Entra en vigor la ley homofóbica más terrorífica y draconiana de los Estados Unidos en Misisipi
Salvo la mediación en última instancia del Tribunal Supremo, la Ley HB 1523 entra en vigor en el estado de Mississippi, permitiendo una salvaje discriminación en base a la libertad religiosa que afecta a los miembros del colectivo LGBT, madres y padres solteros o personas divorciadas.
Mientras Biloxi se recupera de los efectos del huracán Nate, el estado de Mississippi se prepara para la entrada en vigor de la entrada en vigor de la más draconiana ley contra el colectivo LGBT en los Estados Unidos de América este mismo martes, 10 de octubre, ante la inanición del Tribunal Supremo. Se trata de la Ley HB 1523, que permite la discriminación de homosexuales, bisexuales y transexuales en lo que supone un considerable retroceso de los derechos del colectivo, así como un terrorífico avance de la libertad religiosa después de que el Tribunal de Apelaciones del Quinto. Circuito rechazara por defectos de forma una demanda que alegaba que es una ley inconstitucional.
La Ley HB 1523 permite a los proveedores de servicios, propietarios de empresas y sus empleados recurrir a la libertad religiosa para negarse a proporcionar cualquier tipo de servicio, justificando de esta forma la discriminación no sólo contra cualquier miembro del colectivo LGBT, sino contra aquellos cuya forma de vida vaya en contra de sus principios, madres y padres solteros o personas divorciadas, siendo principalmente tres las situaciones específicas contra las que se manifiestan: el matrimonio igualitario al afirmar que el matrimonio sólo puede contraerse entre un hombre y una mujer; las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, al estar la relaciones sexuales «adecuadamente confinadas» al matrimonio (que no puede producirse según ellos entre personas homosexuales, como tampoco entre personas solteras o divorciadas); y las personas transexuales, al especificar que el sexo es una característica innata asignada al nacer y que no se puede cambiar.
De esta manera, el antaño denominado «Estado de la Hospitalidad» se sitúa a la cabeza de los estados más homofóbicos de los Estados Unidos, superando de un plumazo a Texas, donde se discrimina a los transexuales en los cuartos de baño y están a punto de legalizar la discriminación a familias homoparentales en casos de adopción; Tennesse, donde se discrimina a los pacientes de terapias, se respalda que las empresas puedan despedir a sus empleados por su orientación sexual y se están preparando para la transfobia en los cuartos de baño y «defender el matrimonio natural»; o Carolina del Norte, pionera en la discriminación a los transexuales. Ni siquiera se trata de una ley que surja como consecuencia del efecto Trump, ya que era aprobada en abril de 2016 por el gobernador Phil Bryant.
Alrededor de 60.000 personas homosexuales y bisexuales viven en el estado de Misisipi, mientras que son 11.400 las personas transexuales que podrían verse afectadas pro esta ley, según datos de 2016 del Instituto Williams de la UCLA. Un estado en el que conviven 3.500 parejas del mismo sexo, estando un 29 % de esas parejas criando hijos en lo que supone la mayor tasa de familias homoparentales de los Estados Unidos, que pasarán a vivir en una teocracia que es inconstitucional según la Reverendo Jasmine Beach-Ferrera, directora ejecutiva de Campaign for Southern Equality, que promueve la igualdad de derechos para el colectivo LGBT en todo el Sur que presentara la querella contra la Ley HB 1523. La Primera Enmienda ampara la libertad de los individuos para profesar la fe que consideren oportuno en su vida privada, pero no justifica utilizar esas creencias para la discriminación a otras personas de manera pública.
Fuente Universogay
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