Joven homófobo ataca con un martillo en la cabeza a su compañero de piso gay y le provoca serios daños cerebrales
Apenas compartieron unas horas como compañeros de piso y la homofobia de Joseph Williams, de 21 años, residente en Kent, le sacó de sus casillas. Atacó a quien acababa de mudarse a su casa, Connor Huntley, de 18 con un martillo que se quedó incrustado en su cráneo.
Un adolescente de 18 años residente en Kent, llamado Connor Huntley, se ha quedado afectado por daños cerebrales como consecuencia de la agresión que recibió por parte de su compañero de piso homófobo, Joseph Williams, tras incrustarle un martillo en la cabeza mientras dormía. Tan grave fue el golpe que después de ser ingresado en el hospital, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para quitarle el martillo de su cráneo, así como fragmentos de hueso y un gran coágulo de sangre. Desgraciadamente, después de ser sometido a esta operación, Connor se ha quedado afectado por daños cerebrales irreparables.
La BBC ha informado que el joven, el cual a menudo se maquillaba y llevaba ropa de mujer, se había trasladado a su habitación apenas unas horas antes de recibir el ataque. Connor Huntley fue alcanzado al menos dos veces con el martillo.
Según varios vecinos y el dueño de la propiedad, los jóvenes, que comenzaron a vivir juntos el 27 de mayo no eran “los compañeros de piso ideales, eran como el agua y el aceite” y además habían escuchado como el agresor, Josep Williams, hacía comentarios despectivos sobre los gays y decía ser de fuertes convicciones católicas.
Un amigo de Connor se lo encontró al día siguiente tirado en la cama y con el martillo incrustado en la cabeza. A raíz de lo sucedido ha tenido lugar un juicio, en el que el abogado del agredido, el señor Bennets, declaró que el joven había sido golpeado un mínimo de dos veces.
Fue el propio acusado quien hizo una llamada a los servicios de emergencia: “No sé cómo decir esto, pero hay un muerto en mi piso, alguien a quien a quien he golpeado mientras dormía” y le dijo al operador que lo había hecho debido a que su salud mental estaba “muy deteriorada”.
Ahora se está juzgando a Williams y durante la vista el jurado ha escuchado que la víctima, a menudo, llevaba ropa de mujer y maquillaje, mientras que el acusado es profundamente católico y se le escuchaba a menudo realizar comentarios despectivos sobre los homosexuales. Williams no se defendió durante su testimonio ante la la policía, pero ahora asegura que él no tenía intención de matar a nadie, que todo ocurrió por un trastorno depresivo que estaba pasando en aquel momento.
En el juicio, acusan a Joseph de asesinato, ya que según el abogado “golpear con un martillo dos veces en la cabeza es un claro signo de intención de asesinato pero el joven agresor niega rotundamente que quisiese hacerle ningún tipo de daño ni lesiones graves a su compañero. Actualmente, el litigio continúa sin resolución.
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