El Tribunal de Primera Instancia de Túnez desestima los cargos contra ocho jóvenes acusados de practicar la homosexualidad
La Sala de lo Penal del Tribunal de Primera Instancia de Túnez ha desestimado los cargos contra ocho hombres acusados por practicar la homosexualidad, por ausencia de pruebas. Se trata de la primera vez que un tribunal tunecino aplica esa medida, ya que siempre habían respaldado las versiones presentadas por la Policía. Se sospecha además que las detenciones estuvieron causadas por una venganza policial, pues tres de los ocho implicados pertenecen al grupo de seis jóvenes condenados el pasado mes de diciembre a tres años de prisión por mantener relaciones homosexuales, cuya pena fue rebajada a un mes por la Corte de Apelaciones, y que denunciaron las torturas y maltratos a que fueron sometidos.
Según notificaba el grupo de defensa de los derechos LGTB de Túnez Shams, el pasado 26 de marzo fueron detenidos nueve jóvenes, seis tunecinos y tres libaneses. Contra ocho de ellos la Policía presentó cargos por mantener relaciones homosexuales y por consumo de drogas. Se da la circunstancia de que tres de los seis jóvenes tunecinos ya habían sido detenidos y juzgados por practicar la homosexualidad el pasado año, siendo condenados a tres años de prisión, el máximo estipulado, por un tribunal de la localidad de Kaiurán.
En aquella ocasión, los acusados fueron sometidos a todo tipo de maltratos y torturas, tanto por parte de los miembros de las fuerzas policiales como por los funcionarios de prisiones y presos. Las torturas incluyeron los infames exámenes anales, que sirvieron como prueba para su condena. Los jóvenes quedaron en libertad provisional tras un mes de prisión, al presentar apelación contra su sentencia. La Corte de Apelaciones posteriormente redujo la condena al mes de prisión que ya habían cumplido, con lo que no tuvieron que volver a experimentar el maltrato y las continuadas vejaciones a que fueron sometidos.
Quizás debido a aquella experiencia, en esta ocasión los jóvenes fueron inmediatamente asesorados por el equipo jurídico de Shams, encabezado por Mounir Baatour. Según sus declaraciones, la Fiscalía trató de que el juicio se agilizase lo máximo posible, para que no tuviera lugar la repercusión mediática que habían despertado las detenciones anteriores motivadas por homosexualidad. Sin embargo, los defensores se negaron a que los detenidos fueran sometidos en esta ocasión a los exámenes anales, una práctica ilegal que viola la Convención contra la Tortura a la que se ha adherido Túnez.
Y esa negativa, al parecer, ha sido definitiva, pues “sin testimonios ni pruebas, el juez decidió exonerarlos de todos los cargos”, explica Baatour, por lo que no aplicó el artículo 230 del Código Penal de Túnez, que castiga las relaciones homosexuales con hasta tres años de prisión, en su sentencia dictada el 30 de marzo. Sin embargo, los jóvenes aún siguen acusados de haber consumido marihuana, por lo que siguen a disposición judicial.
Pero la desestimación de los cargos por homosexualidad ha causado satisfacción entre los activistas LGTB. Según declara el vicepresidente de Shams Hedi Shaly, actualmente solicitante de asilo en su exilio en Bélgica debido a las constantes amenazas de muerte que recibe en su país, “esta es la primera vez que ha sucedido algo así”, pues los jueces siempre habían validado con sus sentencias las versiones aportadas por la Policía. Shaly espera que “la Policía y el sistema de justicia cese en su persecución de la gente por razón de su orientación sexual”. Por su parte, Ahmed Ben Amor, otro de los vicepresidentes de Shams, no duda en atribuir la detención de los seis jóvenes al “comportamiento homófobo de los agentes de la ley” y a su “negativa a respetar las libertades individuales”.
Desde la página de Facebook de Shams, se dio a conocer la noticia con el siguiente comunicado:
Shams ha sido informada de que la Sala Penal número 8 del Tribunal de Primera Instancia de Túnez ha desestimado los cargos en el caso de los 8 jóvenes acusados de homosexualidad, que fueron detenidos por agentes de la comisaría del departamento de Omrane Superior.
Shams se felicita por la desestimación, algo que ocurre por primera vez en un caso relacionado con la homosexualidad, y aplaude el valor de los jueces que han tomado esa decisión.
Shams recuerda que el principio mismo de continuar procesando a los ciudadanos en virtud del artículo 230 es condenable, porque es una invasión de la privacidad y de la integridad física, y es una violación de los convenios internacionales ratificados por Túnez y de su Constitución.
Shams solicita al Ministerio de Justicia que cambie su política penal y dé instrucciones al Ministerio Público para que cese la persecución de ciudadanos en virtud del artículo 230, que debe ser abolido.
Fuente Dosmanzanas
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