Lesbiana comparte realidad cotidiana de vida en Camerún después de que la hija del presidente se declarara homosexual
Una lesbiana camerunesa espera “algún día expresar libremente” su amor
El país está dividido por la salida del armario de Brenda
Homofobia en Camerún – Código del miedo
Brenda Biya, la hija del presidente de Camerún, sigue recibiendo elogios por haber salido del armario.
Biya, que vive en Estados Unidos y Suiza, se declaró oficialmente LGBTQ+ en Instagram el 30 de junio, con una foto de ella compartiendo un beso con su novia, la modelo brasileña Layyons Valença.
Desde entonces, ha hablado de su esperanza de ayudar a otras personas queer en el país centroafricano y de su deseo de que se levante la prohibición de las relaciones sexuales entre homosexuales, por muy distante que pueda parecer tal medida.
Las relaciones homosexuales son ilegales en Camerún y se castigan con hasta cinco años de prisión y una multa. Las personas queer son objeto de discriminación con frecuencia.
En una entrevista con DW News, una lesbiana, identificada únicamente como Anita, habló sobre la realidad de ser gay en Camerún. “Espero que algún día pueda expresar libremente mi amor de la misma manera (que Biya), sin prejuicios ni juicios de la gente, especialmente que otras personas me respeten y acepten mi derecho como ser humano. Así que sí, tengo esperanza”, dijo Anita.
Sin embargo, en este momento, “tiene miedo por su vida todos los días… miedo de que me golpeen en la calle… miedo de tomar la mano en la calle de la persona con la que comparto mi vida porque pueden arrestarme y arrojarme a prisión sin ningún respeto por mis derechos”.
Anita fue atacada cuando la gente de su barrio descubrió que mantenía una relación con otra mujer. Ella y su pareja fueron golpeados y amenazados con violarlos. Ella dijo que casi fueron arrestados porque la policía hizo referencia a la ley. “Si sois lesbianas, os vamos a arrestar y a encerrar. Va a ser peor que lo que os ha pasado”, recuerda haber oído decir a la policía.
En línea, muchos han dicho que creen que Biya puede salir del armario porque es rica y vuela a Camerún desde Suiza en un jet privado. Sin embargo, dijo a los medios franceses: “Podría perder mucho”.
Nkwain Hamlet, director ejecutivo de la organización de derechos LGBTQ+ Working for Our Wellbeing Cameroon, elogió la valentía de Biya.
Le dijo a DW News: “Ese acto de ella fue algo valiente, no por el privilegio o por ser la hija del presidente, sino por ser ella misma como Brenda, como individuo, y salir a decir: ‘Soy así, y me gusta esta persona y quiero mostrarle al mundo entero que realmente amo a esta persona’, es algo que vemos como un acto de valentía”.
Sin embargo, algunas personas en el país esperan que la hija del presidente sea arrestada por haber salido del armario, y una de ellas calificó sus acciones de “vergüenza”, según informó la emisora estatal alemana DW News. La persona afirmó que la homosexualidad no existe en Camerún y dijo que Biya no debería estar por encima de la ley.
La Iglesia Católica local alienta la LGTBIfobia:
Un destacado sacerdote y portavoz de la Conferencia Episcopal de Camerún, atacó a Brenda Biya, hija del presidente Paul Biya, después de que publicara en Instagram una foto en la que aparece besando a otra mujer. El sacerdote hablaba después de que apareciera en Instagram una publicación de la primera hija de Camerún, Brenda Biya, en la que se la ve besando a la modelo brasileña Layyons Valença.
El hermano Humphrey Tatah Mbuy dijo que a la homosexualidad “La moralidad no depende de la mayoría ni del estatus. Ya sea Brenda Biya o una entidad desconocida, la homosexualidad es una desviación y no se le puede dar la tarjeta verde”, dijo Mbuy a Crux. El sacerdote añadió: “Diga lo que diga el resto del mundo, para nosotros los africanos la homosexualidad es una abominación cultural. Y no nos andamos con rodeos en su condena en nuestro continente”. La homosexualidad sigue criminalizada en el país.
“La Iglesia Católica nunca cambiará su postura sobre el pecado de la homosexualidad”, dijo Mbuy a Crux.
