Una escuela segregada australiana acepta a un estudiante trans
Los casos de menores trans en colegios segregados son cada vez más numerosos en Australia y los centros están optando por permitir que los menores continúen en el centro a pesar de identificarse con el género contrario a las normas del colegio.
Oliver lleva toda la vida estudiando en el Mentone Girl’s Secondary School, en Melbourne. El Mentone es un centro educativo en el que sólo hay chicas. Pero Oliver no es una chica, cuando nació se le asignó ese género pero él es un chico trans: “Cuando salí del armario con 9 años pensé que iba a ser un gran problema porque ésta era una escuela de chicas y yo soy un chico.”
Pero el caso de Oliver no es el único caso de menor trans que comienza a identificarse con su género percibido estando en una escuela segregada, es algo que está ocurriendo en varias escuelas del estado de Victoria. El Departamento de Educación de Victoria obliga a todos los centros a respetar la identidad de género de todos los estudiantes y los colegios están optando por no obligar a los menores trans a cambiarse a un centro mixto o que se corresponda con su género.
Carol Duggan, asistente del director del instituto Mentone explica que la decisión se tomó como forma de proteger a Oliver y de sentar las bases para los casos similares que vendrán en el futuro: “Oli está ayudando sin saberlo a las próximas generaciones de estudiantes que pasen por este centro. Cuando estás acostumbrado a trabajar en un centro con un solo sexo lo más difícil al principio es acostumbrarte a utilizar los pronombres correctos. Sin embargo, es mucho más importante seguir ofreciendo un entorno seguro y que apoya a todos nuestros estudiantes.”
Así Oliver, aunque ahora se identifica como un chico, sigue compartiendo clase con sus compañeras sin ningún problema. Y es feliz, porque la idea de tener que cambiar de instituto en su último año le preocupaba mucho por tener que volver a salir del armario como trans ante nuevos compañeros que, tal vez, no le aceptaran tan bien como lo han hecho sus actuales compañeras: “No creía que fueran capaces de entenderlo o aceptarlo. Aquí me siento aceptado.”
Oliver, eso sí, no olvida que está en un centro sólo para chicas: “Muchas estudiantes se preocuparon por la forma en que iban a funcionar las clases o las reuniones, o si los profesores aún podrían decir ‘Buenos días, chicas’. Entiendo que esto es un colegio de chicas y es la costumbre, así que no voy a enfadarme por eso.”
Fuente | Gay Star News, vía EstoyBailando
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