Respondemos: ENCARNA EN MÍ TU MISERICORDIA
QUEREMOS OJOS Y MISERICORDIA
Para reconocer que nadie es todo luz o todo sombra y que compartimos los mismos defectos y limitaciones que condenamos vehementemente en los demás.
Para enfocar nuestra mirada y reaccionar al reconocer nuestra responsabilidad en las tragedias que generan nuestro modo de vida cotidiana:
Para ser conscientes de la distancia que interponemos con los que intuimos que nos van a complicar la vida: cuando nos ofrecen implicarnos para sostener una causa justa; cuando nos piden que nos involucremos en su vida desastrosa o trastocada por la desgracia, la mala suerte o la injusticia… cuando ni nos atrevemos a mirar a los ojos de quien extiende su mano en una esquina.
Para iluminar nuestra mirada y descubrir los indicios de la esperanza del proyecto de Jesús para este mundo. Para levantar nuestros ojos y nos demos cuenta de todo lo que nos sobra ante el vértigo de lo que otros tanto necesitan.
Todos: ENCARNA EN MÍ TU MISERICORDIA
QUEREMOS ESCUCHA Y MISERICORDIA
Que estalle nuestro tímpano adormecido ante las bombas de las guerras que hemos provocado en Ucrania, Afganistán, Irak, Palestina y en Siria para controlar sus recursos y asegurar nuestros privilegios a costa de su futuro.
Ante la escala apabullante del drama de los refugiados que se oriente nuestra percepción hacia lo pequeño que sí podemos hacer, sin caer en la apatía y la resignación.
Que nos atrevamos a afinar nuestro oído y estremecernos con los gritos que preferimos no oír: los que parece que están demasiado lejos, bajo la Amazonía inexorablemente talada, los que ya casi no tienen voz, como las víctimas de la trata, los incómodos que cuestionan nuestros privilegios, como los subsaharianos aplastados contra las concertinas de las vallas en Ceuta y Melilla.
Que se abra nuestra mente a las frecuencias de los gritos del planeta que se estremece entre el deshielo y los cambios drásticos en el clima, que seamos conscientes de las especies que se extinguen y las tierras que invaden el desierto.
Todos: ENCARNA EN MÍ TU MISERICORDIA
QUEREMOS TACTO Y MISERICORDIA
Que se afloje la fuerza de nuestro puño cuando quiera aferrar demasiado fuerte nuestros bienes y nuestras seguridades. Que acertemos a sostener a quienes se hunden bajo un cuerpo, un dolor o una mutilación que los incapacita.
Que crezca nuestro tacto y nuestra paciencia para acompañar la soledad de nuestros ancianos. Que sepamos abrir nuestro regazo para acoger con ternura a las víctimas del horror del maltrato y el abuso.
Que crezcamos en flexibilidad interior para ponernos en la piel de quien es diferente, antes de juzgarlo y rechazarlo, por su color, su cultura o su religión; por elegir una opción de vida que nosotros no podemos entender.
Todos: ENCARNA EN MÍ TU MISERICORDIA
QUEREMOS GUSTO Y MISERICORDIA
Que mantengamos despierta nuestra sensibilidad para luchar por la dignidad humana y jamás aceptemos como inevitable la esclavitud, la explotación y la sumisión de los pueblos.
Que afinemos nuestra lengua para agradecer el don de las comidas de cada día sin olvidar nunca que existe el horror del hambre y su recuerdo modere nuestros excesos.
Que tengamos aliento para no claudicar frente a la avaricia, la corrupción y el deseo de poder y reconocimiento.
Que nuestro paladar disfrute con la predilección por los desvalidos, los últimos y los pequeños. Que sepamos acertar a la hora de acompañar una situación trágica.
Todos: ENCARNA EN MÍ TU MISERICORDIA
QUEREMOS OLFATO Y MISERICORDIA
Que se agudice nuestro olfato para rastrear el esquivo camino hacia la justicia que se esconde en las decisiones pequeñas y en las grandes opciones de nuestra vida.
Que seamos intuitivos para ordenar nuestras capacidades y nuestros recursos desde la generosidad. Manteniendo fresca y flexible nuestra capacidad de sorpresa y maravilla para con la Creación.
Todos: ENCARNA EN MÍ TU MISERICORDIA
Vicky Irigaray
Fuente Fe Adulta
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