Suecia detiene (por ahora) la deportación del futbolista gay
Aunque aún no se sabe qué pasará con él, las autoridades de inmigración de Suecia detienen la deportación de Andrew Nagbe horas antes de que subiera al avión de vuelta a Liberia.
Hace unos días te explicábamos el caso de Andrew Nagbe, un chico de 22 años natural de Liberia que huyó de la homofobia de su país para instalarse en Suecia y convertirse en futbolista y que había sido detenido durante la celebración del PRIDE de Estocolmo (al que acudió junto a su novio) para ser deportado a su país.
Los de Inmigración en Suecia no se creían que Andrew fuera gay (a pesar de, repito, haberle detenido en el PRIDE al que fue junto a su novio) y por eso habían decidido que debía salir del país. “Quiero jugar al fútbol y vivir como un hombre abiertamente gay en Suecia“, declaró Andrew a la prensa después de su arresto. La homosexualidad es un delito en Liberia, y como todos los que conocen a Andrew saben que es gay el chico temía por su seguridad si le obligaban a volver al país.
Aunque su deportación estaba prevista para el 23 de agosto, los Agentes de Inmigración se echaron para atrás y horas antes de que subiera al avión le dijeron que, al menos por ahora, se va a quedar en Suecia. ¿El motivo? Según han apuntado desde el gobierno han aparecido nuevas pruebas que defienden su versión y, además, su caso ha atraído mucha atención internacional. Como explica Stig-Åke Petersson, el responsable de la oficina de refugiados de la ONG LGTB RFSL, “Su caso ha llamado la atención de medios internacionales como la BBC, y su sexualidad ahora es aún más conocida en Liberia. Gracias a eso, el Alto Comisionado de los Refugiados en las Naciones Unidas ha sido informado sobre el caso y ha intervenido en favor de Andrew.”
Por ahora no se sabe qué ocurrirá finalmente con Andrew. El propio Petersson no se atreve a adivinar si Andrew tendrá que irse o no del país después de todo lo ocurrido, pero considera que con el viaje cancelado “sus posibilidades han aumentado“.
Liberia es uno de los países africanos en los que ser homosexual está penado con cárcel. La sodomía está definida como «relaciones sexuales desviadas», aparte de que la ley de Liberia no prohibe la discriminación basada en orientación sexual o identidad de género. La homofobia es habitual entre la sociedad liberiana, si bien la violencia y los abusos contra los miembros de la comunidad LGTB son habituales, pocas veces se denuncia por miedo a las represalias.
Ganadora del Premio Nobel de la Paz en 2011, Ellen Johnson Sirleaf, actual presidenta de Liberia, protagonizaba una crisis internacional un año después de recibir el premio debido a su negativa a modificar las leyes referentes al colectivo, ni para endurecerlas, pero tampoco para suavizarlas, bajo la premisa de que los liberianos «nos gustamos como somos (…). Tenemos ciertos valores tradicionales en nuestra sociedad que me gustaría preservar» siendo aprovechado un brote de ébola para acosar y culpar a la comunidad LGTB de su proliferación por parte de los sectores más conservadores. Tal es el panorama que casi se podría acusar directamente a Suecia de complicidad en caso de que le pasara algo finalmente a Andrew Nagbe tras ser deportado, si finalmente es deportado a un país en el que se gustan como son, mientras no sean homosexuales.
Fuente EstoyBailando/Cristianos Gays
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