El Ayuntamiento de Valladolid celebró la primera boda gay oficiada por el alcalde
El alcalde iza la bandera arcoíris en el bacón del Ayuntamiento el pasado 26 de junio. / EFE
Desde 2005 estos enlaces habían sido presididos por ediles tras la negativa de León de la Riva a casar parejas homosexuales
(J.Asua)Habían transcurrido 22 días desde que el pasado 26 de junio la bandera arcoíris, símbolo del colectivo homosexual, fuera izada por el nuevo alcalde de Valladolid en el balcón de la Casa Consistorial, un gesto respaldado por los cinco grupos políticos municipales y que fue recibido con alegría por una comunidad que se había sentido «apartada» hasta ese momento por el Ayuntamiento. Mañana el Consistorio dará un paso más en esta iniciativa de «normalización» al acoger el primer enlace de personas del mismo sexo oficiado por el máximo responsable de la institución local, el regidor.
Desde que en julio de 2005 el Gobierno de Zapatero aprobase el matrimonio igualitario, el anterior alcalde Francisco Javier León de la Riva se negó a presidir estas uniones y delegó esta tarea en sus concejales. Cuestión de principios, argumentaba el ex primer edil, quien considera que el matrimonio es el enlace de hombre y mujer, tal como recoge la definición de la Real Academia de la Lengua Española.
Pues bien, su sucesor, Óscar Puente, salió el pasado sábado a las 14:00 horas al salón de recepciones para casar a Víctor y a Daniel, una pareja formada por un administrativo de 33 años y un ingeniero de 31, que conviven desde hace cuatro años y que se casan «enamorados como el primer día» y con la intención de que su unión dure toda la vida.
Fue Víctor el que se puso en contacto con Óscar Puente a través de la red social Twitter. «Le mandé un mensaje y enseguida me contestó para decirme que no tenía ningún inconveniente, todo lo contrario; la verdad es que es un gesto, pero que dice mucho, porque hasta ahora la actitud denotaba cierta discriminación», señalaba ayer este hombre de 33 años para quien el cambio de gobierno ha supuesto «una apertura que se agradece».
Víctor define su relación como una más, como la de cualquier pareja. Ni él ni su novio son activistas por la causa. Simplemente, se quieren y desean formalizar ese amor «para que lo vean la sociedad y las instituciones».
«Es una pena que esto tenga lugar diez años después de que se aprobase la ley», recalca este joven, quien, sin embargo, aboga por dotar de total normalidad al rito. En su opinión, la situación ideal sería que ni se tuvieran que celebrar días del orgullo ni que este enlace fuera reflejado por los medios de comunicación como algo inédito o extraño en una ciudad como Valladolid. «Que fuera visto como algo normal», resume Víctor, quien ha tenido la suerte de que tanto la familia como los amigos siempre hayan aceptado su condición sexual sin ningún aspaviento. El mismo día también la concejala de Cultura, Ana Redondo, casó a otra pareja homosexual, que en este caso le han elegido a ella por tener una relación de amistad. Desde hace diez años, en el Ayuntamiento se han celebrado un total de 17 bodas de parejas del mismo sexo. La exconcejala de Bienestar Social Rosa Hernández ha oficiado 15 de ellas y Mercedes Cantalapiedra, dos, según los datos facilitados por Alcaldía.
Fuente El Norte de castilla
Comentarios recientes