Colombia pide perdón a Marta Álvarez Giraldo tras haber violado sus derechos por ser lesbiana
Acatando el dictamen de una sentencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Colombia pide perdón a Marta Álvarez Giraldo por haber violado sus derechos por ser lesbiana cuando cumplía una pena de cárcel y le negaron tener visitas íntimas con su pareja.
Desde 1992 hasta 2002, Marta Álvarez Giraldo cumple pena por un delito, teniendo que pagar además por ser lesbiana, siendo violados sus derechos por el estado colombiano cuando no le permitían visitas íntimas con su pareja. En 1996 denuncia su situación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que le da la razón dieciocho años después, reclamando acciones reparadoras por parte del estado, entre ellas una disculpa pública y la divulgación de un libro autobiográfico, escrito en el tiempo que estuvo presa. Enrique Gil Botero, ministro de Justicia de Colombia, reconoce el pasado 6 de diciembre la responsabilidad del estado en la discriminación de Marta Álvarez, prometiendo que no volvería a repetirse una situación similar.
«Una persona no debería cumplir doble condena por su orientación sexual. Aquellas personas LGBT que se encuentran en las cárceles merecen un trato digno y humano, y no pueden ser objeto de los prejuicios y la discriminación (…). Volver a El Buen Pastor, esta vez en condiciones completamente diferentes me hace sentir que sí tengo derechos. La vida me está dando la oportunidad de volver, pero esta vez empoderada, llena de orgullo y siendo un referente para las mujeres privadas de la libertad, es una sensación diferente », declara Álvarez Girado, quien inicialmente sí obtiene la autorización de la Fiscalía para sus visitas, siendo el director del centro penitenciario el que se las niega alegando que es algo «bochornoso, que era algo inmoral, que era inclusive peligroso».
«El caso de Marta Álvarez representa la lucha de las mujeres, las lesbianas y las defensoras de derechos humanos; nos recuerda que las personas LGBT privadas de la libertad tienen derechos y que el estado colombiano tiene la obligación de evitar que estas personas sean discriminadas en razón de lo que son, por quienes les custodian o, incluso, por sus propios compañeros de reclusión», declaran desde Colombia Diversa.
«Hoy nos reunimos, con el fin de reivindicar la vida y los derechos de Marta Álvarez, pues sin justificación alguna, el estado violentó su derecho a la igualdad mientras se encontraba privada de la libertad y le negó la visita íntima, con base en prejuicios debido a su orientación sexual (…). El estado colombiano realiza el presente reconocimiento de responsabilidad internacional, y pide sincero perdón, bajo el entendido de que, al tratarse de una medida de reparación, sus efectos están orientados a mitigar, de alguna manera, las afectaciones causadas a la señora Marta Lucía Álvarez. Haberle negado el derecho a la visita íntima debido a su orientación sexual fue un hecho de discriminación extrema (…). Pedimos perdón por las acciones y omisiones de agentes estatales, que configuraron la vulneración de sus derechos a la integridad personal, a la honra, a la dignidad, a las garantías judiciales, a la protección judicial y el derecho a la igualdad ante la ley», señala en su disculpa Gil Botero.
«Por una parte, la lucha de Marta Álvarez avanzará los derechos de las personas LGBT en las cárceles de Colombia y de la región al exigir el desarrollo de estándares internacionales que garanticen la no discriminación y no repetición (…). Por otra, la publicación de su diario es una acción reinvindicante no solo para Marta si no para todas las personas LGBT que en algún momento han vivido con el peso de tener que esconder su identidad e historia», señala Francisco Quintana, director del Programa de la Región Andina, Norteamérica y del Caribe de CEJIL. Después de tres años de negociaciones, se ha llegado a un acuerdo mediante el que se implementan en las cárceles colombianas las recomendaciones del informe de Fondo de la CIDH, así como también puede leerse ya el libro de Marta Álvarez, Mi historia la cuento yo.
Fuente Universogay
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