Ramadán, tiempo de oración y reconciliación por el bien de la Creación
Comenzó el 1º de marzo el mes sagrado para el Islam, que incluye ayuno, oraciones y actos caritativos. Mustafa Cenap Aydin, sociólogo de las religiones, director del Instituto Tíber – Centro para el Diálogo: la coincidencia este año con la Cuaresma, que comienza el 5 de marzo, es un abrazo entre hijos de Abraham que caminan juntos.
Francesca Sabatinelli – Ciudad del Vaticano
El Ramadán y la Cuaresma son un tiempo, para musulmanes y cristianos, de profunda reflexión sobre temas compartidos. Para ambos, es un período de ayuno y contemplación, en el que los fieles están llamados a reflexionar sobre su existencia, su relación con la Creación y con el Creador. El musulmán Mustafa Cenap Aydin, sociólogo de las religiones y director del Instituto Tíber – Centro para el Diálogo, se detiene -en conversación con los medios vaticanos- en el significado del mes sagrado para los musulmanes, que comienza hoy, primero de marzo, y que, en este año 2025, precede en sólo cinco días a la Cuaresma cristiana, que comenzará el 5 de marzo. Esta coincidencia -explica- yo diría que es un abrazo entre dos hermanos, entre los hijos de Abraham, que caminan juntos por motivos diferentes. Un ejemplo muy concreto es el documento de Abu Dabi sobre la fraternidad humana firmado por el Papa Francisco y el Gran Imán Ahmad Al-Tayyeb. Este periodo puede ayudar mucho a musulmanes y cristianos a comprender mejor cuestiones fundamentales sobre la vida. También hay que señalar que las coincidencias este año no acaban ahí: la Pascua católica coincide con la Pascua ortodoxa, el 20 de abril, y del 12 al 20 de abril se celebra la Pesah, la Pascua judía. Este año tendremos muchas oportunidades de colaboración interreligiosa, también en la vida espiritual».
Ramadán y Cuaresma
Este periodo, para cristianos y musulmanes, también se caracterizará por el ayuno, que no debe entenderse sólo como una disciplina alimentaria, sino como un periodo muy importante para comprender mejor qué es la espiritualidad. «Los musulmanes -señala Cenap Aydin- desde la primera noche del Ramadán recitarán oraciones específicas, habrá momentos dedicados a la reflexión, por ejemplo, sobre el significado del texto sagrado, en los que también se repetirán los muchos y hermosos nombres de Dios». El próximo miércoles, 5 de marzo, será para los cristianos el Miércoles de Ceniza, inicio del camino de 40 días hacia la Pascua. He aquí que estos pasos, 30 del Ramadán y 40 para la Cuaresma, serán pasos que, para los musulmanes y para los cristianos, marcarán una oportunidad de renacimiento, una oportunidad de comprender verdaderamente quiénes somos y qué compromiso podemos ofrecer al prójimo».
El 60 aniversario de Nostra Aetate
La declaración conciliar Nostra aetate, a la que se dirige este año el pensamiento del sociólogo con motivo del 60 aniversario de su promulgación por Pablo VI, el 28 de octubre de 1965, explica que los musulmanes «también tienen en estima la vida moral y rinden culto a Dios, especialmente mediante la oración, la limosna y el ayuno». «Ciertamente, este período del Ramadán es significativo no sólo por el ayuno, sino también por mostrar una mayor disponibilidad hacia el prójimo, para ser mucho más caritativos. Una disponibilidad que en otro sentido puede llamarse oración. Hablamos, por tanto, de oración oral, entendida como invocación para pedir al Señor su intervención para el bien, y hablamos de oración que se convierte en acto concreto, es decir, en voluntad de construir juntos para la paz, para reparar lo que está mal, un conflicto, sabiendo muy bien que la paz y la reconciliación, por las que hay que ser activistas, no pueden lograrse nunca sin la voluntad de Dios, y por tanto pidiendo su ayuda con la oración».
Oración por el Papa Francisco
Una invocación especial en este tiempo santo será entonces por el Santo Padre, concluye Mustafa Cenap Aydin. «Intentaremos así estar cerca de él, que es un hombre de oración, que la vive en cada momento de su vida. Por eso, como musulmanes, incluso durante el mes de Ramadán, estaremos muy cerca de él, con nuestras oraciones».
Fuente Vatican News
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