Mbuy le dijo a Crux que aunque la Iglesia desaprueba las relaciones entre personas del mismo sexo, todavía apoya a las personas homosexuales. “La Iglesia continúa mostrando preocupación y amor hacia los involucrados, porque así como Cristo, al condenar el pecado, estuvo cerca de los pecadores que buscaban su conversión”, dijo el sacerdote.
La dura realidad de la comunidad LGTBI camerunesa
Camerún criminaliza la actividad LGBTQ+; un delito castigado con hasta cinco años de prisión y multa. Las personas LGBTQ+ en el país son frecuentemente objeto de discriminación. En 2022, un grupo de la sociedad civil siguió un aumento de la violencia y los abusos contra las personas LGBTQ+ en Camerún.
A finales de 2012, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresaba su preocupación por la complicada situación de las personas LGTB en Camerún, uno de los países con una LGTBIfobia social y de Estado más pujante. Y es que cada poco tiempo se producen noticias de detenciones y abusos policiales, algunas de las cuales hemos recogido a lo largo de los últimos años.
En noviembre de 2011 tres hombres fueron condenados a prisión acusados de mantener relaciones homosexuales en un coche (una de las “pruebas” que el juez tuvo en cuenta fue que los acusados habían estado bebiendo Baileys, una bebida poco masculina. Por fortuna este caso fue luego reconsiderado). En octubre de 2011 se condenó a tres años de cárcel a Jean-Claude Roger Mbédé por declararse a otro hombre por SMS, pena que fue confirmada en diciembre de 2012. Lamentablemente, en enero de 2014 Jean-Claude fallecía, abandonado por su familia, por las complicaciones derivadas del maltrato sufrido.
En julio de 2013 se conoció la sentencia a prisión de dos hombres detenidos dos años antes por mantener relaciones homosexuales. También en 2013, fue sentenciado a nueve años de cárcel Cornelius Fonya, acusado de mantener relaciones con un joven de 19 años, en un juicio plagado de irregularidades. Su abogado, Walter Atoh, ha debido huir del país tras ser amenazado de muerte, mientras se dilucida la apelación. Un año después, en junio de 2014, se dio a conocer la historia de una pareja homosexual que se vio obligada a huir de su localidad tras ser ataca por sus vecinos y detenida por la policía.
A finales de 2015, Joshua Mbarga, un activista LGTB, sufrió la invasión de su hogar por unos delincuentes que intentaron matarle tras robarle con total impunidad. Alertada por los vecinos, la Policía intervino hasta que los asaltantes decidieron acusar a Mbarga de pretender mantener relaciones sexuales con uno de ellos. En ese momento la víctima se convirtió en objeto de investigación.
En octubre de 2016, tuvo lugar una redada masiva en un local de ambiente LGTB de Yaundé, con un fuerte dispositivo policial que detuvo a todos los clientes y trabajadores presentes en el local. En diciembre del mismo año, fueron detenidos otros doce hombres por posesión de lubricantes y preservativos, algo considerado por las autoridades como prueba de comportamiento homosexual. A finales de 2017, tres jóvenes fueron detenidos tras caer en una trampa tendida por miembros del ejército, por lo que deberán ser juzgados por un tribunal militar. Y en enero de 2018, el asalto a un local de ambiente homosexual por un grupo de militares se saldaba con muerto y varios heridos graves.
En mayo de 2021, fueron condenadas a cinco años de cárcel dos mujeres trans acusadas de «tentativa de homosexualidad», y en noviembre,una persona intersexual era agredida en Camerún por un grupo de hombres: Una turba violenta agredió sexualmente, golpeó y humilló a una persona intersexual durante varias horas, todo ello mientras lo filmaba en Yaoundé, Camerún. En la capital, Sara (nombre ficticio) fue hospitalizada tras sufrir múltiples hematomas en todo el cuerpo. Sus lesiones fueron tan graves que, estuvo en observación entre 15 y 18 días. Según Human Rights Watch, el horrible ataque sembró el miedo en todo el país.
Como explicábamos más arriba, las relaciones homosexuales están penadas con hasta cinco años de cárcel en Camerún, pero según la activista LGTB Alice Nkom solo se puede detener a una persona si se la encuentra en situación de «flagrante delito». Desgraciadamente, tal y como corrobora Human Rights Watch, son cada vez más los casos en los que la policía ignora este requerimiento.
Fuente PinkNews/Cristianos Gays
Cristianismo (Iglesias), General, Homofobia/ Transfobia., Iglesia Católica
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