El transplante de células madre podría ser el camino para la erradicación del VIH
Según una investigación inspirada en el paciente de Berlín, Timothy Brown, el transplante de células madre podría ser el camino para la erradicación del VIH según un investigación realizada en colaboración de IrsiCaixa, en Barcelona, y el Hospital Gregorio Marañón, en Madrid.
Estadounidense de 52 años actualmente, Timothy Ray Brown, más conocido como el paciente de Berlín, es la única persona que ha conseguido curarse del VIH/sida, en lo que podría considerarse un efecto secundario de un tratamiento para curar la leucemia que consiste en un trasplante de médula ósea. Si en un principio se había atribuido su curación a que padecía una mutación genética—denominada CCR5 Delta 32, que hacía que sus células sanguíneas fueran inmunes al VIH, evitando que la penetración del virus—, un equipo de investigadores del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid y de IrsiCaixa, el Instituto de Investigación del Sida de Barcelona, explora la vía del trasplante de células madre en 6 pacientes infectados por el VIH, que habrían eliminado el virus de su sangre y tejidos e incluso uno de ellos podría haber eliminado totalmente el virus de su cuerpo, según afirman las doctoras María Salgado y Mi Kwon en un artículo publicado este lunes, 15 de octubre, en Annals of Internal Medicine.
«Seleccionamos estos casos porque queríamos centrarnos en las otras posibles causas que podrían contribuir a eliminar el virus», explica Kwon, añadiendo Salgado que su «hipótesis era que además de la mutación CCR5 Delta 32, otros mecanismos asociados con el trasplante influyeron en la erradicación del VIH en Timothy Brown». Tras recibir el transplante, los paciente (tres de Madrid, dos de Granada y uno de Milán) mantuvieron su tratamiento antirretroviral, logrando la remisión de la enfermedad tras la retirada de los fármacos inmunosupresores. Si bien todos carecían de la misma mutación que el paciente de Berlín, en todos ellos se habría producido un rechazo de las células del donante. Siete años después, los que habrían recibido un transplante de médula ósea, cinco de ellos, presentan un reservorio indetectable en sangre y tejidos, llegando a desaparecer totalmente los anticuerpos en uno de ellos, el único que habría recibido un transplante de sangre de cordón umbilical, necesitando hasta 18 meses para reemplazar todas sus células por las del donante, lo que para Salgado podría suponer «una prueba de que el VIH ya no está en su sangre, pero esto solo se puede confirmar parando el tratamiento y comprobando si el virus reaparece o no».
Controlado por médicos e investigadores, el próximo paso consiste en realizar un ensayo clínico para interrumpir la medicación antirretroviral en algunos de los pacientes y suministrarles nuevas inmunoterapias para comprobar si el virus resurge o, por el contrario, se confirma la erradicación del virus de su organismo, lo que podría abrir nuevas vías para combatir el sida. «No hemos visto este efecto sobre los reservorios del virus con ningún otro tratamiento, pero no podemos hablar de éxito hasta que no pongamos en marcha el ensayo clínico», explica José Luis Díez, Jefe del servicio de Hematología del Hospital Gregorio Marañón, implicado igualmente en la investigación, aclarando que se trata de un estudio a medio-largo plazo.
El paciente de Berlín habría inspirado igualmente otro tratamiento, conocido como «kick and kill», que actualmente se investiga en cinco universidades estadounidenses en 39 pacientes. Los resultados preliminares han resultado ser muy satisfactorios, mostrándose totalmente efectivos en uno de los pacientes, que no muestra actualmente rastro alguno del virus en su sangre, aunque los investigadores son igualmente cautelosos a la hora de afirmar que está totalmente curado, al menos hasta la completa desaparición de los rastros de fármacos en su organismo.
Fuente Universogay
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