La Archidiócesis de Paderborn (Alemania), dispuesta a ordenar sacerdotes homosexuales
La Archidiócesis de Paderborn, contradiciendo al Papa Francisco, ha declarado que la homosexualidad no será un criterio de exclusión para ordenar sacerdotes.
El rector del seminario mayor de Paderborn (Alemania), Michael Menke-Peitzmeyer, declaró en la cadena de televisión estatal WDR lo siguiente: “Tenemos que distinguir entre la orientación homosexual de una persona y la práctica homosexual. Si cumplen con el celibato, los homosexuales serán aceptados para su ordenación sacerdotal”.
Para esta archidiócesis, lo más importante es que el aspirante a sacerdote se comprometa con el celibato, sin importar su orientación sexual. “Que alguien mantenga relaciones homosexuales habituales sí es, creo, un criterio para excluir a esa persona del sacerdocio”, dijo Menke-Peitzmeyer.
Sin embargo, la Iglesia católica no opina lo mismo y en el documento El Don de la vocación presbiteral – Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis, que aprobó el Papa Francisco en 2016, se especifica claramente que “la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir al Seminario y a las Órdenes Sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la así llamada cultura gay, ya que dichas personas se encuentran, efectivamente, en una situación que obstaculiza gravemente una correcta relación con hombres y mujeres. De ningún modo pueden ignorarse las consecuencias negativas que se pueden derivar de la Ordenación de personas con tendencias homosexuales profundamente arraigadas”.
Pero la Iglesia alemana parece que no va a darse por vencida tan rápido ante el Vaticano y han dado muestra desde hace tiempo de sus desavenencias con la cúpula eclesiástica. Franz-Josef Overbeck, obispo de Essen, ya pidió en su día una reevaluación de la homosexualidad y su teología moral por parte del Vaticano. Sea como sea, Overbeck ha pasado de formar parte de la “línea dura” de la Iglesia católica alemana a encontrarse entre los que defienden una cierta apertura. En el pasado, por ejemplo, el obispo de Essen llegó a afirmar que la ley de uniones civiles de Alemania no es moralmente defendible. Lo hizo con motivo de la noticia del enlace del entonces vicecanciller alemán, Guido Westerwelle. También en su diócesis se produjo el despido de una trabajadora de la limpieza en un jardín de infancia católico al conocerse que se había casado con otra mujer. Más recientemente, sin embargo, ha ido adoptando un tono más moderado, llegando a reunirse en varias ocasiones con representantes de grupos LGTB. Una apertura que en cualquier caso resulta tímida en comparación con otras iglesias alemanas, como la Iglesia Evangélica de Alemania, la otra gran confesión cristiana de ese país. Así por ejemplo la Iglesia Evangélica Luterana del Norte de Alemania aprobaba hace poco que sus pastores puedan convivir con sus parejas del mismo sexo en las casas parroquiales.
Overbeck se suma con estas declaraciones a la tendencia abierta por un pequeño grupo de obispos católicos, como el arzobispo de Berlín, Rainer Maria Woelki, que afirmó que las parejas estables homosexuales son “semejantes” a las heterosexuales, o el obispo de Évry-Corbeil-Essonnes, Michel Dubost, quien afirmó que los homosexuales “son bienvenidos” en la Iglesia católica. Ninguno de estos obispos “aperturistas” hacia la realidad LGTB, por cierto, es español.
El rector Menke-Peitzmeyer ha dicho que si, como se afirma, no hay relación entre pederastia y homosexualidad, tampoco se puede excluir a los varones homosexuales de la ordenación sacerdotal, ya que esto confirmaría que la homosexualidad no es una patología y sería una nueva liberación del colectivo LGTBI dentro de la Iglesia católica.
Fuente Agencias
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