¡Ser!
Del blog Pays de Zabulon:
En aquel tiempo, con los ojos elevados al cielo, Jesús oró así:
“Padre santo, mantén unidos a mis discípulos en tu nombre
el nombre que me diste,
para que sean uno,
como nosotros mismos”.
(Juan 17:11b)
Tu nombre, el nombre con el que me has nombrado, que estemos unidos en este nombre…
Qué otro nombre que el único y magistral que Dios quiere darnos en la Biblia:
Soy.
Fui, soy, seré.
Yo era quien soy.
Yo era quien seré.
soy quien era
soy quien seré
seré quien soy
Seré quien fui.
Soy.
Imposible limitarme
en un nombre o un concepto.
Soy.
Este nombre impronunciable
que Dios le da a Moisés
expresado en este tiempo inacabado
que hace que se pueda traducir en todos los sentidos.
Soy, fui, seré.
Permanencia en la impermanencia.
Aliento de vida que nunca se apaga.
Ser de tu ser,
y no lo sabes.
Jesús lo sabe.
Participa en este nombre,
Se acoge en este nombre que también es acción:
“Soy“,
superando los límites del tiempo y la creación,
yendo también más allá de los límites de nuestras pobres racionalizaciones.
Jesús,
el primero de nosotros en encontrarse de nuevo desde el “yo soy”,
acogerse viviendo en este nombre, con este nombre.
Y nosotros,
pobres humanos que corren de aquí para allá
en busca de la felicidad,
buscando continuidad, seguridad, permanencia…
simplemente estamos invitados
a entrar en este movimiento del “yo soy”,
este movimiento de amor que comenzó antes que nosotros
– antes de nuestra existencia terrenal,
y que se extenderá más allá.
Simplemente,
acoger el “yo soy”
y dejar que se desarrolle
en nosotros.
Ser,
¡Por el amor de Dios!
¿Qué estás esperando?
*
Z.
12 de mayo de 2024
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Foto: Aj Neu, modelo en Soul Artist Management
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