Los homófobos no se creen que la pareja abrazada de Pompeya sean dos hombres
Los restos son conocidos como “Los amantes” y las técnicas más modernas de análisis han revelado que la pareja estaba formada por dos hombres.
En un reciente congreso científico sobre el trabajo de los arqueólogos en las ruinas de Pompeya, el director general del recinto, Massimo Ossana, declaró que el molde conocido como Los amantes (formado por los restos de una pareja de personas abrazada) está formado por dos hombres y no por dos mujeres, tal como se creía hasta el momento.
La noticia puede ser importante pero nos ha llamado la atención el ver cómo se la han tomado muchos.
Los restos fueron hallados en 1922 por el arqueólogo Vittorio Spinazzola y pronto fueron bautizados con el sobrenombre de Los amantes, como siguen siendo conocidos todavía hoy en día. En aquel entonces dieron por supuesto que eran un hombre y una mujer y con el lenguaje propio de la época los describieron como “juntos, abrazados, en el último instante de vida. Este es un amor grande, inmenso, que hace afrontar juntos incluso la más terrible de las muertes“.
Más tarde esta teoría se puso en duda y se pensó que se trataba de dos mujeres, y más concretamente una madre intentando proteger a su hija en el último momento. Nuevamente a todo el mundo le pareció una historia de lo más conmovedora y, sobre todo, plausible.
Sin embargo, hace poco se ha sometido a Los amantes a nuevos análisis de ADN y exploraciones por TAC que han demostrado que se trata de dos hombres, de unos 18 y 20 años respectivamente, y que no tienen además relación de parentesco entre ellos.
Aquí, es el momento en el que de repente todo el mundo ha decidido ser súper científico, súper profesional y dejar la imaginación a un lado. Hasta ahora a nadie le importó fantasear sobre quiénes eran estas personas, cosa que probablemente no sabremos nunca. Sin embargo, si se trata de aclarar el por qué se abrazaban dos hombres, de repente es muy importante para algunos aclarar que no necesariamente eran pareja.
Según Osanna, “Pompeya nunca deja de sorprender” y aunque quiso ser preciso comunicando estos resultados en el congreso también insistió en que no se puede decir si es plausible o no que los personajes del molde sean amantes, algo que admite que se puede hipotetizar dada la postura en la que fueron encontrados, pero sobre lo que es muy difícil tener certezas.
Lo que demuestra queno es verdad eso de que está todo tan normalizado que no hace falta preguntar a nadie con quién se acuesta o que todos somos personas y que para qué queremos etiquetas. Podemos entender, hasta cierto punto, la prudencia al hablar del descubrimiento en un contexto científico; pero es muy gracioso ver cómo en todas partes donde se habla de esta noticia aparecen en los comentarios muchos, y a menudo muchos homosexuales, que se apresuran a dejar claro que no significa nada, que podrían ser dos amigos o incluso dos desconocidos que se abrazaron cuando vieron que estaban a punto de morir de una forma tan espantosa.
Volvemos a decir que todo lo que se ha dicho sobre esta pareja no son más que especulaciones. En realidad lo que no acabamos de entender es si lo que molesta es que esas escenas tan románticas y conmovedoras que muchos tenían y que han pasado ya al imaginario colectivo estén protagonizadas por dos señores, o la obviedad de que homoseuales los ha habido siempre, y que por supuesto también los había en Pompeya como en cualquier otro sitio.
Fuente: Corriere del Mezzogiorno, vía EstoyBailando
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