La justicia china rechaza la primera demanda de una pareja gay reclamando su derecho a contraer matrimonio
No ha podido ser. Un tribunal de Changsha (en la provincia de Hunan, en China) ha rechazado la demanda de una pareja de hombres a la que se les denegó el permiso para contraer matrimonio. El fallo judicial, que estipula que a día de hoy la ley china determina que el matrimonio se celebra entre un hombre y una mujer, no supone en realidad una sorpresa. Su mera admisión a trámite, sin embargo, ha servido para dar visibilidad a una realidad a la que el gigante asiático se abre poco a poco y para movilizar a la comunidad LGTB china. La pareja recurrirá la sentencia.
Recogíamos la historia en enero. “El matrimonio tiene que ser entre un hombre y una mujer”, fue la contestación que un funcionario dio a Sun Wenlin y Hu Mingliang cuando acudieron a una oficina del registro civil para casarse. La pareja decidió recurrir ante la justicia, que en contra de todo pronóstico admitió la demanda a trámite. “En China, los tribunales a menudo rechazan los casos políticamente sensibles, por lo que el hecho de que la demanda se acepte da señales de alguna disposición oficial para hacer frente a la discriminación contra las personas LGBT, lo que es alentador”, señalaba en su momento Maya Wang, de Human Rights Watch.
Menos sorprendente ha sido el fallo del tribunal, para el cual el que la literalidad de la ley china determine que el matrimonio se celebra entre un hombre y una mujer resulta suficiente para denegar la demanda. Los demandantes argumentaban que la ley no prohíbe expresamente que ese mismo matrimonio pueda ser celebrado entre dos personas del mismo sexo, argumento que el juez no ha estimado, y de hecho les carga con las costas del juicio (el equivalente a unos 7,7 dólares USA). El juez parecía tenerlo claro desde el principio: la sentencia se ha dado a conocer pocas horas después de celebrarse la vista.
Aunque contrariada por el fallo, la pareja tiene intención de recurrirlo y agotar todas las posibilidades legales a su alcance, esperanzada por el eco conseguido y por todo el apoyo que han recibido. Por lo pronto, la versión en inglés del Diario del Pueblo, medio oficial del Partido Comunista chino, ha recogido la noticia en tono neutro, tanto en su web como en redes sociales, ilustrándola con una fotografía de Sun Wenlin y Hu Mingliang paseando y cogidos de la mano y mencionando incluso que la población LGTB china asciende a más del 4% de la población.
No se trata, en cualquier caso, de la primera iniciativa en pro de la igualdad que el activismo LGTB promueve en China. En 2013, un grupo de más de cien padres de hijos homosexuales dirigía una carta a la Asamblea Nacional Popular para solicitar que las parejas del mismo sexo pudiesen contraer matrimonio en igualdad con las heterosexuales. En el escrito detallaban la discriminación que supone para sus hijos la imposibilidad de acceder a las ventajas de la institución matrimonial. En marzo de 2015 hacía lo mismo un padre. Tampoco se trata de la primera noticia que nos llega desde el ámbito judicial chino en materia LGTB. Hace más de un año nos hacíamos eco de la condena a una clínica a pagar una compensación económica a Yang Teng, un ciudadano chino de 30 años, víctima de las “terapias reparadoras” de la homosexualidad. El tribunal estableció además que la homosexualidad no es una enfermedad, luego no ha lugar a “curarla”, y ordenó a Baidu (el más importante buscador de internet chino) retirar la publicidad de la clínica en la que Yang Teng fue tratado con electroshock.
Fuente Dosmanzanas
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