El caso estremeció al país el año pasado: 20 compañeros insultaron y atacaron al niño, quien relató uno de los abusos en una hoja donde identificó a los agresores y los garabatos que le propinaron. Con un desesperado llamado pidió ayuda: “por favor hagan algo”. La dirección del colegio nada hizo.
Luego de cuatro meses de investigación la Superintendencia de Educación sancionó a la Escuela San Lázaro de la Salle a raíz de violentos episodios homofóbicos que sufrió un niño de sexto básico en manos de una veintena compañeros, sin que el establecimiento adoptara las medidas necesarias para paliar el daño causado, informó hoy el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
En una comunicación dirigida a la madre del niño, la Superintendencia de Educación sostuvo que “se logró establecer que el establecimiento incurrió en infracción”. En concreto, “el establecimiento no garantiza un justo proceso que regule las relaciones de los miembros de la comunidad escolar, motivo por el cual la autoridad regional impuso la sanción de multa al sostenedor”.
La madre y el padre del alumno, quienes el pasado 7 de agosto debieron retirar al niño de la Escuela San Lázaro de la Salle para garantizar su integridad y seguridad, se mostraron contentos con la medida, mientras en paralelo iniciarán junto al Movilh acciones legales contra el establecimiento.
Expresamos “nuestra alegría y satisfacción de que el fallo haya sido en favor de nuestro hijo. Ha sido un camino largo y tormentoso para todos nosotros y esta noticia nos da la convicción y la esperanza de que los niños homosexuales en este país no se encuentran desvalidos”, señalaron.
Añadieron, sin embargo, que “estamos conscientes de que éste es un proceso que aún no ha acabado y que ahora más que nunca no debemos bajar los brazos. Lucharemos con más fuerza para seguir defendiendo a nuestro hijo y tenemos la fe de que esto servirá de ejemplo para muchos padres que por diversos motivos han visto el dolor en los ojos de sus hijos cuando se trata de orientación sexual”.
“Agradecemos a todos los que nos brindaron apoyo incondicional y sin reparos siguieron entregándole amor a nuestro hijo. En especial, agradecemos al Movilh por su constante preocupación y contención durante todo este doloroso proceso”, finalizaron.
El vocero del Movilh, Oscar Rementería, apuntó que “hoy se ha avanzando en justicia para un niño que a través de un llamado desesperado alertó a todas y todos sobre los abusos sufridos en colegios por quienes tienen una orientación sexual o identidad de género diversa. Este niño es un valiente, su lucha y la de sus padres un ejemplo que nos emociona y que deja huella”
“Ahora viene un lucha judicial que esperamos tenga similar resultado para que nunca más seamos testigos de abusos contra niños LGBTI y para que nunca más cuerpos directivos, como el de la Escuela San Lázaro de la Salle, dejen en el abandono, la desprotección y a merced de los atropellos de los derechos humanos a sus estudiantes”,
El caso
Otros alumnos venían molestando hace meses al niño por su orientación sexual, diciéndole marica y maricón. No le permitían comer tranquilo en horario de almuerzo, le lanzaban comida a la cara, lo hostigaban al ir al baño, le quitaban la mochila, sus cuadernos y lo pateaban en el suelo.
La madre solicitó apoyo al colegio para enfrenar los atropellos, pero el niño nunca recibió la ayuda necesaria, hasta que de 1 de agosto pasado sufrió un nuevo brutal abuso, esa vez en manos de otros 20 compañeros.
Ese día un docente encomendó al niño que cuidara la llave de la sala de clases en horario de almuerzo. Sus compañeros le pidieron que abriera la puerta antes de tiempo y, al negarse a ello, fue víctima de un gravísimo episodio de bullying.
“Lo amenazaron y le dijeron insultos de carácter homofóbico, lo cual terminó en una persecución por el colegio de un grupo de 20 compañeros, quienes decían que “había que pegarle al maricón”. Mi hijo terminó escondido en el laboratorio del colegio, llorando sin protección, ni resguardo de ningún adulto del establecimiento”, denunció en esa ocasión la madre.
Luego fue el propio niño quien relató lo ocurrido en un hoja de cuaderno, dando a conocer los nombres de cada uno de los alumnos que lo agredieron, así como los insultos que le propinaban.
En el texto el niño pidió al colegio que “por favor hagan algo” y dibujó una lágrima. Añadió que todos los compañeros le dijeron “abre la puerta” y “casi todos” lo trataron de “maricón”. Otros le señalaron “sirve para algo maricón”, “uy el weón va a acusar, maricón culiao” (Sic), “puta el weón” (Sic). (El Movilh borró del relató todos los apellidos y nombres involucrados)
“Por determinación de especialistas (psiquiátras y sicólogos) y debido al riesgo de que las amenazas se concretaran, debimos retirar a mi hijo del establecimiento con severos daños emocionales, miedo de volver al colegio, angustia, baja autoestima, pesadillas, entre otros problemas”, añadió la madre en ese momento, al citar certificados médicos a los cuales el Movilh tuvo acceso.
El retiro fue informado al colegio el 7 de agosto de manera presencial en una reunión de apoderados del curso, por lo que el niño debió cerrar el año con exámenes libres.
Fuente MOVILH
General, Homofobia/ Transfobia., Iglesia Católica
Bullying homófobico, Chile, Escuela San Lázaro de La Salle, MOVILH, Óscar Rementería, Rolando Jiménez, Santiago de Chile
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