Tanto el primer ministro de Canadá como los aspirantes al liderazgo conservador acuden al Orgullo de Toronto y se anuncia la intención de crear carnés de género neutro
Te imaginas a RAJOY así en el ORGULLO? Así lo vivió su homólogo en Canadá, Justin Trudeau.
El primer ministro canadiense, el liberal Justin Trudeau, hizo historia el pasado domingo al convertirse en el primer jefe de gobierno de su país en participar en la marcha del Orgullo LGTB de Toronto, la más multitudinaria del país. Trudeau estuvo acompañado del alcalde de la ciudad, John Tory, y de la gobernadora de Ontario, la abiertamente lesbiana Kathleen Wynne. Pero también estuvieron presentes los tres candidatos a liderar el Partido Conservador, descabezado tras la derrota sufrida en 2015 Stephen Harper, el ex primer ministro que en su momento se opuso al matrimonio igualitario. La presencia conservadora al más alto nivel se produce después de que ese partido haya renunciado de forma expresa y mediante una votación congresual a su histórica oposición al matrimonio igualitario.
Justin Trudeau, primer ministro canadiense, ha aprovechado su paso por el Toronto Pride para anunciar que las autoridades del país están abordando la posibilidad de que se pueda elegir una opción de género neutro en los documentos de identidad nacionales. Nos cuesta mucho pensar en ver algún día a quien sea presidente del gobierno marchando en el Orgullo LGBT de Madrid, pero esto en Canadá es una realidad. El primer ministro canadiense lo dio todo marchando por las calles en el reciente Orgullo LGBT de Toronto. Justin Trudeau tiene 44 años, mujer y tres hijos, y es el primer ministro de Canadá desde el pasado mes de noviembre. Y queda claro que su compromiso y apoyo al colectivo LGBT es real.
Si hablamos de derechos del colectivo LGTB podemos afirmar con absoluta convicción de que Canadá es uno de los países que más puede presumir, o dicho de otro modo, de los que menos tiene que avergonzarse.
En los últimos meses hemos visto como cuando existe la intención política, la legislación puede cambiarse sin ningún sobresalto. A lo largo de este año el país ha tomado numerosas iniciativas: Toronto ha dedicado por primera vez un mes entero a la conmemoración del Orgullo LGTB, han confirmado que los demandantes de asilo LGTB de Siria tendrán un lugar destacado en su cartera política, han garantizado los derechos de la comunidad trans en su nueva legislación y ahora planea un cambio en los documentos de identidad.
Ha sido el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el que ha confirmado que están estudiando la mejor manera de llevarlo a cabo. Trudeau ha aprovechado su paso por el Toronto Pride, convirtiéndose en el primer máximo mandatario del país en acudir de manera oficial, para realizar unas declaraciones en la cadena CP24 en las que aborda la cuestión.
Trudeau ha afirmado que abordando la “mejor forma” para cambiar la legislación. “Forma parte del gran arco de la Historia que conduce a la justicia”, ha argumentado. Además, se ha referido a la flexibilización de la normativa sobre donación de sangre para hombres homosexuales señalando que “no es suficiente” y que van a modificarla de nuevo.
La semana pasada la provincia canadiense de Ontario anunció que permitirá la utilización de un tercer indicador de género, el X, en sus carnés de conducir, un primer paso para conseguir que un mayor número de personas se encuentre más cómodas con sus documentos de identidad.
La asistencia de Justin Trudeau al Orgullo LGTB de Toronto había sido anunciada hace meses. Lo cierto es que no supone una grandísima sorpresa, dada su conocida posición a favor de los derechos LGTB. De hecho ya había participado antes en la marcha, aunque no como jefe de gobierno. El propio Trudeau, de hecho, quiso restarle importancia. “No debería ser para tanto que un primer ministro vaya a una marcha del Orgullo. A partir de ahora no lo será”, declaró.
Trudeau quiso tener además un recuerdo especial para las víctimas de la masacre homófoba de Orlando, presentes en todo momento en la memoria de los manifestantes. “No podemos dejar que el odio avance”, manifestó. Trudeau colgó en su perfil de Twitter varias fotografías de su participación, acompañadas de la palabra “Pride” (“Orgullo”).
Fiers. #PrideTO pic.twitter.com/vIpQS2TImM
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) 3 de julio de 2016
El primer ministro canadiense no fue, de hecho, el único cargo en participar en la marcha. También estuvo el alcalde de Toronto, John Tory (que pertenece a un partido de centro-derecha local) y la premier de la provincia de Ontario, de la que precisamente es capital Toronto, y que se convirtió en 2013 en la primera persona abiertamente LGTB en presidir un gobierno provincial en Canadá. Ambos dejaron también constancia en Twitter de su presencia en el Orgullo:
History. #PrideTO pic.twitter.com/UVnGOIV28E — John Tory (@JohnTory) 3 de julio de 2016
Sunny days and sunny ways at #PrideTO with PM @JustinTrudeau! pic.twitter.com/zhSKfbYrCf
— Kathleen Wynne (@Kathleen_Wynne) 3 de julio de 2016
Justin prometió que iría al Orgullo y así lo ha cumplido asistiendo el domingo a la manifestación del Orgullo LGBT más multitudinaria de Canadá, en Toronto. Así ha hecho historia, ya que es la primera vez que un primer ministro en el cargo asiste a este evento. Justin ya había ido al Orgullo en anteriores ocasiones, y en esta llevaba una banderita arcoíris que agitaba con mucha energía. Dijo a los medios durante la manifestación que “tenemos que alzar nuestra voz cada vez que haya intolerancia o discriminación. No podemos permitir el odio”. No dudó en parar a sacarse selfies con quien quisiera, dar abrazos efusivos y le restó importancia al hecho de que él estuviera allí, considerando que debería ser siempre lo normal.
