El Obispado de Alcalá practica terapias ilegales para “curar” gais
De este especímen que es el obispo de Alcalá ya hemos visto su reiterada homofobia…
Madrid abre una investigación al Obispado de Alcalá
La Iglesia Católica continúa su cruzada homófoba contra el colectivo LGTBI. Cuando aún no nos hemos “recuperado” de la entrevista de Salvados en la que el actual Papa decía que cuando los padres detecten “cosas raras” en sus hijos, deben ir a un profesional, eldiario.es publica hoy una exclusiva en la que demuestra que el Obispado de Alcalá celebra cursos para curar la homosexualidad.
El Obispo de Alcalá es un viejo conocido por el colectivo, y no por nada nuevo. Famosas y bochornosas son sus frecuentes ataques hacia los homosexuales, algunas retransmitidas en la televisión pública de España. Pero ahora ha dado un paso más y ofrece cursos para curarnos.
Estas “terapias” o las hace él directamente (aunque seguro que no le importaría). Un periodista de Eldiario.es, Ángel Villascusa, se ha hecho pasar por un chico con dudas sobre su sexualidad y ha descubierto que en el Centro de Orientación Familiar Regina Familae (del Obispado) se ofrecen terapias para “curar” la homosexualidad. La homosexualidad no tiene cura (la homofobia, sí), pero además es ilegal según el artículo 70.4c de la Ley de Protección Integral contra la LGTBfobia de la Comunidad de Madrid y está penado con multas de más de 45.000€.
Tal como explica Villascusa en su investigación, la supuesta terapeuta (que dice ser Doctora en Biología -¡como Margarita la de la Cope!- y no está registrada en el Colegio de Psicólogos -vamos, que no es nadie para dar terapia de nada-) confirma que su intención es que el chico deje de ser homosexual, recomendándole cosas tan lógicas como dejar de ver pornografía o hacer más deporte.
Este audio es una de las pruebas que eldiario.es ha ofrecido. A pesar de las evidencias, el Obispado de Alcalá considera que es un “noticia falsa”, “un montaje teatral construido ad hoc, en el que un periodista, haciéndose pasar por un joven que quiere cambiar su orientación, pide ayuda y orientación en primera instancia, para provocar después una conversación manipulada referida a la ideología de género y su amparo legislativo”.
El reportaje de eldiario.es relata como un periodista se hace pasar por “un joven que quiere cambiar su orientación” y acude a una sesión de terapias ofrecida “para ‘curar’ la homosexualidad” en el Centro de Orientación Familiar Regina Familiae, y que el Obispado considera que se trata de formación “educativo-sexual (educación en el amor)” y no “terapias reparativas”.
El Obispado no niega ni reconoce que realice pseudoterapias ‘reparativas’ para interferir en la orientación sexual, aunque subraya que “no renuncia a acoger y acompañar a las personas que libremente lo solicitan”, de forma “integral, pastoral y espiritual” y “a la luz de la Palabra de Dios y del Magisterio de la Iglesia Católica”.
Toda la “terapia” (como demuestran los documentos que desde una cuenta de mail del Obispado le hacen llegar a Villascusa tras la sesión) se basa en las locas teorías del fallecido Joseph Nicolosi , que fundó la Asociación Nacional de EE.UU. para la Investigación y Terapia de la Homosexualidad .
Reig Pla y el Obispado de Alcalá, durante la sesión a la que acudió Villascusa, la Terapeuta llegó a reconocer que lo que estaba haciendo era un acto de “LGTBfobia cognitiva“. O, básicamente, que no es que sea homófoba, es que la ley dice que lo que hace es homófobo y por lo tanto es homófoba.
Y por ese acto de “LGTBfobia cognitiva” podría “ir a la cárcel“. Y es que B.V. (que es veterana colaboradora de Reig Pla, ya trabajó en la diócesis de Cartagena cuando Pla era allí obispo) no tiene titulación para dar los “consejos” que da y, además, está contradiciendo al Consejo General de Psicología de España que considera las “terapias de conversión” un método “anticientífico y peligroso” que suele derivar en problemas de ansiedad, depresión y suicidio. ¿Podría decirse entonces que, de alguna manera, B.V. está cobrando un sueldo del Obispado para, básicamente, matar gays? ¿Un Obispado que se beneficia de un trato fiscal que, básicamente, le acaba regalando dinero público? ¿Estamos financiando entre todos las “terapias de conversión” que acaban matando a hombres gais?
Desde el Obispado de Reig Pla han reconocido que existen esas sesiones, pero afirman que en ningún caso se trata de “terapias reparativas“, que son sesiones de “acogida y acompañamiento de personas que acuden a nosotros” y reciben formación “educativo-sexual (educación en el amor)“.
Y todo esto ocurre mientras mientras algunos le quitan hierro a las declaraciones del Papa en Salvados sobre consultar a un “profesional” si se tiene un hijo homosexual porque míralo qué moderno y qué en contra de la pederastia en la Iglesia está y qué bien pregunta Jordi Évole.
Podemos y FACUA ya han presentado denuncias contra el obispado porque estos cursos van en contra de la ley contra la LGTBfobia de la Comunidad de Madrid, quienes ya han explicado que investigarán el caso por si constituye delito. La multa puede ser de hasta 45.000 euros.
En Europa, Malta fue pionera
En Europa la pionera fue Malta, que aprobó una ley en 2016. Irlanda y el Reino Unido también están dando pasos en esta dirección. En España, mientras tanto, la prohibición de este tipo de intervenciones ha sido ya contemplada en varias normas autonómicas y es una de las disposiciones que prevé la prometida ley en favor de la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI, en discusión en el Congreso de los Diputados (aunque el PP intentó «colar» una proposición alternativa, en forma de enmienda a la totalidad, que no contemplaba este aspecto). Un proyecto que en cualquier caso permanece encallado por el desacuerdo entre las diferentes fuerzas políticas que en teoría lo apoyan y cuya aprobación a día de hoy no está asegurada.
En cualquier caso, conviene recordar que el Consejo General de la Psicología, órgano coordinador y representativo de los Colegios Oficiales de Psicólogos de toda España, emitió ya en 2017 un comunicado en el que recordaba que las intervenciones que prometen «curar» la homosexualidad carecen de fundamento. No es ninguna novedad, pero en estos momentos en los que la promoción de este tipo de intervenciones parece reverdecer en nuestro país (casos recientes como el de la “terapeuta” Elena Lorenzo o las charlas de Jokin de Irala o de Richard Cohen así parecen indicarlo) toda aclaración es bienvenida. Mientras, el año pasado sufrimos un seminario sobre “ayudar a cambiar sentimientos homosexuales”. En todos casos, nuestros amigos de HazteOir estuvieron ahí apoyando a los homófobos…
Mientras tanto, el Parlamento Europeo ha exigido la prohibición de estas terapias.
“No” rotundo de los especialistas a las “terapias” reparadoras.
“Terapias” reparadoras: no solo inútiles, también peligrosas
La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. Precisamente en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las “terapias” reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas. Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. La Asociación Americana de Psicología, por ejemplo, hizo ya en 2009 un llamamiento a los psicólogos para que las abandonasen definitivamente tras revisar la evidencia científica disponible y concluir que ya no resulta posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.
Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.
Fuente AmbienteG/HazteQueer/Cristianos Gays
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