Muere Clemente Serna, el abad de Silos que hizo sonar el canto gregoriano en las discotecas
Figura fundamental, el padre recibió sepultura el pasado sábado en la abadía silense
Clemente Serna, quien fuera abad del Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos) y figura fundamental para la popularización del canto gregoriano, ha fallecido a los 76 años de edad a causa de una larga enfermedad
Durante su periodo al frente del monasterio silense, impulsó “un gran reconocimiento mundial como centro de evangelización y foco cultural, convirtiendo su canto gregoriano en una insignia internacional”
En la década de los 90, tras la publicación del disco Las mejores obras del canto gregoriano, los monjes saltaron a la fama y su álbum se escuchó en discotecas, con composiciones remix
“El Padre Clemente era un hombre diferente, con luz propia”, por Víctor Manuel Márquez
Clemente Serna, quien fuera abad del Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos) y figura fundamental para la popularización del canto gregoriano, ha fallecido a los 76 años de edad a causa de una larga enfermedad, según han confirmado la archidiócesis provincial.
El padre Serna, nacido en la localidad burgalesa de Montorio en 1946 y ordenado sacerdote en 1971, fue abad del monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos entre 1989 y 2012. Durante su periodo al frente del monasterio silense, impulsó “un gran reconocimiento mundial como centro de evangelización y foco cultural, convirtiendo su canto gregoriano en una insignia internacional”.
Las autoridades regionales también han reconocido la figura de Serna
“Castilla y León estará siempre en deuda con Dom Clemente, que convirtió el Monasterio de Santo Domingo de Silos en un centro religioso, artístico y cultural de primera magnitud nacional e internacional. Mi más sentido pésame a sus familiares, amigos y a la Orden de San Benito”, ha tuiteado el presidente regional Alfonso Fernández Mañueco.
Serna, quien recibió sepultura el pasado sábado en la abadía silense a las 12:00 horas, ha fallecido en el priorato de Montserrat de Madrid, donde residía convaleciente a causa de la larga enfermedad que padecía desde hace varios años.
Desde la abadía, han rogado “oraciones en estos momentos tan difíciles” para todos los miembros de la comunidad monástica y han pedido “al Señor que le conceda el premio a una vida entregada totalmente a él”.
Fuente Religión Digital
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