En la galería puedes ver unas imágenes que deberían ser un ejemplo para numerosos políticos en todo el planeta. Así vivió el Orgullo LGBT Justin Trudeau, primer ministro de Canadá.
Justin Trudeau, de 44 años, es hijo de Pierre Trudeau, el que fuera líder del Partido Liberal canadiense durante casi dos décadas y primer ministro en dos ocasiones (entre 1968 y 1979 y posteriormente de 1980 a 1984). Muchos lo consideran, de hecho, el padre del moderno Canadá. De ahí que la carrera política de su hijo, que se alzó con el liderazgo liberal en 2013, despertara tantas expectativas. Expectativas que no se vieron defraudadas gracias a su victoria en las elecciones del pasado octubre, que puso fin a los casi 9 años de mandato del conservador Stephen Harper.
Y los conservadores…
Precisamente si algo nos llama la atención, especialmente desde la perspectiva española, es la presencia en la marcha del Orgullo de los tres candidatos a liderar el Partido Conservador de Canadá tras la marcha de Harper: Kellie Leitch, Michael Chong y Maxime Bernier.
Hasta ahora, ningún líder nacional conservador había acudido al Orgullo de Toronto. No lo hizo desde luego Harper, del que el colectivo LGTB canadiense aún recuerda su fuerte oposición al matrimonio igualitario, aprobado a nivel federal en julio de 2005 (prácticamente al mismo tiempo que en España, aunque algunas provincias canadienses ya lo celebraban desde dos años antes por decisión judicial). La ley fue aprobada entonces con la oposición de los conservadores, que amenazaron con revisar el tema cuando ganaran las elecciones. Afortunadamente la primera victoria de Harper se produjo sin mayoría absoluta, y cuando en diciembre de 2006, su gobierno sometió a votación una iniciativa que en caso de haber sido aprobada hubiera supuesto “reabrir el debate” (en la que los conservadores tuvieron por cierto libertad de voto), una amplía mayoría de la Cámara de los Comunes (175 frente a 123) votó en contra de hacerlo, entre ellos doce diputados conservadores.
Tras aquella votación Harper admitió que no veía probable volver a debatir el tema, y de hecho la “reapertura del debate” sobre el matrimonio igualitario desapareció definitivamente del programa conservador. Pero no fue hasta hace unas pocas semanas que el Partido Conservador de Canadá abandonaba oficialmente su oposición al matrimonio igualitario, eliminando de su ideario la referencia al matrimonio como una institución a la que solo pueden acceder un hombre y una mujer. La decisión, dolorosa para el sector más tradicional del partido, fue adoptada por 1.036 votos a favor y 462 en contra.
Un reconocimiento oficial, explícito e inequívoco por parte de los conservadores canadienses de que en su momento se equivocaron oponiéndose a la igualdad jurídica de las parejas del mismo sexo, y que hoy hace posible que los candidatos a liderar el partido acudan al Orgullo sin que el colectivo LGTB pueda reprocharselo. Bien podría aprender, por ejemplo, el Partido Popular español, algunos de cuyos líderes expresaban hace unos días su malestar porque ningún representante del partido había sido invitado a portar la pancarta de cabecera del Orgullo LGTB de Madrid. La presidenta de la Comunidad de Madrid, que sí había sido invitada, no quiso de hecho estar presente por ese motivo, y envió en su lugar a dos consejeros de su gobierno.
Un grupo homófobo se infiltra en la marcha
En otro orden de cosas, dos incidentes alteraron la tranquilidad del Orgullo de Toronto. El primero de ellos, la protesta del movimiento Black Live Matters contra la violencia hacia las personas negras en Norteamérica, que de hecho participaba en la marcha pero que la bloqueó durante una media hora hasta que el director ejecutivo del Orgullo, Mathieu Chantelois, firmó un documento accediendo a sus demandas, que incluían una mayor representación de la población negra LGTB, así como el veto a que el año próximo participe en la marcha la Policía de Toronto por lo que consideran su actitud discriminatoria hacia la población negra.
Bastante más desagradable es el segundo incidente: la participación en la marcha de un grupo abiertamente homófobo, que de hecho se inscribió oficialmente bajo el pseudónimo “Gay Zombies Cannabis Consumers Association” (“asociación de gais zombies consumidores de cannabis”, podríamos traducir). Lo que parecía un divertido grupo de personas LGTB “procannabis” camufladas con disfraces verdes no era más que un grupo de homófobos pertenecientes a un movimiento cristiano extremista, liderado por Bill Whatcott, que ya ha sido condenado con anterioridad por la justicia canadiense por su discurso de odio. El grupo repartió de hecho entre los asistentes lo que parecían cajas de condones que en realidad ocultaban desagradables mensajes homófobos.
Confiemos en que el peso de la justicia canadiense vuelva a caer sobre este grupo, empeñado en difundir odio allí donde precisamente las personas se manifiestan celebrando la diversidad.
Fuente: Redacción Chueca/Dosmanzanas
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