Hooligans rusos advierten a fanáticos del fútbol LGBTI que serán atacados durante el Mundial
Foto de la web de Pride in Football,
Los radicales del fútbol ruso han enviado mensajes amenazantes a activistas y seguidores del balompié de Inglaterra asegurándoles que serán “eliminados” si demuestran su afecto durante la Copa del Mundo
Fanáticos del fútbol gay y transgéneros han recibido amenazas por parte seguidores del fútbol ruso de que serán perseguidos y atacados si van a la Copa del Mundo que inicia en el país euroasiático el próximo 14 de junio.
“Hemos recibido mensajes que dicen que si nos encuentran nos apuñalarán. Hemos hecho las denuncias ante la policía y se están investigando”, declaró a Mirror, el líder de la alianza de grupos fanáticos del fútbol LGBT Pride in Football, Joe White. Comentó, además, que la organización ha recibido correos electrónicos diciéndoles que los fanáticos de la comunidad LGBT serán eliminados y atacados durante Rusia 2018.
Asimismo, estas amenazas han estado dirigidas a advertirles de no “exhibir públicamente la sexualidad” durante la cita mundialista. Es decir, no tomarse de la mano ni ser “muy afectuosos como parejas en público” para garantizar su seguridad.
En este sentido, White indicó que la FIFA “al menos estaba presionando a las autoridades rusas para que investigaran las amenazas”. Calificó como “ridículo” que les dieran la Copa del Mundo 2018 a Rusia y el 2022 a Qatar, dos de los países más intolerantes con la comunidad de gays, lesbianas, trans y bisexuales. En este último país, la homosexualidad es considerada ilegal.
“Pude salir y casi volver al armario y actuar como un camionero, pero ese tipo de situaciones juega exactamente con lo que estamos tratando de mostrar que es un problema (…) No deberíamos tener que sentir que tenemos que comportarnos de manera diferente a como lo haríamos”, dijo White, quien aseguró que experimentará y vivirá la Copa del Mundo.
El ministro del Gobierno ruso, Mikhail Degtyarev, ha estimado que alrededor de dos millones de personas visitarán Rusia durante la Copa del Mundo.
Los crímenes de odio contra las personas LGBT se han duplicado en el país desde que Rusia creó una ley que prohíbe la “propaganda” homosexual. Una legislación de 2013 duramente condenada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos que prohíbe cualquier tipo de propaganda relacionada con la diversidad sexual, el orgullo gay o la defensa de los derechos LGTB.
Hace unos meses, Alexei Smertin, dirigente de la Federación Rusa de fútbol aseguró que los fanáticos de la Copa Mundial no serán afectados por la ley rusa que prohíbe la propaganda homosexual y hasta dejó en claro que podrá ondear la bandera del orgullo gay libremente por las calles rusas.
“Definitivamente no habrá ningún veto a los símbolos del arcoíris en Rusia. Es claro que pueden venir acá y no serán multados por expresar sus sentimientos”, dijo Smertin en una conferencia de prensa en Moscú.
Entretanto, la FIFA ha dejando en claro que el comportamiento homofóbico no será tolerado en los eventos deportivos que organiza.
Rusia, epicentro de la homofobia
A veces los pequeños detalles dicen mucho. Ojalá llegue el día en que las autoridades rusas no se limiten a desaconsejar las prácticas homófobas de sus ciudadanos fuera de sus fronteras, sino que las persigan también en su propio país. Algo que hoy parece sin embargo muy lejano, tanto en lo jurídico como en lo social. A lo largo de los últimos años no hemos dejado de trasladar a nuestros lectores informaciones sobre la práctica impunidad de los grupos criminales homófobos, dedicados a la extorsión, acoso y tortura de personas LGTB, y que son muy tímidamente perseguidos por las autoridades.
De hecho, las autoridades alientan aún más la homofobia con leyes como la aprobada en 2013, que prohíbe informar positivamente de la homosexualidad a menores, a la vez que permite que quienes simplemente enarbolan una bandera arcoíris o reivindican la celebración del Orgullo sean detenidos, sancionados con multas considerables o incluso encarcelados. Una ley, recordamos, cuya defensa dio lugar a la articulación de una especie de “internacional homófoba” cuyas consecuencias seguimos sufriendo en el resto del mundo (organizaciones como HazteOír, por ejemplo, se contaron entre sus valedoras). Por no hablar de la inhibición de las autoridades rusas ante la persecución homófoba en Chechenia, al fin y al cabo una república de la Federación Rusa gobernada en estos momentos por los aliados de Vladimir Putin.
Y aun así sigue habiendo valientes que se atreven a dar la cara, como el joven Ivan Kravistin, del que hablábamos en 2016, que se niega a volver al armario y hacer más discreta su apariencia pese a haber sufrido una grave agresión por parte de un hombre al que no gustó su aspecto de “maricón”. Kravistin sí que denunció, y aunque el agresor fue acusado de “gamberrismo” no hubo la más mínima intención de considerar el ataque un crimen de odio.
Fuente Universogay/Dosmanzanas/Cristianos Gays
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