Enric Vilà: “El tiempo demostrará que Doctrina de la Fe no tiene la última palabra”
Teólogo, representante católico en el Foro Europeo de Grupos Cristianos LGTBI
“El documento de Doctrina de la Fe es gratuitamente dañino y ofensivo para las personas LGTBI desde el punto de vista del lenguaje. No tiene base científica, y desde el punto de vista ético y teológico, es inconsistente”
“Condeno la estructura vaticana: estructura de pecado sin paliativos, habitada por reptiles, cuervos, chacales y otras especies en un darwinismo eclesial que Francisco intenta frenar y hacer lo que puede”
Jordi Pacheco corresponsal de RD en Catalunya
Diez días después de la polémica nota de Doctrina de la Fe, el rechazo de Roma a las bendiciones de matrimonios homosexuales sigue generando respuestas condundentes en todos los niveles de la Iglesia universal y, por descontado, fuera de ella. En un intento de cerrar la vía abierta por Francisco y su deseo de abrir la puerta a una ley favorable a las uniones civiles entre gays, el dicasterio que marca la doctrina católica vuelve a sembrar dolor y desaliento entre un colectivo LGTBI que, a pesar de todo, considera que la lucha hasta alcanzar el reconocimiento no acaba aquí. Así lo ve, al menos, el teólogo y biblista Enric Vilà, representante de ACGIL (Asociación Cristiana de Gais y Lesbianas) en el Foro Europeo de Frupos Cristianos LGTBI.
¿Qué opina de la negativa de Roma a abrir la puerta a las parejas del mismo sexo?
El documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, desde el punto de vista del lenguaje es gratuitamente dañino y ofensivo para las personas LGTBI, sin base científica, teológica y éticamente inconsistente. Evidencia que la Iglesia a menudo habla de LGTBI pero no “con” personas LGTBI. Evidencia que en el Vaticano hay diferentes corrientes que luchan por la hegemonía (el lenguaje de la Pontificia Comisión Bíblica es frontalmente diferente a la Doctrina de la Fe) e incluso contra el Papa. La postura de gran parte de la Iglesia en Alemania de base y jerarquía por ejemplo y curas de Cataluña seguirán haciendo ceremonias de bendición a las comunidades como hasta ahora, obedeciendo su conciencia. El tiempo demostrará que Doctrina de la Fe no tiene la última palabra.
Francisco, “muy preocupado por el daño causado” por la nota de Doctrina de la Fe y prepara un “gesto de amor” a los católicos LGTBI. ¿Esperan algo más que gestos desde el colectivo?
Sí, francamente se esperan más gestos positivos que palabras. Quizás aún están por llegar: dejamos la puerta abierta. En cualquier caso, no pienso criticar abiertamente a este Papa porque no tiene ni punto de comparación con los anteriores, hablando de gays y otros mensajes centrales en Jesús. Lo que sí condeno es la estructura vaticana: estructura de pecado sin paliativos, habitada por reptiles, cuervos, chacales y otras especies en un darwinismo eclesial que Francisco intenta frenar y hacer lo que puede. ¿Esto no le exime que podría hacer más? pero: ¿Quién soy yo para juzgar a este papa?
Entonces, no considera homófobo a Francisco.
No, no lo es. Puede mejorar mucho: incorporar “gay” y mejor dicho “LGTBI”, de palabra y todos los textos eclesiales, ser valiente y dar más pasos adelante.
¿Cómo se han de entender aquellas palabras “quién soy yo para juzgar”?
Durante su primer año de pontificado, hay que entenderlas como espontáneas. Querían y son palabras humildes de alguien que dialoga con la sociedad civil pues generaliza para todos los gays. Y suponen la entrada de un Papa en el siglo XXI: utiliza la palabra “gay” (ya no sodomía, primer estadio no homosexuales, segundo estadio). Son lo más positivo a nivel verbal pronunciado hasta ahora. A nivel de gestos, lo mejor que ha hecho ha sido encontrarse con transexuales, lástima que haya sido en el ámbito privado.
¿En qué medida el Foro Europeo LGTBI es capaz de ejercer presión en el Vaticano?
Presionar en el sentido de hacer influir, como “lobby” eclesial, lo estamos haciendo, a través de nuestro trabajo generando documentos, comunicados, etc. El problema está en que hay una gran asimetría de poder que tiene la jerarquía y la que tiene el laicado. Lo que podemos decir sólo hace “cosquillas” al poder eclesial, monárquico, jerárquico, paternalista y nada permeable. Pero aquí estamos, haciendo resistencia activa, en conciencia.
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Las lesbianas suizas piden la retirada de la Guardia oficial del Papa
Tras la publicación del ‘Responsum’ de Doctrina de la Fe
La Organización de Lesbianas exige al Estado alpino que deje de ser partícipe, a través del cuerpo militar, de una institución que promueve políticas discriminatorias para el colectivo LGTBI
| Jordi Pacheco
Una semana después de la polémica decisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe de considerar ilícitas las uniones entre homosexuales y prohibir su integración en la Iglesia católica, la Organización de Lesbianas de Suiza ha exigido a la Confederación una respuesta “contundente” a la política discriminatoria vaticana y ha pedido que retire de la Santa Sede a la Guardia Suiza, el cuerpo militar encargado de velar por la seguridad del pontífice y del pequeño Estado.
No obstante, tal como advertía este fin de semana el portal digital de noticias Cath.ch, el cuerpo militar pontificio fundado en 1506 a instancias del papa Julio II, es una institución que depende de la Santa Sede y no del Estado alpino, que no financia ni gestiona el cuerpo capitaneado por Christoph Graf y formado por jóvenes reclutas suizos que prestan su servicio en calidad de voluntarios.
Por su parte, Muriel Waeger, directora de la asociación francófona de gays y lesbianas, afirmó en referencia al “Responsum” de Doctrina de la Fe publicado el 15 de marzo, que la Iglesia ya está muy acostumbrada a protagonizar “este tipo de posicionamientos discriminatorios”. El texto emitido por el órgano vaticano para la custodiar la correcta doctrina en el seno de la Iglesia, ha desatado una ola de protestas a escala internacional, tanto dentro como fuera de la Iglesia.
En este sentido, Waeger, ha mostrado su preocupación por lo que este tipo de actitudes pueden suponer en los jóvenes reclutas de la Guardia, ya que, según asegura, “sabemos que algunos de ellos son homosexuales”. Por ello ha remarcado la necesidad de que Suiza lance un mensaje claro al Vaticano para alertar de las “gravísimas consecuencias” de sus palabras para los creyentes homosexuales, quienes, según Waeger, “pueden ser la causa de terapias de conversión, del rechazo de las familias y de los suicidios”.
Fuente Religión Digital
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