a favor, por lo que el voto de los presbiterios era, en la práctica, el último obstáculo a batir. Se acerca de esta forma el fin de un largo proceso hacia una mayor inclusividad de las personas LGTB en la iglesia de Escocia, el que el su sector progresista ha hecho, conviene destacar, concesiones significativas al sector conservador.

“Para muchos, hoy se trataba de clarificar la situación y de adaptarse a la legislación escocesa”, comentó el reverendo John Chalmers.

La moción se adoptó por 339 votos a favor y 215 en contra.

Esta iglesia protestante ya adoptó en 2013 una moción que autorizaba la ordenación de homosexuales tras años de debate entre el sector liberal y el tradicionalista.

Sin embargo, los clérigos de la Iglesia de Escocia no podrán oficiar matrimonios entre personas del mismo sexo. La discusión sobre este aspecto comenzará después que el Foro Teológico de la iglesia presente un informe el año próximo.

El matrimonio gay ha dividido a muchas confesiones en el mundo. La iglesia oficial de Escocia es de confesión presbiteriana con unos 400.000 feligreses.

Por su parte, la Iglesia de Inglaterra prohíbe todavía a los miembros homosexuales de su clero contraer matrimonio.

Fuente Agencias/Cristianos Gays

General, Historia LGTBI, Iglesia Presbiteriana , , , , , ,

Recordatorio

Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.

Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada. no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.

Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.