La Policía de Senegal ha arrestado a 11 personas por participar en un acto que representaba una boda homosexual, debido a que estos actos están pensando con hasta cinco años de cárcel y multas de 3.000 dólares. Los agentes de seguridad siguen buscando a más asistentes al evento para detenerlos.
La Policía de Senegal ha detenido a 11 personas por participar en una ceremonia simbólica que representaba una boda entre personas del mismo sexo, en un país con una legislación que penaliza a los homosexuales, informaron ayer medios locales.
Los hechos se produjeron el pasado viernes en una escuela de la localidad de Kaolack, situada a 190 kilómetros al sur de Dakar, en la que la Policía interrumpió el acto de unión de dos hombres y se incautó de los anillos de matrimonio y de otros objetos.
Entre los detenidos se encuentran los novios que celebraban el enlace. La Policía seguía buscando ayer a los asistentes que no fueron arrestados en el lugar. Las fuerzas del orden senegalesas ya detuvieron en 2008 a una pareja del mismo sexo que celebraba su boda en el municipio de Mbao, a las afueras de Dakar.
El Código Penal de Senegal prevé penas de hasta cinco años de prisión y multas de hasta 3.000 dólares para quienes lleven a cabo actos “impropios o antinaturales con una persona del mismo sexo“. El pasado mes de agosto, un tribunal de Dakar condenó a seis meses de prisión a siete personas por practicar la homosexualidad.
Senegal: penas de hasta cinco años de cárcel por homosexualidad
Senegal, un país de África occidental de mayoría musulmana, castiga las relaciones homosexuales con hasta cinco años de cárcel y multas que en los casos más extremos pueden llegar hasta los 1.500 euros, cifra exorbitante para un ciudadano senegalés. Ya en 2010 nos hacíamos eco de un informe de Human Rights Watch que alertaba del incremento de las agresiones hacia las personas homosexuales en ese país, estimuladas por líderes políticos y religiosos que habrían sido decisivos a la hora de fabricar un clima de violencia homófoba con la connivencia de buena parte de los medios de comunicación.
En abril de 2013, la jefatura del Estado senegalés emitió un comunicado en el que declaraba que “los valores culturales básicos enraizados [en Senegal] no pueden ser compatibles con la opción de despenalizar la homosexualidad”, afirmando con firmeza que “el Estado no ha considerado esa opción, que se excluye por completo de su doctrina política”. Esta misma declaración fue reiterada por el presidente Macky Sall dos meses más tarde, durante la visita que efectuó al país africano Barack Obama. Incluso quienes defendieron la despenalización en el pasado, como el expresidente honorario de la Federación Internacional de Derechos Humanos Sidiki Kaba, desistió de su intención al convertirse en ministro de Justicia de Senegal.
Muchas de las agresiones, detenciones e incluso linchamientos ni siquiera alcanzarían las páginas de la prensa internacional. El hostigamiento también alcanza a las mujeres lesbianas o percibidas como tales, como recogimos por ejemplo en septiembre de 2013. Entonces, por suerte, cuatro de las cinco detenidas fueron puestas en libertad. En febrero del año pasado, una pareja de hombres fue condenada a seis meses de prisión, denunciada por sus propios vecinos. El último caso del que nos hicimos eco fue el del periodista Tamsir Jupiter Ndiaye, condenado por segunda vez a la cárcel a principios de este mes de agosto después de que un joven lo acusara de intentar violarlo.
Fuente Agencias/Cáscara amarga/Dosmanzanas
General, Homofobia/ Transfobia.
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