El luchador profesional Mike Parrow contrae matrimonio con su novio Morgan Cole
Mike Parrow (Dcha fotografía) y su pareja Morgan. Instagram – Foto: Uso permitido
El luchador profesional Mike Parrow ha contraído matrimonio con su novio Morgan Cole, en una ceremonia íntima que ha querido compartir con sus seguidores a través de las redes sociales. Hace dos años, Parrow contó cómo fue el proceso de aceptación de su homosexualidad tanto en el ámbito personal con en el de su entorno familiar y profesional, así como la reticencia que encontró también dentro del colectivo LGTB. Deseamos a la pareja la mayor de las felicidades.
Mike Parrow comunicaba a sus seguidores en Instagram su enlace con Morgan Cole el pasado sábado 14 de marzo. Lo hacía con el siguiente mensaje:
Mi marido y yo os queremos dar las gracias de todo corazón. Gracias a los amigos que se nos pudieron unir especialmente durante las circunstancias actuales y a todos los que enviaron sus buenos deseos, realmente significó muchísimo para nosotros. ¡La boda fue perfecta! ¡La cosa mejora!
Parrow y Cole llevan siendo novios desde hace más de seis años y ahora han decidido formalizar su relación contrayendo matrimonio. El luchador profesional dio a conocer la historia de la aceptación de su orientación sexual hace dos años. Un proceso largo, lleno de escollos, en el que, curiosamente, el menor de sus problemas fue la reacción de sus compañeros de profesión, que fue completamente positiva.
Mike Parrow se educó en una familia de fuertes convicciones religiosas en una ciudad pequeña, por lo que durante toda su adolescencia ocultó su condición de hombre homosexual. Incluso llegó a tener citas con mujeres para eludir cualquier sospecha. Cuando se trasladó a Florida para comenzar su formación como luchador profesional tuvo su primer contacto con la comunidad LGTB, que fue bastante frustrante. Parrow no encajaba con los cánones de belleza habituales y se sentía víctima de los estereotipos derivados de su potente físico. «Gordo», «feo» y «armarizado» fueron algunos de los comentarios que recibió por parte de otros gais.
El rechazo que sintió le hizo volver al armario, rehuyendo todo lo que tuviera que ver con su orientación sexual y centrándose en su carrera. Parrow se hundió psicológicamente. Se encerró en sí mismo, poniendo distancia con sus amigos y conocidos y no permitiendo que nadie intimase con él lo suficiente para descubrir esa parte de la que renegaba. Llegó a plantearse la idea del suicidio e incluso recurrió a las «terapias» de conversión, con el objetivo de deshacerse de esa parte de él que rechazaba, aunque de inmediato comprendió que eran un timo y que no funcionarían.
Fue justo entonces cuando Parrow conoció a Morgan, su ahora marido, en el bar donde trabajaba. Tras una serie de torpes flirteos tuvieron una primera cita. «Yo apenas sabía como hablar con tíos», explicaba en su día Parrow. «Le dije que no conocería a mis amigos, que probablemente yo nunca saldría del armario y que solo podrían verme en casa», añadía. Dos semanas después, Morgan cortó la relación. A raíz de esto, Parrow pensó que «tenía que empezar a ser yo mismo». Habló con Morgan y le prometió empezar de nuevo «con una cita de verdad».
Tras iniciar la relación, Parrow comenzó un proceso gradual de salida del armario. La primera persona a la que lo comentó fue el que era su mejor amigo en el mundo de la lucha, que recibió la noticia como si de una broma se tratase, pero que finalmente lo aceptó sin más (incluso se convirtió en su manager). Lo mismo sucedió con el resto de su entorno deportivo. Más tarde, tuvo que enfrentarse a salir del armario ante su familia, que «fue el momento en el que más miedo tuve en toda mi vida». Sin embargo, su familia lo aceptó mucho mejor de lo que esperaba. Su padre incluso le dijo que se esperaba la noticia, ya que le parecía raro que hubiese rechazado a tantas mujeres cuando era más joven.
En el ámbito de la lucha profesional, Mike Parrow se sorprendió por la escasa homofobia que encontró. Según el luchador «las dos compañías con las que principalmente trabajo han sido maravillosas». Entre sus compañeros percibió «más curiosidad que odio».
Deseamos la mayor de las felicidades a la pareja.
Fuente Dosmanzanas
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