La pareja de Tori Johnson, uno de los “héroes de Sídney” y abiertamente gay, da las gracias por el apoyo recibido tras su muerte
Thomas Zinn (a la derecha en la fotografía), pareja de Tori Johnson (a la izquierda), una de las dos víctimas mortales de la toma de rehenes en el Lindt Chocolate Café de Sídney, y cuya conducta heroica ha merecido el homenaje de sus compatriotas australianos, ha querido agradecer las muestras de afecto y cariño hacia su pareja. Zinn y Johnson eran pareja desde hace 14 años y su deseo era el de contraer matrimonio tan pronto como las leyes de su país lo permitieran.
En declaraciones a la televisión australiana, Thomas Zinn ha definido a Tori Johnson como una persona humilde y generosa, para quien la familia era lo más importante de su vida. Zinn se ha mostrado especialmente conmovido por el hecho de que la céntrica plaza de Sídney donde se encuentra el Lindt Chocolate Café, del que su pareja era gerente y en el que ocurrieron los hechos, se haya convertido en una inmensa alfombra de flores como homenaje a las víctimas. Y es que Johnson, según cuenta su pareja, adoraba las flores:
https://www.youtube.com/watch?v=w0PYTRz9lHA
¿Honores a un ciudadano de segunda?
Para Lisa Wilkinson, la periodista y presentadora que entrevistó a Thomas Zinn, se trató de hecho de “la entrevista más dura que he hecho en mi vida”. La propia Wilkinson ha desvelado que Zinn y Johnson deseaban contraer matrimonio en cuanto las leyes de su país se lo permitieran.
Ya antes incluso de que se conociera esta circunstancia, el hecho de que Tori Johnson esté siendo honrado como un héroe por un país cuya clase política lleva años bloqueando la aprobación del matrimonio igualitario llamaba la atención de analistas como James Peron, presidente del Moorfield Storey Institute, que en un artículo publicado en la sección Gay Voices de The Huffington Post recordaba que Johnson era un ciudadano de segunda clase en su propio país: “El primer ministro australiano Tony Abbott ha calificado a Tori Johnson y a la otra víctima de ‘buena gente’. Sí, Tori era buena gente, pero para Abbott no era aún lo suficientemente bueno, al menos cuando de poder contraer matrimonio se trata. Tori y su pareja de 14 años, Thomas, no han podido casarse en Australia. Tori y Thomas merecían los mismos derechos que el resto de los australianos. Pero ese derecho les fue negado. Para Tori ya es demasiado tarde”.
“El primer ministro Tony Abbott llevó flores y dijo bonitas palabras, pero sigue luchando para negar el derecho al matrimonio a ‘buena gente’ como Tori Johson”, añade Peron, que considera que lo mejor que podría hacer Abbott para honrar a Johnson es promover el matrimonio igualitario, o al menos permitir a los diputados de su partido pronunciarse en conciencia sobre la materia.
Presentada una nueva propuesta de matrimonio igualitario
Precisamente hace poco más de tres semanas el senador David Leyonhjelm (liberal, como Abbott) presentaba, a título particular, un nuevo proyecto de ley de matrimonio igualitario en el Parlamento de Australia, después de que el anterior intento fracasara en septiembre de 2012. La clave estará, en esta ocasión, en si por fin el Partido Liberal concederá libertad de voto a sus representantes.
El debate sobre la aprobación del matrimonio igualitario en Australia viene de lejos. Antes de las elecciones de septiembre de 2013 fueron los laboristas, entonces al frente del Gobierno, los que actuaron como freno. La que hasta junio de ese año había sido primera ministra, Julia Gillard, se oponía, y durante sus años de gobierno no dudó en maniobrar para impedir que los partidarios de la igualdad dentro del Partido Laborista -en teoría mayoritarios- trasladaran su criterio al Parlamento. Y ello pese a que en su congreso nacional de 2011 el partido lo incorporaba a su ideario.
Tras las elecciones de 2013, Abbott se convirtió en primer ministro. Se trata de un católico conservador opuesto al matrimonio igualitario, pese a tener una hermana abiertamente lesbiana. Su victoria alejó las expectativas de aprobación a corto plazo, pese a que un número no determinado de diputados de su partido son partidarios, y de hecho el propio Abbott reconoció que en el futuro le resultaría complicado mantener la disciplina de voto en esta materia.
David Leyonhjelm lleva meses anunciando, de hecho, sus intenciones de presentar un proyecto de matrimonio igualitario. De tradición libertaria, Leyonhjelm considera que los “verdaderos liberales” no pueden sino estar a favor. Ahora el proyecto ya ha sido presentado, y habrá que ver cual es su posible evolución. A día de hoy no es posible asegurar un resultado, pero todo apunta a que si a los liberales se les permite votar en conciencia una parte significativa de ellos lo apoyará. Junto al voto de la que en buena lógica debería ser la mayoría de los laboristas (y de los Verdes, que tienen solo un voto en la Cámara de Representantes pero disponen de 10 escaños en un Senado de 76 miembros) debería bastar para inclinar la balanza.
Hay que tener además en cuenta que desde septiembre de 2012, última vez que se votó el tema, la coyuntura internacional ha cambiado mucho en países con los que Australia mantiene estrechos vínculos. Además de los avances experimentados en Estados Unidos, el matrimonio igualitario ha sido aprobado con un grandísimo consenso en la vecina Nueva Zelanda (que de hecho se ha convertido en destino preferente de las parejas australianas del mismo sexo) así como en Inglaterra y Gales y Escocia. Por no hablar de las encuestas, que sistemáticamente revelan un apoyo muy mayoritario entre la población australiana.
Fuente Dosmanzanas
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