Oración de agradecimiento al empezar el nuevo curso
Del blog de Miguel Ángel Mesa, Otro Mundo es posible:
Creo que, al empezar un nuevo curso, la mejor palabra que podemos decir es GRACIAS. El agradecimiento enriquece a la persona, la llena de esperanza, de confianza, de fe, de ternura, de ilusión, de ganas de vivir.
Gracias, por haber disfrutado del sol, la playa, la montaña, nuestro hermoso pueblo o ciudad sin agobios ni prisas.
Gracias, porque algunos hemos podido visitar otros países, otros paisajes. Por haber conocido otras culturas, yacimientos arqueológicos, la historia de otros pueblos, que tanto nos enriquecen y nos abren la mente y el corazón.
Gracias, porque hemos podido dedicar más tiempo a la familia, a los amigos, a las personas con las que no nos encontramos habitualmente.
Gracias, porque hemos conocido a otras personas en nuestros viajes, con las que hemos charlado y comunicado algo de lo que intentamos ser y vivir.
Gracias, porque nos hemos acordado, en la distancia, los unos de los otros, porque cada uno de nosotros ya forma parte de nuestra propia familia, la gran familia que Jesús vivió y quería.
Gracias, porque hemos tenido más momentos para la charla sin prisas, la lectura sosegada, el silencio, la contemplación de los acontecimientos, las personas, los paisajes, la oración confiada y agradecida con nuestro buen Dios.
Gracias, porque no nos hemos desentendido del dolor de la humanidad sufriente, del grito de una Tierra exhausta, de las luchas y esperanzas de los empobrecidos y marginados del mundo.
Gracias, porque seguimos creyendo que la mejor forma de seguir y acompañar a Jesús, es en comunidad, intentando vivir con sus mismos sentimientos, según nos va aconsejando su Espíritu en cada momento, y a la luz de las Bienaventuranzas.
Gracias, porque a pesar de los años que estamos juntos, no nos cansamos, seguimos adelante, con avances y retrocesos, intentando dar sentido a nuestras vidas, perdonándonos y animándonos, ofreciéndonos cariño y cercanía en cada momento, compartiendo las dificultades y las alegrías que experimentamos cada uno.
Gracias buen Dios, por animarnos a seguir buscando sin descanso tu rostro, en los más desfavorecidos y en nuestra más íntima intimidad. Con tu ayuda y con un sincero deseo de renovar nuestro compromiso, nuestra alegría y nuestra esperanza, empezamos este nuevo curso, con ánimos renovados, abiertos a todo lo nuevo y a las sorpresas que nos esperan, si sabemos mirarlo todo con los oídos y los ojos bien abiertos.
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