Las ONG cargan contra el gobernador demócrata de Carolina del Norte
Roy Cooper ganó las elecciones al republicano Pat McCrory y prometió derogar la discriminatoria ley HB2, pero en su lugar aprobó la HB142 que era más de lo mismo.
Cooper se defiende asegurando que necesitaba llegar a un “compromiso”, pero las ONG le acusan de ser un chaquetero.
La ciudad de Charlotte aprobó una ordenanza municipal que protegía a las personas trans y permitía que utilizaran el baño del género con el que se identifican. A los republicanos que gobernaban el estado esa ordenanza les pareció fatal, y la atacaron diciendo que eso era competencia del gobierno estatal; así que crearon la HB2: una ley discriminatoria que, entre muchas otras cosas, obligaba a las personas trans a usar el baño del género que había escrito en su DNI.
La ley fue un absoluto desastre. Cientos de empresas se fueron del estado y la imagen de Carolina del Norte quedó muy dañada. Ante unas pérdidas estimadas de 3 billones de dólares si la ley no se derogaba en 5 años, el gobernador republicando Pat McCrory acabó perdiendo las elecciones frente al demócrata Roy Cooper. Una de las primeras cosas que hizo Cooper fue intentar derogar la HB2, pero los republicanos -que seguían controlando la cámara de representantes- le hicieron una jugarreta y lo único que pudo hacer fue aprobar la HB142. Aunque esa ley “anulaba” la HB2, también prohibía a las ciudades aprobar ordenanzas sobre el uso de baños públicos hasta el 2020 diciendo que eso era competencia del estado; lo que implica que la HB2 sigue estando vigente durante 4 años más.
Desde la Human Rights Campaign han denunciado que a pesar de que Cooper quiere vender la HB142 como una victoria (“un acuerdo imperfecto“, lo llama el gobernador), en realidad se trata de “otra versión de la HB2 que oculta un intento desesperado de los legisladores con la esperanza de salvar la economía del estado“. Desde Equality NC su director ejecutivo, Chris Sgro, acusa a Cooper de ser bastante irresponsable con este tema: “El rechazo continuado de Cooper a asumir responsabilidades por las consecuencias negativas de la ley que firmó sobre la comunidad LGTB es descorazonador.”
En una conferencia en el Centre for American Progress en Washington, Cooper ha dicho que está preparando una orden ejecutiva para asegurar los derechos de la comunidad LGTB: “Cuando derogamos la HB2 e iniciamos este compromiso dije que necesitábamos tomar medidas adicionales para asegurarnos de proteger a los ciudadanos LGTB. Estamos trabajando en una orden ejecutiva que nos ayude a conseguir esa meta.” Cooper además defendió la HB142 asegurando que “política y emocionalmente habría sido más fácil para mí seguir dando golpes sobre la mesa y no aceptar ese compromiso, pero sabía que no estaba siendo justo con mi estado. No estaba siendo justo con las personas LGTB.”
Olivia Alair Dalton, vice-presidenta senior de la Human Rights Campaign (y antigua secretaria de prensa de Michelle Obama) ha declarado que esa afirmación de Cooper es “bastante extraordinaria, teniendo en cuenta que fue él quien firmó la HB142 y convirtió la discriminación en ley.”
Más duros se muestran desde la ACLU: “Cooper representa lo más despreciable de la política. No puedes estar en misa y repicando. Nunca tendrás nuestro apoyo o confianza.”
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